Otro edificio histórico en desuso renace en Zaragoza: una residencia para 305 estudiantes se abrirá en 2027 en el Santa María Reina

Ha comenzado el derribo dentro del inmueble que compró un inversor madrileño en enero por 6,7 millones para iniciar su reconversión en 2026 y crear en él 285 habitaciones, algunas con cocina, un gimnasio, un comedor y un jardín con piscina.

Otro edificio histórico de Zaragoza, con más de 50 años de antigüedad y los últimos ocho en desuso, se reconvertirá en los próximos meses para renacer del olvido convertido en una nueva residencia de estudiantes de última generación. En un entorno privilegiado, ya que se encuentra en el número 66 de la céntrica calle San Juan Bosco, enfrente del hospital Clínico y a pocos minutos a pie del Campus de San Francisco de la Universidad de Zaragoza, acaba de empezar a trabajar en lo que será su nuevo futuro.

No se aleja demasiado de lo que fue en sus orígenes, un alojamiento para jóvenes y estudiantes –aunque era solo para chicas–, pero con notables diferencias en el resultado final en base al diseño elaborado por la prestigiosa firma Ingennus, que ya ha definido otros proyectos similares en la capital aragonesa que también están en construcción.

El arquitecto de Ingennus José María Lahuerta está detrás de este proyecto que ha comenzado estos días sus primeros trabajos. De momento, ya obtuvieron el permiso municipal de derribo y a ello se dedican las máquinas que ya están dentro de este inmueble. Ha comenzado la demolición en el interior del edificio, eliminando la tabiquería para dejar al descubierto una estructura a la que dar forma posteriormente. Les queda un mes de tarea, hasta que dejen cada una de sus siete plantas completamente diáfanas y listas para unas obras de transformación que comenzarán «a finales del primer trimestre de 2026».

Antes, el Ayuntamiento de Zaragoza les debe conceder la licencia de actividad, que ya se ha solicitado, para lo que será, si todo va según lo previsto, en 2027: una residencia de estudiantes con 305 plazas y 285 habitaciones, la gran mayoría individuales, que «debería estrenarse para el curso 2027-2028».

El objetivo es que las obras se puedan ejecutar en solo año y medio, ya que en realidad se trata de una rehabilitación integral de un edificio que conservará la fachada y todos sus elementos exteriores reconocibles desde hace décadas, ya que ahí solo se aplicarán mejoras orientadas a la eficiencia energética, o la colocación de nuevos elementos de carpintería en las ventanas, que serán desmontadas una a una para su sustitución.

La gran transformación de la residencia Santa María Reina se realizará en el interior. Fundamentalmente para reconvertirse en un inmueble con la misma estructura y altura que el actual, que tendrá en la planta baja la gran mayoría de los espacios comunes para todos los residentes y, desde la primera planta hasta la séptima las 285 habitaciones donde se alojarán los estudiantes.

¿Cómo serán las habitaciones? Lahuerta explicó ayer en exclusiva para EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, que «tendrán unos 18 metros cuadrados» de media, «todas con baño individual y algunas de ellas con una pequeña cocina compartida que estará en otra habitación iluminada y ventilada». Entre los usos comunes, está previsto construir «un gran comedor que dé servicio a todos los residentes, salas de estudio y de estar, un gimnasio y, en el exterior, se renovará la zona ajardinada, de uso exclusivo para los usuarios del inmueble, y se construirá una pequeña piscina». La verja se conservará al tratarse de un recinto privado separado de la vía pública.

El colegio seguirá abierto

Una de las mayores complejidades que tiene este proyecto es la necesidad de acompasar el desarrollo de los trabajos de reconversión con el colegio religioso Santa María Reina, que sigue funcionando y debe continuar abierto durante las obras. De hecho, es la única parte del inmueble que se salvó de la venta del edificio a un inversor madrileño, Entrecampos Cuatro, que se produjo en enero de 2025. Una operación que se cerró por 6,7 millones de euros para adquirir los 7.500 metros cuadrados construidos en este edificio de San Juan Bosco, 66. Pagaron al contado, 3,75 millones con fondos propios y otros 2,95 con un préstamo por un año al 3,25% de interés.

Pues bien, cuando se cerró esta compraventa, la anterior propiedad dejó fuera de la operación el histórico colegio Santa María Reina, que está incrustado en el inmueble pero está catastral y registralmente separado de esta propiedad de Entrecampos Cuatro, que es quien promueve el proyecto pero no quien lo explotará. Un operador especializado en estos alojamientos se ocupará de gestionar esta residencia de estudiantes.

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Este proyecto se suma a otros que ya están en marcha en Zaragoza y que multiplicará las plazas de alojamiento para la comunidad universitaria. Solo en el entorno del Santa María Reina ya habrá cientos de camas para estudiantes.