Aznar pide a Casado que haga oposición «como si Vox no existiera»

Pablo Casado y José María Aznar han participado esta mañana en el Aula de Liderazgo del Instituto Atlántico de Gobierno y de la Universidad Francisco de Vitoria, en un acto titulado «España ante un cambio de régimen». En el acto, Casado y Aznar han alertado de la división del centro-derecha, y del cambio de régimen que persigue el PSOE con sus socios, a base de «vaciar las instituciones». Frente a la división, Aznar ha aconsejado a Casado que confronte con el Gobierno como si Vox no existiera, y al revés.

Aznar y Casado han empezado hablando de la fragmentación del centro-derecha, uno de los principales problemas del PP si quiere volver al poder, tal y como han reconocido los dos.

El expresidente del Gobierno tiene claro que el origen de esa fragmentación está en la situación en Cataluña. «La fragmentación conduce inexorablemente a la derrota. Y la unión puede conducir razonablemente a la victoria. Pero la fragmentación nos condena a la derrota», ha advertido Aznar.

Según el expresidente, el centro-derecha unido se llamó Partido Popular , y debe seguir llamándose igual en el futuro. Pero ha pedido a Casado que trabaje por la unidad. La fragmentación tiene dos nombres: Ciudadanos y Vox. «Y tiene el mismo origen: Cataluña». Sin nombrarle, Aznar ha culpado a las políticas de Rajoy: las fuerzas que emergen lo hacen por «defectos de algunas acciones, que una parte del electorado ve insuficientes o no representativas».

Aznar ha dado un consejo a Casado, su «jefe político»: «Pablo tiene que confrontar con el Gobierno como si Vox no existiera, y tiene que confrontar con Vox como si el Gobierno no existiera». El expresidente ha reconocido que Casado lo tiene mucho más difícil que él cuando llegó al poder.

El líder del PP, que ha destacado su coincidencia con Aznar en principios y valores, ha subrayado que su principal función es fundir el centro-derecha, porque hasta que no lo hagan «va a ser muy difícil que una alianza de izquierda y nacionalistas pueda ser derrotada».

«Refundir el centro-derecha es una necesidad nacional», ha señalado. Eso sí, ha dejado claro que «las demás formaciones políticas son las que se disfrazan del PP» e intentan imitar sus políticas. Casado quiere liderar un centro-derecha unido sin disfrazar al PP y poniéndose a la cabeza de sus principios de siempre.

«¿Puede la Constitución mantenerse en pie si el PSOE considera que España no es una nación sino un conjunto de naciones?», se ha preguntado en el curso. ¿Es viable la Constitución o es un acuerdo anacrónico?

Aznar ha explicado que hoy en España vivimos una crisis del régimen constitucional de 1978. Una multiplicidad de fuerzas de izquierdas se declaran fuera del sistema constitucional. Eso significa, a su juicio, que los pactos de la Transición han sido rotos. Este PSOE, a su juicio, ha dejado de ser constitucionalista para situarse en los márgenes de la Constitución.

¿Qué queda de fuerzas constitucionales en España? El PP y poco más, que son los que defienden la Constitución, según Aznar. El expresidente ha subrayado que el PP siempre ha sido garantía para defender la Carta Magna.

«La ruptura del régimen va a producir el intento de nombrar otro régimen distinto». A su juicio, lo que no van a hacer es una reforma de la Constitución, porque todo con lo que quieren acabar está protegido.

Van a vaciar las instituciones y dañarlas. Ese es el procedimiento que, según Aznar, van a llevar a cabo. «Se dañan cuando quienes las representan dejan de creer en ellas». Ha recordado que la Segunda República se convocaron después de las elecciones municipales de 1931. No hubo procedimiento de reforma. Cuando se llegó a ese grado de fatigamiento de un sistema, los republicanos fueron a la Puerta del Sol, abrieron el balcón y proclamaron la Segunda República. Ese es el ejemplo. «Que nadie espere que aquí los que quieren cambiar al régimen van a respetar las reglas. No se van a respetar. Van a vaciar las instituciones».

A los otros líderes del centro-derecha, Aznar les ha dicho: «Seamos conscientes de que no tenemos una crisis política normal. Estamos en un sistema de cambio de régimen. Consiste en que el centro-derecha no pueda gobernar».

Casado ha dirigido sus ataques al Gobierno, «instalado en la mentira». «El riesgo en España no es que haya un cambio de normas escritas», sino de normas no escritas. Y ha puesto como ejemplo el nombramiento de la fiscal general del Estado, exministra de Justicia hasta hace unos días. Otro ejemplo es cuando Sánchez habla de «deriva judicial», que supone hacer saltar por los aires otra norma no escrita, como es la defensa del Estado de Derecho por parte del Gobierno. «Es el vaciamiento institucional que no se ve».

«Sánchez debe destituir a Torra»

Casado se ha referido a la situación de Torra y su prevista reunión con Sánchez. Ha recordado que Torra ya no es diputado, y Sánchez no puede tener un encuentro con él. Por eso, si Torra no renuncia a la Presidencia de la Generalitat, Sánchez debe destituirlo. ¿Cómo se hace?, se ha preguntado. «Con la Constitución». Es decir, la aplicación del 155.

«La debilidad apesta»

Aznar no ha querido terminar sin referirse a Venezuela. «Me llena de vergüenza lo que hemos vivido con el presidente legítimo de Venezuela. Tengo que agradecer a Pablo Casado, al alcalde de Madrid y a Isabel Díaz Ayuso porque con su posición han salvado la situación nacional».

Respecto a la decisión de suprimir la secretaría de Estado iberoamericana, la ha tachado de «increíble». «Es algo más que un disparate. Es una expresión de una debilidad muy grande, un error muy grande. No es de extrañar que en menos de una semana nuestro vecino del sur haya extendido sus aguas territoriales hasta las Canarias». En política internacional, ha señalado, «la debilidad apesta».