Aglomeraciones en los pasillos en algunas facultades de la Universidad de Zaragoza antes de entrar en las aulas para hacer los exámenes, desplazamientos en autobús en plena cuarta ola de coronavirus tras el periodo navideño y temperaturas por debajo de los 17 grados centígrados (el mínimo legal requerido para actividades sedentarias) que impiden concentrarse.
Estos son algunos de los temores que los estudiantes del campus público han trasladado al Consejo de Estudiantes y que han llevado a este órgano a exigir a la entidad académica «coherencia» con las últimas restricciones dictadas por Sanidad y que se plantee hacer también «una evaluación temática por motivos de seguridad y salud». Este órgano de representación estudiantil emitió este lunes un comunicado en el que pide que se respete la voluntad de los que quieren continuar con los ejercicios presenciales, pero que no se haga «oídos sordos» a la angustia que sufren otros.
Fuentes de la Universidad reconocieron este jueves que se registraron «algunos problemas puntuales en algunos centros» en los accesos a las aulas donde se desarrollaban los exámenes. Por ello, señalaron que a partir de este martes se va a poner «especial atención» para corregir esta incidencia. Además, según explicaron algunos estudiantes, hay facultades, como la de Ciencias, en las que se ha decidido abrir las puertas de las salas media hora antes para que los alumnos vayan entrando de forma escalonada y no se apiñen en los alrededores mientras esperan.
El campus público recordó que la celebración de los exámenes presenciales, que se prolongan hasta el próximo 5 de febrero, se aprobó en Consejo de Gobierno, órgano en el que hay representación estudiantil, y que la propia CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) envió un mensaje de «tranquilidad» ante el regreso del periodo lectivo con etapa de exámenes presenciales incluidos. Asimismo, indicaron que el porcentaje de alumnos que piden pruebas ‘online’ no es mayoritario.
Una apreciación esta última que no coincide con los datos preliminares que maneja el Consejo de Estudiantes a raíz de una encuesta sobre el primer cuatrimestre a la que han respondido 4.800 personas. Su presidente, Juan Guerrero, detalló que de los alumnos que han contestado solo un 23% optan por los exámenes presenciales. Un 35% admite que en algún momento ha faltado a clase por temor a infectarse.
No obstante, Guerrero subrayó que a las medidas anticovid aplicadas en la Universidad les dan una valoración media de 5,5 sobre 10, y que más de la mitad de los encuestados las califican con un 6. «A pesar de esta aceptable valoración el temor sigue existiendo, y más en estos momentos en que la incidencia se ha disparado», afirmó.
Acerca del frío que se llega a soportar en las instalaciones por la necesidad de ventilar, Guerrero apuntó que el 43% opinó que durante los exámenes iba a pasar un «frío extremo». «También es significativo que el 22% de los que han participado le dan el máximo de 10 tanto al peligro de contagio en coronavirus como a las bajas temperaturas», añadió.
El inconveniente de las gélidas temperaturas va camino de suavizarse esta semana, especialmente durante las horas centrales del día, por el aumento de las temperaturas, «pero el fresco continuará a primera hora de la mañana y según en qué centros y dependencias gran parte de la jornada», afirmó el presidente del Consejo de Estudiantes.
Las redes sociales se han hecho eco de esta situación y circulan imágenes de la semana pasada en las que se ve a los estudiantes en algunos pasillos apretujados, apuntes en mano, en el edificio de Interfacultades.
