Sinn Féin asume el timón en el Ulster
La republicana Michelle O’Neill es la nueva ministra principal de Irlanda del Norte, la primera vez en la historia que Sinn Féin -el partido que fue el brazo político del IRA- asume el timón del Ulster en un Gobierno de «poder compartido. O’Neill asumió el cargo en la Asamblea de Stormont al cabo de dos años de vacío político marcado por las tensiones del Brexit y el boicot de los unionistas
«Es un día histórico«, anticipó Michelle O’Neill, de 47 años, hija de un prisionero político del IRA que decidió pasar a la acción política . «Como ministra principal para todos estoy determinada a liderar un cambio positivo y a trabajar junto a otras fuerza políticas por el progreso de nuestras sociedad, en un espíritu de respeto, cooperación e igualdad».
«Hoy abrimos las puertas del futuro», declaró O’Neill en el momento de tomar posesión, vestida de riguroso negro. «Es un momento para la igualdad y el progreso, una nueva oportunidad para crear esperanza y crecer juntos (…) Hoy es la confirmación de que nunca volveremos atrás».
El reciente acuerdo entre el Gobierno británico y el Partido Democrático Unionista (DUP), que boicoteó desde el 2022 la formación de la Asamblea de Stormont reclamando el levantamiento de las barreras comerciales creadas entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte tras el Brexit, permitió finalmente la vuelta a normalidad política en el Ulster.
Jeffrey Donaldson, líder del DUP, la segunda fuerza más votada en mayo el 2022, decidió conservar su escaño de diputado en Westminster y ceder el puesto de viceministra principal a una mujer, Emma Little-Pengelly, abogada de 44 años. En el reparto de poderes, los unionistas colocaron también a su ex líder Edwin Poots como presidente de la Asamblea de Stormont.
Durante más de dos décadas, Sinn Féin había ocupado el papel de co-piloto en Irlanda del Norte, con mención especial al tándem formado por Ian Paisley y Martin McGuinness (conocidos en su día como los «hermanos risitas» por su peculiar relación que permitió una década de estabilidad).
Pese a la voluntad de cooperación expresada en la última semana por el líder del DUP, la formación del Gobierno y el reparto de carteras provocó tensiones de última hora que sacaron a la luz la división que persiste entre los unionistas. El premierRishi Sunak celebró por su parte desde Londres la constitución de la Asamblea de Stormont como «un paso positivo para restaurar las instituciones en Irlanda del Norte».
La presidenta de Sinn Féin, Mary Lou McDonald, advirtió de antemano que el ascenso de su partido a timón del Irlanda del Norte pone la unificación de la isla «al alcance de la mano». Una reciente encuesta de The Irish Times ha revelado sin embargo que el apoyo a la unificación (30%) está a bastante distancia de la permanencia en el Reino Unido (51%) entre los norirlandeses.
El mismo sondeo confirmó que la división histórica persiste en el Ulster con el el 40% de los votantes definiéndose como «nacionalistas», el 40% como «unionistas» y el 20% como «no alineados». El aumento del apoyo a Sinn Féin se ha producido sobre todo a costa del Partido Socialdemócrata y Laborista, en un proceso comparable al ocurrido en la última década en Escocia con el tirón del Partido Nacional Escocés (SNP) con los votantes tradicionales del Partido Laborista.
«No creo que vuelva a haber un ministro principal unionista en Irlanda del Norte», vaticinó por su parte Jon Tonge, profesor de la Universidad de Liverpool. «El estado unionista se ha acabado, aunque eso no significa el fin de la unión. Lo que sí es soprendente es el alto respaldo popular logrado por Sinn Féin, que aún se resiste a reconocer Irlanda del Norte como una entidad política».