Rusia está usando chips de lavadoras y frigoríficos en sus tanques ante la falta de suministros

El embargo que tanto Estados Unidos como buena parte de los países europeos han impuesto a Rusia tras la invasión de Ucrania por parte de las tropas de Putin han dejado muy tocada la economía rusa. Las sanciones se están dejando notar en todos los niveles pero muy especialmente en todo lo relacionado con la tecnología, lo que está provocando un auténtico desabastecimiento.

¿En qué se está notando? Pues, entre otras cosas, en la industria militar. Rusia ha incorporado a sus fuerzas armadas en los últimos años sofisticadas armas, pero muchas de ellas dependen de la tecnología de vanguardia que importan y que ahora no llegan. Así, los rusos se están viendo obligados a usar chips de computadora destinados a electrodomésticos para reparar su hardware militar, según informa la publicación Business Insider citando a un funcionario estadounidense.

“Tenemos informes de ucranianos que aseguran que cuando encuentran equipo militar ruso abandonado o destruido, está lleno de semiconductores que sacaron de lavavajillas y refrigeradores”, dijo el miércoles la secretaria de Comercio, Gina Raimondo , al Comité de Asignaciones del Senado.

Raimondo le dijo al comité que las exportaciones de tecnología estadounidense a Rusia cayeron al menos un 70% como resultado de las sanciones, la primera de las cuales se impuso a finales de febrero de este año.

“Nuestro enfoque fue negar la tecnología de Rusia, tecnología que paralizaría su capacidad para continuar una operación militar. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, dijo Raimondo al comité.

La Casa Blanca dijo el domingo que las sanciones estadounidenses están obstaculizando los intentos rusos de reparar equipos.

“Rusia está luchando por reponer sus armas y equipos militares. Las dos principales plantas de tanques de Rusia, Uralvagonzavod Corporation y Chelyabinsk Tractor Plant, han detenido el trabajo debido a la falta de componentes extranjeros”, dijo.

Las fuerzas ucranianas han compartido abundante evidencia de que Rusia está luchando para equipar adecuadamente a sus fuerzas.

Entre los casos más sonados de estas situaciones destaca un dron ruso encontrado por las tropas ucranianas que había sido cubierto con cinta adhesiva y equipado con una tapa de botella de plástico genérica como tapa de combustible; o aviones de combate rusos destrozados con receptores GPS rudimentarios “pegados a los tableros” porque sus sistemas de navegación incorporados son de muy mala calidad.