El Congreso de los Diputados ha aprobado este mediodía sin sorpresas el dictamen de los Presupuestos de 2021 con 188 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, PDeCat, Más País, Compromís, NC, Teruel Existe y el PRC) frente a 154 votos en contra (PP, Vox, Ciudadanos, CC, CUP, Junts, Navarra Suma o Foro), y ninguna abstención.
El resultado es un éxito político para Sánchez por cuanto aumenta los «síes» que obtuvo en su investidura: 167 integrantes de una mayoría simple. Los 188 obtenidos hoy superan con holgura la mayoría absoluta (176). «Tienen gobierno socialcomunista para rato», se jactó ayer el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en el Pleno.
Sin embargo, este resultado incluye un precio y deja ahora una deuda que Sánchez tendrá que pagar durante los tres años que quiere extender la legislatura, hasta 2023. Y los nuevos socios estables del jefe del Ejecutivo se lo han recordado este jueves en el turno final de intervenciones antes de la votación.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián ha celebrado que «el centro de gravedad del Estado ha cambiado» y que tras 40 años pactando «con el soberanismo de derechas» ahora el Gobierno «debe pactar obligadamente con el independentismo de izquierdas vasco y catalán: bienvenidos a una nueva era».
«Acabo con una advertencia a todos y todas aquellos que apostamos por la política y el diálogo conseguimos de aquí al 14 de febrero en esta campaña electoral venidera y en las que vendrán, en todas, demostramos que la política y el diálogo sirven de algo o la política no irá de políticos irá de brujos, ira de magia», ha reclamado en clara alusión a la libertad de los presos por el 1-O.
«Tenemos que hacer lo posible y lo imposible», ha continuado. «Les puedo asegurar que este país puede aguantar cosas de primero de democracia», ha apretado al Gobierno.
ERC ha pactado un amplio paquete de enmiendas con el Ejecutivo pero su reclamación fundamental es la libertad de los presos del 1-O. El Gobierno debate si llevarlo a cabo mediante la concesión de indulto o a través de una rebaja del delito de sedición, y si hacerlo antes o después de las elecciones catalanas.
Por su parte, el portavoz del PDeCat, Ferrán Bel, ha advertido que el apoyo de su partidos a las cuentas debe entenderse como un gesto de confianza y que a partir de ahora serán «exigentes» con el Gobierno. Bel ha pedido «pasos valientes y firmes» para resolver el «problema» existente en Cataluña, poniendo en valor que el 75 por ciento de los diputados catalanes han dado su respaldo a las cuentas. «No habrá excusas, esto es un ejercicio de confianza y saben lo que estamos arriesgando algunos catalanes con esto».
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha declinado intervenir este jueves. El grupo que coordina Arnaldo Otegi ha realizado una única intervención
La partida del Rey, 275 apoyos
Frente a los 188 «síes» obtenidos por la amplia mayoría de las secciones, el presupuesto referido a la Casa del Rey ha recabado un total de 275 apoyos, símbolo de que hay aritmética parlamentaria dentro del constitucionalismo.
Las cuentas serán ahora remitidas al Senado para su aprobación si no se introducen enmiendas. Si la Cámara Alta incluye cambios, los Presupuestos regresarán al Congreso y serán aprobados en un pleno extraordinario el próximo 29 de diciembre. La aprobación de este dictamen abre una nueva etapa política al convertir a los secesionistas en socios estables del Ejecutivo, con miras a introducir reformas que tendrán trasfondo territorial e institucional además de económico y social.
