Page ve «intolerable» la negociación con Puigdemont: «No quiero una sardana política»

El único barón abiertamente crítico con los pactos con independentistas insiste en su rechazo: «Sé lo que quieren». Al mismo tiempo, bendice el pacto con Sumar por una «España más feliz»

Emiliano García-Page no quiere «una sardana política», que es como el barón socialista se refiere a la influencia que tienen los partidos nacionalistas, con Junts per Catalunya como paradigma, en el proceso de investidura de Pedro Sánchez. El presidente de Castilla-La Mancha, en un acto de Europa Press en Toledo, ha recalcado sus posiciones, contrarias a una negociación con los nacionalistas catalanes para hacer presidente a Sánchez. «Es intolerable», ha zanjado el mandatario regional del PSOE, que asegura que «sabe» lo que exige el expresidente catalán en la mesa de las negociaciones con su partido.

El jefe del Ejecutivo castellano-manchego, 24 horas después de conocerse el acuerdo de PSOE y Sumar, ha vuelto a dejar clara su posición justo cuando las negociaciones para la investidura de Sánchez viran precisamente hacia los socios potenciales. Moncloa dio orden la pasada semana de acelerar las conversaciones con los socios de coalición con un doble objetivo, presionar al resto de grupos y, al mismo tiempo, centrarse en atraer los 20 votos que necesita el líder socialista, como mínimo, para lograr ser elegido presidente.

Foto: García-Page, en una imagen de archivo. (EFE/Ismael Herrero)

El dardo de Garcia-Page adquiere relevancia por el momento elegido para lanzarlo y a unos días de la celebración de un Comité Federal que debe servir para refrendar el acuerdo con Sumar. El siguiente paso será la consulta a la militancia, pero sólo sobre el pacto de coalición. Los estatutos del PSOE no prevén las consultas sobre acuerdos de investidura, que es en lo que ahora se afana el equipo negociador designado por Sánchez. En este contexto, el barón crítico ha avalado la entente con Díaz, que califica de «positiva», porque aboga por una España «más feliz, más verde, más social».

Ese apoyo al acuerdo con Sumar va asociado a la defensa necesaria de «una sola España», lo que atenta contra las aspiraciones de Carles Puigdemont. Como avanzó La Vanguardia, el líder independentista aboga por el reconocimiento de Cataluña como una «minoría nacional» dentro de España. En ese contexto se entiende el aviso de García Page, que ha asegurado que no quiere que España «esté pendiente de un mando a distancia desde Waterloo«.

García-Page ha instado a Puigdemont a que decida si quiere seguir siendo «un mito viviente» o volver a una vía institucional

Sobre el expresidente catalán, «puede apostar por dejar de ser un mito viviente para el independentismo o humanizarse y mezclarse en el panorama político español». Una suerte de invitación a Puigdemont a incorporarse a la institucionalidad, que es justo lo que le ha reclamado el PSOE para seguir negociando.

El barón castellano-manchego ha vuelto a criticar la amnistía, que ha considerado fuera de la constitución por decisión del constituyente. «Cuando un acuerdo, o una cosa, necesita mucho tiempo para que se pueda explicar, empieza a ser ya mal acuerdo«, ha avanzado Page, respecto a la amnistía. El líder regional del PSOE ha pedido «transparencia» a Sánchez en las negociaciones, algo poco compatible con la ley del silencio decretada por Ferraz. Los miembros el comité negociador están respetando ese mutismo y apenas comentan los avances de las conversaciones incluso a nivel interno..