Desde el colegio Atades-San Martín de Porres sostienen que en el colegio solo cuentan con 14 auxiliares técnicos educativos para 145 alumnos y 24 aulas, una situación de déficit que arrastran desde hace varios cursos y ante la que piden soluciones
El problema, dicen, está en los recursos con los que cuentan. Familias del centro concertado de Educación Especial de Atades-San Martín de Porres denuncian que en su colegio «faltan auxiliares por aula, no hay dotación sanitaria y las cuantías que hay que pagar de comedor y de transporte son altísimas porque los alumnos con necesidades educativas especiales necesitan muchos recursos humanos». Ello repercute en el desarrollo de estos escolares que, recuerdan, «son niños que necesitan ayuda y gente a su alrededor para las acciones de la vida cotidiana». «Si en el aula solo hay un profesor y no hay auxiliar de educación especial, estos niños no reciben la atención que necesitan», subrayan.
Quien lo expresa es Sara Berdejo, presidenta de la asociación Somos Pera (Personas y Enfermedades Raras de Aragón), en nombre de varias familias del centro Atades-San Martín de Porres. Como ejemplo pone este colegio, al que acuden 145 alumnos y cuenta con 24 aulas. Berdejo indica que solo hay en el centro 14 auxiliares técnicos educativos (ATES) «cuando lo mínimo sería tener uno por aula para que la seguridad de los alumnos sea la correcta».
«Lo que hacen ahora es compartir auxiliares. En las clases en las que hay alumnos con una necesidad educativa que es muy significativa, el auxiliar está dentro, y en las que los alumnos requieren algo menos de atención, comparten técnico», expone Berdejo, que recuerda que este alumnado tiene «problemas de salud, de conducta, de movilidad…» entre otros. «Si dentro del aula hay algún problema y solo hay un profesor, o algún alumno que sea un poco más responsable da el aviso, o es el profesor el que tiene que estar a todo, con la base de que son menores que tienen discapacidad intelectual y otras patologías añadidas relacionadas con la salud que se deben atender», explica.
Además de ATES, Berdejo apunta que, para los 145 alumnos, el Atades de San Martín de Porres tiene tres logopedas, una orientadora y un psicomotricista y ningún profesional específico ni de música ni de educación física. Berdejo cuenta que lo que sucede en su centro es extensible a otros colegios concertados de Educación Especial, donde según ha podido saber viven una situación similar.
Ante este escenario, al que suma las dificultades económicas a las que deben hacer frente, pues a la carga asistencial que requieren los niños con necesidades educativas especiales deben añadir gastos como el comedor -«Son 215 euros al mes», detalla Berdejo- o de transporte -195 euros mensuales-, hace unas dos semanas las familias del San Martín de Porres contactaron con la Consejería de Educación y otros departamentos del Gobierno de Aragón para denunciar esta situación, que subraya que arrastran desde hace varios cursos, y «suplicar y pedir» soluciones.
En el correo apelan que los niños de colegios de centros concertados de Educación Especial reciban una enseñanza «de calidad igual que en los colegios ordinarios«. Berdejo explica que recibieron una respuesta telefónica desde la consejería de Educación de la DGA en la que se indicó que se haría cargo de esta situación y se reafirmó que hay un compromiso con la educación concertada.
Pero, critica Bermejo, «no ha habido nada más allá de palabras». «Estamos viendo que el Gobierno de Aragón apuesta por concertar el Bachillerato mientras el concierto que tienen con los colegios de Educación Especial es insuficiente a todos los niveles», sostiene. Por eso, volvieron a enviar un correo electrónico a distintos departamentos de la administración en el que solicitaron que ese compromiso quedara por escrito y reunirse. Según afirma, no han recibido respuesta.
Desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón explican que es el primer curso en el que la administración «pone enfermeros en todos los centros de Educación Especial concertados». Asimismo, especifican que al San Martín de Porres se le asignó un auxiliar técnico educativo más. Según sostienen las familias, el pasado mes de junio se reunieron con la consejera de Educación de la DGA, Tomasa Hernández, para transmitirle estas necesidades. «Mandaron una partida presupuestaria a los centros para contratar a un enfermero, pero en nuestro caso se vio más conveniente contratar a otro auxiliar de Educación Especial porque necesitaban manos«, explica Bermejo.
Según indican desde el Departamento de Educación, desde la Dirección General de Planificación ya se ha hablado con el equipo directivo para mejorar la situación y hay prevista una reunión entre el centro y la consejería el próximo enero.
«La consejera nos explicó que hay una partida presupuestaria para los conciertos que da el Estado, que cubre parte del profesorado y poco más, y otra que es la que da la DGA. Es con esta con la que pensamos que se puede hacer algo más para atender a estos niños, que no son un colectivo tan grande pero que requieren de atención», subraya.










