Aragón canaliza el «torrente» solidario mientras prepara la llegada de refugiados

Una vez que la Unión Europea ya ha dado luz verde a la norma que permite la entrada sin límite de refugiados ucranianos, Aragón tiene abiertos los brazos para recibirles. Mientras, el Gobierno autonómico intenta canalizar el «torrente» de solidaridad, en palabras de Natalia Salvo, la directora general de Cooperación al Desarrollo e Inmigración de la DGA, que abarrota de comida enlatada, medicamentos, mantas, lámparas… los puntos de recogida que afloran por toda la Comunidad.

El Ejecutivo autonómico quiere centralizarla en una nave de grandes dimensiones de Grupo Carreras, situada en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) desde la que durante los meses más duros de la pandemia se gestionó todo el material para la lucha contra el coronavirus. Se están evaluando las condiciones que tiene que reunir para que se puedan conservarse adecuadamente los distintos productos.

Donde las estanterías ya se empiezan a quedar pequeñas es en la nave en Cuarte que la empresa Pinturas Garli ha cedido altruistamente a la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón (AURA) . «Me llamaron porque también nos dedicamos al montaje de trasteros a ver si teníamos alguno para alquilar. Cuando me dijeron quiénes eran lo tuve claro. Nuestra nave es de 800 metros cuadrados y la reorganicé un poco para que tuvieran espacio y puedan utilizar el toro», cuenta David García, uno de los propietarios de esta firma familiar. «Nosotros no hacemos nada extraordinario, todos deberíamos colaborar de alguna forma, a mí y a mis hermanos nos lo pedía el cuerpo». Hasta ahora no tenía ninguna relación estrecha con ciudadanos del Este. Las furgonetas llegan a descargar por la tarde, que es cuando él puede estar para abrirles y echarles una mano. También aprovechan algunas mañanas si sus operaciones están en el almacén.

El colectivo ya prepara un primer viaje, aunque todavía no tienen los detalles cerrados. «Estamos en contacto con la embajada de Madrid para hacerlo con todas las garantías. Tenemos la posibilidad de salir directamente desde Zaragoza si encontramos ayuda o ir hasta Madrid para coordinarnos con otra gente», apunta Alina Klochko, su presidenta. Una vez que ropa, comida y medicinas estén en la frontera entre Polonia y su país, «el convoy lo van a tener que proteger», asegura.

La tienda de productos nacionales e internacionales que regenta en La Almozara junto a su marido es estos días un trajín de gente que deja lo que puede. Klochko también alerta de que ya hay personas que intentan «sacar provecho» de la situación y, por ejemplo, piden pequeñas cantidades de dinero para asegurar que la ayuda llega a quien la necesita.

Ante esta oleada solidaria, el Comité de Emergencias de Aragón, del que forman parte la DGA, las entidades locales que cuentan con fondos para la cooperación al desarrollo y la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), lanzará una campaña de sensibilización e información sobre los cauces más efectivos para canalizarla. «Muchas veces lo hacemos con la mejor voluntad posible, como quizás puede ser la compra de medicamentos, pero no es lo más efectivo porque no se puede trasladar de manera garantista a Ucrania», puso como ejemplo la directora de Cooperación al Desarrollo e Inmigración de la DGA.

Las aportaciones económicas siguen otro camino. El próximo miércoles se celebrará un encuentro técnico para abordar la posibilidad de destinar una partida. La DGA ha anunciado que aportará 150.000 euros y el Ayuntamiento de Zaragoza otros 30.000.

Las muestras de apoyo no cesan. Una de las últimas. La Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca está movilizando al sector para poner camas a disposición de los desplazados.