Maduro inaugura su asamblea ilegítima y deja a Guaidó fuera de juego

Nicolás Maduro inauguró su Asamblea Nacional ilegítima, emanada de unos comicios tildados de fraudulentos por la comunidad internacional, con la que consolida el golpe final de la dictadura sobre la oposición venezolana liderada por el joven Juan Guaidó. El presidente interino y jefe del anterior Parlamento, que sigue considerándolo como el legítimo tras la aprobación de la reforma del Estatuto de la Transición que permite la continuidad de su mandato por un año más, perdió su última trinchera política, la sede física de la Asamblea Nacional, que fue arrebatada a la fuerza por los chavistas quedando desarbolado ante su principal enemigo.

Antes de que amaneciera, una comisión de la polícia política de Maduro, el SEBIN, merodeaba la casa de Guaidó en Caracas y le enviaba un mensaje directo: a partir de ahora no titubeará para apresar al líder de la oposición, una vez que según el gobierno perdió la inmunidad parlamentaria.

Este nuevo capítulo comienza con la instalación de un nuevo período legislativo para los próximos cinco años, que desde ahora el chavismo tendrá el control al ocupar 256 de los 277 escaños del pleno. La nueva Asamblea Nacional mostró sus aires de victoria al recuperar los espacios del hemiciclo de debate, tras cinco años controlados por la oposición.

Nueva era del gobierno

El flamante Jorge Rodríguez, exministro de Comunicación del chavismo, se estrena como nuevo presidente de la cuestionada Asamblea Nacional chavista. Un líder mucho más moderado que su predecesor Diosdado Cabello. El ahora diputado y jefe del bloque de la Patria en la AN ha cedido su categoría de «número dos» del régimen a Rodríguez, lo que significa una disminución de influencia en esta nueva etapa de Maduro que se presentará como un gobierno conciliador ante el mundo. Así Rodríguez se alza como el nuevo hombre fuerte y recupera el ala civil del chavismo cansada de radicalismos de un gobierno compuesto en su mayoría por militares.

Los diputados afín al régimen eligieron en la sesión a la nueva junta directiva también conformada por la exministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, que fue juramentada como primera vicepresidenta y por el líder del partido Por la Democracia Social (Podemos), Didalco Bolívar, como segundo vicepresidente. «Estamos aquí para la reconciliación política, pero sin olvido, sin impunidad. Enfrentamos crímenes que quisieron acabar con nuestro territorio y el pueblo», dijo Rodríguez, desde la tribuna de oradores.

Pérdida de respaldo interno

Minimizado su poder, al presidente encargado de Venezuela y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, no le quedó otra opción que instalar su Parlamento en una sesión telemática, después de que en diciembre los diputados que lo apoyan aprobaron un decreto de «continuidad administrativa» para extender las funciones legislativas y su cargo como líder de la Cámara.

Lo cierto es que la Asamblea a la que él quiere darle continuidad, venció este 5 de enero, como lo expresa la Constitución. En un discurso reciclado, Guaidó insistió en que en 2021 logrará deponer a Nicolás Maduro del poder, una promesa que hizo en 2019 cuando juró como presidente interino. Esta vez, el líder opositor dejó fuera de su discurso cómo será la estrategia para lograr «el cese de la usurpación», su objetivo principal desde hace dos años.

«Hagamos realidad este 2021 para lograr la transición a la democracia en Venezuela (…) Las transiciones se construyen y la hemos estado construyendo, con la capacidad de la mayoría, con nuestros aliados internacionales», dijo. De ese modo, Guaidó celebró que EE.UU., su principal aliado internacional, reconoció su Asamblea y su liderazgo. Ese mismo respaldo lo recibió el dirigente opositor por otros líderes del mundo.

El estatuto de transición, que fue aprobado el 26 de diciembre por los legisladores opositores, pretende dar continuidad a la Asamblea opositora «hasta que se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres», reza el texto del Legislativo. Sin embargo, varios parlamentarios han rechazado el acuerdo propuesto por Guaidó. Marialbert Barrios y Stalin González, decidieron el pasado lunes anunciar el «cierre de un ciclo» como parlamentarios y desconocieron la continuidad del Parlamento opositor.

El partido Acción Democrática, decidió salvar su voto en la sesión que se realizó para prorrogar hasta enero de 2022 las funciones de la AN elegida en 2015. Desde ese año, la bancada opositora estuvo conformada por 112 diputados, cuyo número se redujo en diciembre de 2019 cuando casi una veintena de diputados fue comprada por el régimen. Pese a eso, Guaidó aseguró que el acto contó con un quórum de más de 100 parlamentarios, cuando el mínimo requerido es de 84.