Alcaraz gana su segundo Roland Garros en una remontada para la historia ante Sinner

El murciano logra así su quinto ‘Grand Slam’ en la final más larga de la historia en París

El español Carlos Alcaraz se ha proclamado este domingo campeón de Roland Garros. Lo ha hecho tras protagonizar una remontada de época en ante el italiano Jannik Sinner en la que ya es la final más larga de la historia en París, cinco horas y media. Es el quinto Grand Slam para el tenista murciano y su segunda victoria en la arcilla del Bois de Boulogne.

Después de que Sinner hubiese jugado un torneo perfecto, sin ceder ni un solo set y dejando a Novak Djokovic por el camino, el jugador de San Candido se puso en la mejor posición posible para ponerle el broche a dos semanas excelsas en París. Lo hizo ganando las dos primeras mangas y gozando de tres bolas de partido en el tercero. Pero Alcaraz cambió el guión y firmó una de las mejores remontadas que se recuerdan en la Chatrier: es el primero en remontar un 0-2 y tres bolas de partido en una final de grand slam desde que lo consiguió Henri Cochet en Wimbledon en 1927.

El encuentro arrancó a la altura del cartel que ofrecían el número uno y dos del mundo. El primer juego del partido, con Sinner al saque, se fue a los 12 minutos de duración, con un Alcaraz que dispuso de sus primeras oportunidades de rotura. Fue una dinámica que se prolongó durante varios juegos, pero el murciano no pudo concretar sus ocasiones de break. Finalmente, fue el italiano el que dobló el brazo de su rival y logró una rotura para adjudicarse la primera manga (6-4).

El transalpino aprovechó la corriente a su favor en el inicio del segundo set y consiguió poner tierra de por medio en el marcador. Así, Sinner pudo servir para cerrar el parcial con 5-2 a su favor, pero Alcaraz ordenó su juego y tiró de garra para llevar el set al tie-break. Sin embargo, de nuevo en el desempate se impuso el italiano (7-4), que se ponía la final muy de cara con dos mangas arriba.

La tercera manga amenazaba con poner un rápido final al partido cuando Sinner rompió el saque de Alcaraz a las primeras de cambio. Pero el murciano no había dicho su última palabra. El de El Palmar se puso a remar y ganó cuatro juegos seguidos para darle la vuelta al marcador y acabar anotándose el tercer parcial.

La cuarta manga le hizo justicia a la ocasión y al excelso nivel de los dos tenistas. Sinner logró quebrar la igualdad inicial, subió el nivel y rompió el servicio de Alcaraz. Todo parecía casi decantado y el murciano se vio contra las cuerdas. Pero el conato de remontada adquirió nuevo vigor cuando el de El Palmar salvó tres bolas de partido y le devolvió el break a su rival cuando este servía para ganar la Copa de los Mosqueteros. El partido cogía crecientes tintes de épica. La justa no podía resolverse sino en la suerte suprema del tie-break, que el español se apuntó a base de precisión y pundonor.

La final habría de definirse en el quinto y definitivo set. Ni el partido, ni los contrincantes, ni el escenario merecían menos. Alcaraz saltó de nuevo a la pista más inspirado y más sueldo, con la derecha y la dejada haciendo más daño. Logró quebrar el servicio del italiano en el primer juego de la manga y aguantar las acometidas de Sinner para conservar su servicio hasta el final. Casi lo consiguió. Cuando el murciano servía para el partido, el italiano consiguió la rotura y la cosa se fue al supertie-break. Así tenía que ser. Fue entonces cuando Alcaraz subió su nivel al máximo y apabulló a Sinner para llevarse el torneo.

De esta forma, Alcaraz no solo se hace con su quinto grande, sino que ahonda en la herida de Sinner en lo que a enfrentamientos directos se refiere: los cinco últimos han caído del lado del murciano. Además, aunque aún está lejos de alcanzar al italiano en la primera posición del ranking ATP, con su victoria en París le recortará 2.030 puntos.