La inteligencia ucraniana afirma que «Putin quiere dividir el país y crear una Corea del Norte y del Sur»

Rusia está tratando de dividir Ucrania en dos para crear una región controlada por Moscú tras fracasar en su intento de hacerse con todo el país y sufrir duras derrotas en Kiev, según ha declarado este domingo el jefe de la inteligencia militar ucraniana.

«De hecho, se trata de un intento de crear una Corea del Norte y una Corea del Sur en Ucrania», dijo Kyrylo Budanov en una declaración realizada en su cuenta de Facebook, añadiendo que Ucrania pronto lanzaría una guerra de guerrillas en el territorio ocupado por Rusia.

Ese sería, pues la nueva estrategia de Moscú, según las mismas fuentes, y no la idea de centrarse en el oeste, como aseguró el pasado viernes el Kremlin. De hecho, demostró una vez más que sus palabras no tienen credibilidad alguna, ya que este sábado atacó con misiles la ciudad refugio de Leópolis, situada cerca de la frontera de Polonia, coincidiendo con la visita del presidente de EE. UU. Joe Biden, quien directamente tachó a Vladímir Putin de «carnicero».

Este fue tajante en el discurso que pronunció a las puertas del Palacio Real de Varsovia y le advirtió a su homólogo ruso: «¡Que no se atrevan a cruzar ni un milímetro la frontera de la OTAN», zanjó.

Mientras, el líder de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL), Leonid Pasechnik, ha planteado este domingo abiertamente la posibilidad de declarar un plebiscito sobre la incorporación del territorio a Rusia.

«Creo que en un futuro cercano se llevará a cabo un referéndum en el territorio de la república, en el que la gente ejercerá su derecho constitucional absoluto y expresará su opinión sobre unirse a la Federación Rusa. Por alguna razón, estoy seguro de que este va a ser el caso», ha declarado Pasechnik en declaraciones recogidas por TASS.

Lugansk y Donetsk son dos autoproclamadas repúblicas que se encuentran en el este de Ucrania, afines a Rusia, y que desde hace ocho años han sido escenario de cruentos enfrentamientos entre el Ejército ucraniano y sus milicias.

Crisis como la que provocó la anexión de Crimea

Los infructuosos esfuerzos de alto el fuego llevaron finalmente a Rusia a reconocer a ambos territorios como entidades separadas de Ucrania, y a firmar una serie de «tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua» con sus líderes, después de lo cual el Kremlin procedió a invadir territorio ucraniano el 24 de febrero, bajo el pretexto de defender a la población de ambas zonas.

Ucrania ha manifestado que ambos territorios caen dentro del ámbito de su soberanía y ha acusado a Rusia de forzar una crisis parecida a la que desembocó en su anexión de Crimea en 2014, finalmente consolidada precisamente a través de la aprobación en otro referéndum -no reconocido por EE.UU., la UE ni sus aliados- de su incorporación a Rusia.