Zapatero se reúne con Maduro en pleno «Delcygate» y da oxígeno al falso diálogo chavista

El expresidente socialista del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero llegó a Caracas -es ya su visita número 39-, en plena polémica por la estancia en el aeropuerto de Madrid-Barajas de la vicepresidenta del régimen chavista, Delcy Rodríguez, a pesar de las sanciones de la UE contra ella que le prohíben pisar territorio Schengen, y por la conversación telefónica que, como reveló ABC, sostuvo con el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez. Una conversación negada en todo momento por el gobierno.

Rodríguez Zapatero fue recibido por Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores, en una reunión donde también saludó a la propia Delcy Rodríguez. En los últimos años, el expresidente del Gobierno español ha realizado una supuesta labor de mediación entre el régimen de Maduro y la oposición venezolana, si bien los opositores le acusan de ejercer como «abogado» del chavismo.

Durante la reciente visita a España de Juan Guaidó, el presidente encargado de Venezuela, Zapatero apoyó la decisión de Pedro Sánchez de no recibir a Guaidó, frente a la opinión de otro exjefe de Gobierno, Felipe González, que consideraba que sí debía hacerlo.

Las últimas visitas del exjefe del Gobierno a Caracas fueron recibidas con aluviones de críticas en las redes sociales por su afinidad chavista.

Al mismo tiempo, ayer visitaba la capital venezolana el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, quien mostró el apoyo de su país a las «medidas políticas y diplomáticas» de Maduro, con las que pretende resolver la crisis que se vive en Venezuela. Lavrov participó de una reunión con la supuesta mesa de diálogo impulsada por el régimen, en la que tan solo participa un sector minúsculo de la oposición, y en una rueda de prensa aprovechó para cargar contra las sanciones hacia el Gobierno chavista por parte de Estados Unidos, que calificó de «indignantes» por «afectar» los proyectos sociales y humanitarios, señaló. El ministro ruso de Exteriores acusó a Washington de «promover una revuelta popular en Venezuela».

El emisario de Vladímir Putin prometió al régimen chavista más armas y nuevas inversiones rusas, que serán compensadas con el petróleo venezolano al estar en quiebra la economía del país caribeño desde hace años por la ineptitud del chavismo para gestionar las riquezas naturales de Venezuela.

Las visitas ayer de Lavrov y Rodríguez Zapatero se producen mientras el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, permanecía en EE.UU., donde ha sido recibido por Donald Trump y ha acudido como invitado al discurso sobre el Estado de la Unión. También obtuvo en Washington el espaldarazo de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, y del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Candidata a la «lista negra»

El Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso ayer mismo nuevas sanciones contra el chavismo, en este caso contra la aerolínea estatal Conviasa, al considerar que se utiliza para transportar por el mundo a los funcionarios corruptos del régimen para «alimentar el respaldo a sus esfuerzos antidemocráticos», por lo que se prohíbe a los estadounidenses las relaciones comerciales con esa compañía.

El encargado de negocios de la Oficina Externa de EE.UU. para Venezuela, James Story, ha asegurado, por su parte, que «es posible» que la Casa Blanca incluya a Venezuela en la lista de países patrocinadores del terrorismo, en el marco de las medidas de presión contra el Gobierno de Maduro. «Es posible, por supuesto», dijo Story en una entrevista concedida el jueves por la noche a TV Venezuela. Story mencionó los 7.000 muertos a manos de las fuerzas especiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).