Rusia y Ucrania han acordado este jueves establecer corredores humanitarios que permitan la evacuación de civiles, además de emplazarse a una tercera reunión «lo más pronto posible». Es un rayo de esperanza aunque la guerra sigue su curso.
Al término de la reunión, Kiev ha asegurado que no se ha obtenido el resultado que esperaba, pero que un cese temporal de las hostilidades podrá permitir a ciudadanos abandonar ciudades actualmente atacadas o sitiadas, como Jersón, la primera urbe relevante que ha caído bajo control ruso, Járkov, o Mariúpol, asediada.
Antes de iniciarse las conversaciones Davyd Arakhamia, líder del partido del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en el Parlamento había dicho que establecer los corredores era lo mínimo a lo que aspiraban. También estaban sobre la mesa cuestiones como el armisticio y un alto el fuego inmediato.
La situación es especialmente grave en Mariúpol, donde su alcalde ha hecho un llamamiento dramático este jueves. «Durante siete días han estado destruyendo deliberadamente las infraestructuras críticas de la ciudad. No tenemos electricidad, agua y calor, ¡otra vez! Las hordas militares de Putin están bombardeando la ciudad y no permiten evacuar a los heridos, mujeres y niños», ha dicho el alcalde, Vadym Boichenko.
Alrededor de un millón de personas han sido desplazadas o están en movimiento dentro de Ucrania, además del millón que ha huido del país como refugiados desde la invasión de Rusia la semana pasada, según la agencia de la ONU para los refugiados. ACNUR ha señalado que ya había 854.000 personas desplazadas dentro de Ucrania como resultado del conflicto que comenzó en 2014.
Con el fin de ayudar a quienes están atrapados, el embajador ucraniano en Alemania, Andrij Melnyk, había lanzado la idea de establecer un puente aéreo como el que se hizo en Berlín en 1948 y 1949, con el fin de que lleguen alimentos, carburante y medicinas a los ucranianos. La guerra sigue su curso y las fuerzas rusas están avanzando en el sur con el objetivo de conseguir el control de los puertos como Mariúpol. Decenas de civiles ucranianos han muerto al tiempo que se firmaba el acuerdo sobre los corredores humanitarios.
En su horizonte está Odesa para establecer un corredor entre el este y el sur de Ucrania. A su vez, avanzan en el norte pero lentamente. Kiev sigue siendo la joya de la corona, pero la toma de la capital se puede demorar mucho más de lo que pretendía Putin.
Zelensky propone un cara a cara a Putin
Estas conversaciones que han tenido lugar en Brest tienen objetivos concretos. Para ir más allá Zelensky proponer un cara a cara con Putin. En una rueda de prensa en Kiev, Volodymyr Zelensky, ha instado al líder ruso, Vladimir Putin, a sentarse a negociar directamente con él.
«Sentémonos. No a 30 metros como con Macron… Es la única manera de parar la guerra», ha dicho Zelensky, visiblemente agotado tras jornadas de intensa exposición pública y gran tensión. «No estamos atacando Rusia y no queremos atacarla. ¿Qué queréis de nosotros? Dejad nuestro país», ha indicado Zelensky. Ha añadido que los ucranianos no se van a rendir jamás y ha insistido en que han forzado a Rusia a cambiar de estrategia.
También se ha dirigido a las potencias occidentales para que proporcionen aviones a Ucrania. «Si no tienen el poder de cerrar los cielos [en alusión a una zona de exclusión aérea sobre Ucrania], entonces dénme aviones», ha indicado. Ha advertido que Putin irá a continuación a por Letonia, Lituania y Estonia. Estos países son miembros de la OTAN y si son atacados por Rusia, desembocaría en una intervención de la Alianza Atlántica.
Poco después, el líder ruso intervenía en televisión, su medio favorito para dirigirse a la población. «Nunca renunciaré a mi convicción de que los rusos y los ucranios son un solo pueblo, incluso a pesar de que algunos de los habitantes de Ucrania fueron intimidados, muchos fueron engañados por la propaganda nacionalista». Putin ha insistido en que Rusia está llevando a cabo una «operación militar especial» para «desnazificar y desmilitarizar» Ucrania.
La visión de Putin es radicalmente distinta. Según el líder ruso, la operación militar en Ucrania sigue el curso previsto. «Todo va de acuerdo con el plan. Todas las tareas previstas se están resolviendo con éxito», ha dicho el presidente ruso, que este jueves ha hablado con el presidente francés, Emmanuel Macron. Tras la conversación, Macron ha confirmado que «lo peor está por llegar». Macron le ha dicho a Putin que está cometiendo un «gran error» pero Putin ha hecho caso omiso.
Putin ha rendido homenaje a los soldados rusos que han muerto en combate y ha anunciado que compensará a sus familias. «Ahora, en territorio ucraniano, nuestros soldados y oficiales están luchando por Rusia, por una vida pacífica para los ciudadanos de Donbás, por la desnazificación y desmilitarización de Ucrania, para que no podamos vernos amenazados por un derecho antirruso en nuestras fronteras que Occidente lleva años creando».
