Las tropas rusas toman la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa

El Consejo de Seguridad de la ONU se dispone a reunirse de urgencia debido a lo sucedido esta madrugada en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, que ha sido alcanzada, según las autoridades de Kiev, por disparos de misiles y proyectiles de tanques del Ejército ruso. Al objeto de analizar la situación y pedir ayuda, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha hablado por teléfono con su homólogo estadounidense, Joe Biden, y con el primer ministro británico, Boris Johnson.

Según el regulador nuclear ucraniano, las tropas rusas han tomado la central, aunque el personal de la planta sigue en su puesto de trabajo, según informa EP. Por el momento, no se han reportado daños personales ni materiales, y se ha descartado la fuga radiactiva, según AFP.

Según las grabaciones de las cámaras de seguridad de la planta atómica, un misil ha alcanzado uno de los edificios administrativos del complejo mientras las instalaciones están siendo objeto de disparos continuos de proyectiles. Seha declarado un incendio y uno de los reactores ha tenido que ser desconectado. Debido a los bombardeos, los bomberos tardaron en poder acceder a la planta para extinguir el fuego.

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, ha advertido que «si explota la central nuclear de Zaporiyia, será una catástrofe diez veces más grande que la de Chernóbil» en 1986, escribió en su cuenta de Twitter. Según sus palabras, «el Ejército ruso está bombardeando la planta de energía nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, desde todos los lados (…) debe cesar inmediatamente el ataque».

Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) «el incendio en el área de la central nuclear de Zaporiyia no afectó al equipo principal de la planta». Según los servicios de emergencia, el fuego se encuentra totalmente extinguido. En el edificio afectado, que consta de cinco pisos, las llamas envolvieron completamente las plantas tres, cuatro y cinco.

Zelenski acusa a Rusia de querer repetir Chernóbil

El primero en dar la alerta fue el portavoz de la central, Andréi Tuz. Avisó a través de Telegram que «tras un bombardeo de las fuerzas rusas en la central nuclear de Zaporiyia, se ha declarado un incendio (…) los bomberos no pueden llegar al lugar del fuego y apagarlo. Las bombas caen muy cerca. La primera unidad eléctrica de la central ya se ha visto afectada. ¡Parad esto!».

La central se encuentra en la localidad de Energodar y su alcalde, Dmitro Orlov, dijo que unidades ucranianas tratan de defender los reactores de los ataques rusos. «Están sufriendo bajas aunque aún no sabemos el número exacto», declaró. La empresa estatal ucraniana Energoatom advierte que «el viento sopla desde la central hacia el sureste, en dirección hacia las ciudades rusas de Rostov del Don y Krasnodar».

En un vídeo difundido por la Presidencia ucraniana, Zelenski denuncia los bombardeos rusos y acusa a Moscú de querer repetir una catástrofe como la de Chernóbil. «Alertamos a todo el mundo de que ningún otro país, excepto Rusia, ha disparado jamás contra centrales nucleares. Es la primera vez en nuestra historia, la primera vez en la historia de la humanidad. Este estado terrorista recurre ahora al terror nuclear”, asegura el presidente ucraniano. Por parte de Moscú no ha habido todavía ningún comentario sobre lo sucedido.

La central nuclear más grande de Europa

La central Zaporiyia tiene seis de los quince reactores operativos en toda Ucrania, con lo que es la principal suministradora de energía al país. Es además la más grande de Europa. Entró en servicio en 1985 cuando existía todavía la URSS, un año antes del accidente nuclear de Chernóbil, central ahora bajo el control de las tropas rusas después de duros combates en sus inmediaciones al comenzar la ofensiva rusa, el pasado día 24 de febrero.

Antes del incidente de esta madrugada, la AIEA había aprobado una resolución condenando a Rusia por ocupar las central de Chernóbil y tratar de tomar también la de Zaporiyia durante la actual intervención militar. A juicio, de la Junta de Gobernadores de la AIEA, las acciones de las fuerzas rusas suponen «una amenaza grave y directa» para la seguridad de las instalaciones nucleares, para su personal y el medio ambiente.