«Ahora sí toca», con este lema los secretarios generales de UGT y CC.OO., Pepe Álvarez y Unai Sordo, presentaron ayer las movilizaciones contra la política económica de Pedro Sánchez y para exigir una subida del salario mínimo y la derogación de las reformas laboral y de pensiones.
Las protestas se realizarán el próximo 11 de febrero ante las subdelegaciones del Gobierno en todas las provincias españolas «manteniendo todas las medidas de seguridad y distancias por la pandemia», dijo Sordo. Avisó de que tras estas concentraciones los sindicatos comprobarán cómo evolucionan sus reivindicacione y, en función del estado de sus peticiones, continuarían con más movilizaciones.
Para justificar la derogación de la reforma laboral las centrales insisten en que la tasa de desempleo todavía es muy alta en España y el elevado grado segmentación laboral entre temporales e indefinidos impide un incremento más rápido de la productividad laboral. Explican que las empresas recurren a contratos eventuales en sectores ajenos a la estacionalidad y que esto está provocando que España registre las tasas más altas de Europa, lo que supone un obtáculo para el crecimiento económico y la cohesión social.
Recuperar la agenda social
Asegura Sordo que el Gobierno no puede aludir a una condicionalidad o intervención que en las políticas económicas por parte de Europa porque, asegura, «no existe». Dice que la prioridad ahora es hacer frente a la pandemia y alargar las políticas de protección, pero que también hay que ir poniendo el foco en la situación económica tras el Covid y por ello creen los sindicatos que es el momento de recuperar agenda social y una mesa de diálogo social sobre la negociación colectiva y la reforma laboral que quedó parada en febrero con el objetivos de eliminar los «aspectos más lesivos» de la legislación laboral.
Avisan los líderes sindicales que una vez se cierre la negociación para prorrogar los ERTE quieren que el Gobierno fije fechas para abordar las reformas laborales con materias como mejorar la estabilidad el empleo y limitar el recurso al despido, fomentar fórmulas de flexibilidad en las empresas para, de forma pactada, evitar despidos. Reclaman también una reforma de las subcontratas «Nuestra voluntan de negociación es toda, preferimos los acuerdos a los desacuerdos», dice Unai Sordo.
Sobre las pensiones, los sindicatos exigen al Gobierno que ponga «el contador a cero», en 2011, antes de la reforma emprendida por el Gobierno de Rajoy en 2013 e insisten en que no renuncian a un alza del salario mínimo «cuanto antes». Instaron por ello a Trabajo para que les presente una propuesta de subida.
