EE.UU. se rearma ante Ucrania tras las provocaciones del Kremlin

Ante la escalada de tensión en Ucrania, el Gobierno de Estados Unidos se dispone a enviar buques de guerra al mar Negro como advertencia a Rusia de que no tolerará nuevas incursiones fuera de sus fronteras en la zona, según fuentes de la administración norteamericana y datos de tráfico marítimo en Turquía.

Mientras, la Armada de EE.UU. efectúa vuelos de reconocimiento en el espacio aéreo internacional sobre el mar Negro para seguir la actividad naval rusa y cualquier movimiento de tropas en la península de Crimea, ocupada por Rusia, y el este ucraniano. El miércoles, dos bombarderos estadounidenses B-1 realizaron misiones de reconocimiento sobre el mar Egeo, ante la creciente tensión en la zona.

El Kremlin amenazó este viernes

con reanudar las operaciones bélicas en el este de Ucrania alegando que tiene civiles a los que proteger allí, aunque son zonas ocupadas militarmente desde 2014 que la comunidad internacional considera fuera de su soberanía.

Así lo dijo el portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, Dimitri Peskov, quien según la agencia Tass dijo: «El Kremlin teme que se reanude una guerra civil en Ucrania. Y si una guerra civil, una acción militar a gran escala, se reanuda cerca de nuestras fronteras, amenazaría la seguridad de la Federación de Rusia. La escalada en curso de las tensiones no tiene ningún precedente».

Turquía confirmó ayer que EE.UU. le notificó de que los dos buques de guerra estadounidenses pasarán por el Bósforo hacia el mar Negro el 14 y el 15 de abril, y permanecerán allí hasta el 4 y el 5 de mayo. Esa notificación es en cumplimiento de los acuerdos de transporte marítimo a través del estrecho.

Rivalidad con la OTAN

Tradicionalmente, tales tránsitos de EE.UU. y otros socios de la OTAN han importunado a Moscú, que durante mucho tiempo ha boicoteado los esfuerzos de Ucrania por fortalecer los lazos de defensa con Occidente y unirse a la OTAN. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, advirtió el viernes de que el eventual ingreso de Ucrania en la OTAN «podría tener consecuencias irreversibles para el estado ucraniano», algo que supone una amenaza en toda regla.

El argumentario ruso es que en Ucrania hubo una guerra civil, y que el Kremlin intervino en 2014 para acabar el conflicto. Sin embargo, tanto Kiev como sus aliados en la OTAN, Europa y EE.UU. mantienen que Rusia simplemente se anexionó Crimea y lo intentó con partes del este ucraniano. Las fuerzas ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia han estado combatiendo en el este de Ucrania desde poco después de la anexión de Crimea. Más de 14.000 personas han muerto en el conflicto y los esfuerzos por negociar un cese de hostilidades se han estancado.

Estas nuevas tensiones son la primera prueba importante para la política exterior de Biden, después de un estreno en la Casa Blanca plagado de exabruptos con Rusia.

El mes pasado el Kremlin llamó a consultas a su embajador en Washington después de que el presidente norteamericano definiera a Putin como un asesino y le advirtiera de que pagaría las consecuencias de haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre para beneficiar a Donald Trump. La tensión en los confines orientales de Ucrania llega justo en el punto más bajo de las relaciones entre Washington y Moscú en muchos años, después de que Trump se negara a condenar a Putin por las injerencias en las elecciones de 2016, que investigaron y dieron por probadas tanto el Capitolio como un fiscal especial.

Tras la publicación de un informe de la inteligencia estadounidense que acusó directamente a Putin de haber autorizado una campaña de injerencias digitales en las elecciones para perjudicar a Biden y beneficiar a Trump, el nuevo presidente de EE.UU. fue preguntado en una entrevista por esas injerencias y dijo que Moscú «pagará las consecuencias». Después, a Biden se le preguntó si cree que Putin es un «asesino», tras la persecución y envenenamiento de líderes opositores, incluido Alexéi Navalny Biden respondió que sí, sin repetir la palabra.

Los problemas de Putin

Después, Putin autorizó el rearme en Ucrania, justo en un momento en que aumentan las infecciones y muertes por la pandemia de coronavirus en Rusia y su popularidad se desploma por las acusaciones de corrupción, en especial las de Navalny y sus socios opositores. Por su parte, según Ap, el comandante del ejército de Ucrania, general Ruslan Khomchak, dijo que cree que Rusia ha desplegado 28 grupos tácticos de batallón cerca de la frontera oriental de Ucrania y en Crimea, lo que sumaría entre 20.000 y 25.000 soldados. Los altos funcionarios rusos no han dado cifras precisas. Según el general Khomchak, Rusia también tiene casi 3.000 tropas e instructores militares en las unidades rebeldes en el este de Ucrania. El ejército ruso sólo ha confirmado que una brigada de asalto aerotransportada, alrededor de 4.000 soldados, se está reasignando a Crimea desde Volgogrado, en el sur de Rusia, este año.