El Grupo Mozart, la formación militar occidental en Ucrania que combate al Grupo Wagner

Un grupo de voluntarios participa en una clase de instrucción del Grupo Mozart en Donetsk, Ucrania, el pasado septiembre AF

No se puede comparar al Grupo Mozart, la organización de veteranos militares occidentales que entrenan a tropas ucranianas en el frente, con el Grupo Wagner, el gigante ruso de los mercenarios, considerado el ‘ejército’ privado de Vladímir Putin. Sería como hacerlo con el ciclo de óperas de ‘El anillo del Nibelungo’ y un dúo de cuerda del genio de Salzburgo: su tamaño y objetivos son muy diferentes.

Pero Mozart y su formación militar a ucranianos en la antesala del frente han metido el dedo en el ojo a la organización paramilitar, que participa con miles de mercenarios en la guerra de Putin contra Ucrania.

El mes pasado, el líder de Wagner, Yevgeni Prigozhin, mencionó a Mozart en un mensaje en Telegram y acusó a la organización de ser «mercenarios estadounidenses» que se habían puesto al frente de una brigada ucraniana en Bajmut, una de las ciudades del este del país en las que la lucha es encarnizada.

Posible objetivo militar

«No es inconcebible», aseguró a ‘Newsweek’ el fundador de Mozart, el estadounidense Andrew Milburn, que Wagner hubiera puesto a Mozart como objetivo militar. Ese mismo día, la web de la organización sufrió un ciberataque.

«No hay un solo hotel en el Donbass que nos deje quedarnos porque les dicen que somos objetivo», añadió Milburn, que detalló que tres de los establecimientos donde voluntarios de su grupo se habían alojado habían sido bombardeados, uno de ellos al día siguiente de su partida.

«Es posible que nos hayan tomado como objetivo, lo que sería utilizar muchos recursos para enfrentarse a un grupo que sobre todo hace labor humanitaria», dijo.

«Me parece que esto también forma de una guerra informativa», asegura a ABC Wade Priddy, un veterano del Ejército de EE.UU. encargado de reclutar a los voluntarios de Mozart que operan en Ucrania. «Seguro que tendrá un impacto sobre quién quiere relacionarse con nosotros y quién no», añade sobre el mensaje de Prigozhin, que corrió como la pólvora entre los medios rusos y prorrusos.

Un ucraniano se forma en la región de Donetsk con el Grupo Mozart AFP

Priddy entró en Mozart en abril de este año, cuando la organización apenas tenía unas semanas de vida. La idea fue de Milburn, de 59 años, un coronel retirado del Cuerpo de Marines, con experiencia en los escenarios bélicos de Oriente Próximo, donde llegó a ser subcomandante de las operaciones especiales del Ejército de EE.UU. en la región.

Tras colgar el uniforme, Milburn ha sido muy activo en ‘think tanks’ militares y en medios especializados en conflictos bélicos. Se plantó en Kiev a principios de marzo, poco después del comienzo de la invasión rusa, con la intención de escribir reportajes para la revista militar ‘Task & Purpose’. Pero pronto se dio cuenta de que prefería contribuir a la causa ucraniana de manera activa y abrió una oficina con Mozart, con el objetivo de dar entrenamiento militar expedito a los defensores de la capital ucraniana.

«Nosotros tratamos de ocupar un vacío», explica Priddy. «Los países occidentales tomaron la decisión de no implicarse en la guerra ni con soldados ni con contratistas que pudieran ser relacionados de forma directa a sus Gobiernos, para evitar un pretexto para la escalada bélica rusa».

Formación sobre el terreno

No es que EE.UU. y el resto de aliados occidentales de Ucrania no den formación a su Ejército. Lo hacen fuera del país, desplazándose a esos países (por ejemplo, en Toledo este mismo mes) o en bases militares estadounidenses en Europa.

«Pero Ucrania está en un momento en el que necesita maximizar su número de efectivos y no se pueden permitir el lujo de parar la guerra para enviar a sus soldados a Alemania o Reino Unido», dice Priddy.

Los cursos de entrenamiento de Mozart son cerca del frente y duran entre cinco y diez días. «No es lo ideal, pero intentamos que mejoren lo máximo posible antes de volver al combate», asegura este veterano del Ejército de EE.UU.

Ante la necesidad urgente de defenderse ante Rusia y de recuperar el máximo territorio posible antes de la llegada del invierno, la mayoría de instructores militares ucranianos están en el frente, donde no sobran efectivos. Muchos han muerto o han resultado heridos.

Mozart busca paliar la situación con sus instructores. Los elige Priddy que, como Milburn, es veterano del Cuerpo de Marines, donde pasó más de dos décadas. En ese tiempo, estuvo desplegado en algunos de los principales teatros bélicos en los que ha participado EE.UU., de Bagdad a Kandahar. Muchos de sus encargos fueron desarrollar lazos y formación con fuerzas de seguridad locales.

Ya fuera del Ejército, dedicó dos años, entre 2020 y 2022, a mejorar los sistemas de entrenamiento de la Guardia Nacional de Ucrania. Ese programa acabó con la guerra y Priddy no dudó en engrosar el equipo fundador de Mozart.

Un voluntario recibe entrenamiento del Grupo Mozart en Donetsk afp

Mozart dispone de un grupo de entre 35 y 40 instructores en Ucrania, que se mueven entre los frentes, bases o centros de entrenamiento para dar sus cursos. En ellos se imparte desde nociones básicas de combate o tácticas de asalto hasta prácticas médicas de urgencia. También, evacuación de civiles, una de las labores en las que Mozart también se ha aplicado desde el verano, sobre todo desde que el avance ucraniano ha forzado al Ejército a replegarse en regiones del este y del sur del país.

La mayoría de los instructores son de EE.UU., pero también los hay del Reino Unido, Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda, Australia, Noruega y Georgia. Priddy calcula que cerca de 2.500 soldados ucranianos han pasado por su formación.

Ahora habla por teléfono desde EE.UU. con este periódico, pero él ha impartido varios cursos en lugares como Kropivnitski, Zaporiya u Odesa.

Allí se ha encontrado con reclutas con mucho espíritu patriótico y escasa formación militar. «En algunos casos había abogados, programadores, ingenieros, maestros… También gente muy joven. En un ejército convencional no te encuentras soldados de edades dispares. Tratamos de acumular la máxima formación en el menor tiempo posible y dar a alguien con una experiencia militar casi inexistente rudimentos básicos para el frente», dice Priddy.

Sin equivalencia con Wagner

El responsable de reclutamiento de Mozart asegura que sus empleados y voluntarios no van armados y que él se encarga de eliminar a los candidatos que dejan claro que su intención es de combate.

Por eso, lamenta que el nombre lleve a una equivalencia entre Mozart y Wagner. «Se puso casi como un chiste. Es probable que ahora eligiéramos utilizar otro», reconoce.

Mozart dispone de un grupo de entre 35 y 40 instructores en Ucrania, que se mueven entre los frentes, bases o centros de entrenamiento

Pero lo que Priddy no está dispuesto a cambiar es de causa. Sobre todo, por lo que ha vivido con los combatientes ucranianos. «Su humildad, su determinación, su deseo de ganar esta guerra son una lección para mí. Tienen un gran sentido de la libertad y de la importancia de mantener su independencia ante Rusia», dice.

Les queda, sin embargo, un infierno por delante. «Creo que los ucranianos acabarán por imponerse. Pero queda un recorrido brutal y sangriento de aquí a ese momento».

De momento, ningún instructor o empleado de Mozart ha resultado muerto o herido. ¿Sus pupilos ucranianos? «No tenemos manera de contabilizarlo, pero es muy probable. Muchas veces nos contactan para contarnos cómo una u otra instrucción fue valiosa en el frente. Nunca es para decirnos cosas como ‘Aleksander murió ayer por la noche’»