Tanto UGT como CCOO piden que los mecanismos para evitar accidentes laborales por altas temperaturas estén activos y destacan que los trabajadores pueden paralizar su actividad si se enfrentan a «una situación grave e inminente»
UGT y CCOO quieren que las empresas muestren su compromiso con la salud de los trabajadores en entornos de calor. Los dos sindicatos mayoritarios exigen a las compañías que cumplan con los protocolos para proteger a los empleados y los mantengan activos en estas circunstancias. Las dos organizaciones vigilan varios sectores productivos importantes en la economía aragonesa y recuerdan la potestad de los empleados para paralizar su actividad ante situaciones que les pueden generar peligro para la salud.
José de las Morenas es el secretario de Salud Laboral de UGT Aragón. «Ya han muerto cuatro personas en España en sus trabajos durante la ola de calor», denuncia De las Morenas, que recuerda que en la legislación laboral «hay derechos y los trabajadores deben exigir que se cumplan». El responsable de Salud Laboral de la Unión General de Trabajadores pide que haya «medidas organizativas y técnicas» para que los empleados puedan realizar «seguros» sus jornadas laborales.
«Hay que adaptar los protocolos, los horarios y las protecciones en interior y exterior», recomienda De las Morenas, que pone el foco en sectores como «la agricultura, la automoción o la construcción». Sobre la industria del automóvil, por ejemplo, el responsable de UGT destaca que es «un trabajo físico, duro y muy expuesto al estrés térmico», que pone al trabajador «muy cerca de grandes temperaturas, al estar en contacto con metales». De las Morenas también anima a analizar la situación en la hostelería, con camareros que pasan muchas horas al sol atendiendo en terrazas.
«La prioridad tiene que ser la salud del trabajador y la prevención de riesgos, por encima de la productividad», completa el representante de UGT, que exige que todas las empresas, tanto las que trabajan en interior como en exterior, «cuenten con medidas organizativas y respuestas de tipo térmico».
Luis Clarimón, responsable del mismo ramo en Comisiones Obreras, exige que las empresas «tomen este tema muy en serio» y pide que las compañías «tengan un protocolo para afrontar estos riesgos». El propio Clarimón destaca también «la desigualdad social», con gente que sufre las olas de calor también en sus hogares, algo que «repercute» en sus jornadas laborales. «Lo importante es que el trabajador no sufra las consecuencias», concluye el secretario de Salud Laboral de CCOO, que recuerda que los empleados pueden suspender su actividad ante «situaciones graves e inminentes».
Clarimón también señala que hay personas «poco adaptadas» a las exigencias térmicas del puesto de trabajo, por lo que recomienda el uso de la tecnología para comprobar la situación sanitaria: «Hay pulseras que te miden la temperatura corporal y cuando se llega al límite, recomiendan parar e ir a un lugar a refrescarse e hidratarse». Una medida que solucionaría accidentes, pero que debe afrontar la empresa «que es quien tiene que poner los mecanismos de prevención».
Entre las recomendaciones que se lanzan desde CCOO, Clarimón cita «la modificación de los horarios, la adaptación de las tareas para desarrollarse en zonas más frescas o la organización de los equipos para evitar accidentes». Pone como ejemplo las cuadrillas de trabajadores de limpieza municipales, que pasan largas horas al sol haciendo sus labores en las vías urbanas. «La gente tiene que saber que el artículo 21 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales le protege y que pueden paralizar la actividad si hay un riesgo inminente», concluye Clarimón.