El Gobierno confirma que Pedro Sánchez esperará a ERC: «No iremos a una investidura fallida»

GRAF9660 MADRID, 29/11/2019.- La ministra Portavoz en funciones, Isabel Celaá, al inicio de la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros este viernes en La Moncloa. EFE/Juan Carlos Hidalgo

El Gobierno socialista en funciones insiste en la necesidad de que la investidura de Pedro Sánchez se celebre antes de Navidad pero el presidente sólo se someterá a la confianza del Congreso cuando cuente con los votos y las abstenciones necesarias. «No iremos a una investidura fallida», ha asegurado la portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Isabel Celaá.

Esto supone que no se repetirá el esquema de julio pasado, en el que tras demorar las conversaciones con Unidas Podemos y esperar a los resultados de las elecciones autonómicas y municipales de mayo, el dirigente socialista optó por intentar ser investido en julio con la negociación con Pablo Iglesias abierta en canal. Su fracaso le impidió ser reelegido como jefe del Ejecutivo y se puso en marcha así el calendario para los comicios del 10 de noviembre.

Ahora no se elegirá este fórmula y Sánchez, según las palabras de Celaá, no irá a una nueva investidura sin antes tener atados todos los apoyos. Después de alcanzar un pacto exprés con Unidas Podemos, en apenas 24 horas tras el 10-N, el PSOE requiere ahora de la abstención de ERC para que la elección de Sánchez pueda prosperar.

Ayer representantes de los socialistas y de los independentistas celebraron en el Congreso la primera reunión oficial para acordar que los diputados de ERC se abstengan. Desde este partido ya han apuntado que no tienen prisa. Esto significa que el presidente esperará hasta alcanzar un pacto con ERC antes de fijar una fecha para el pleno de su designación.

Los negociadores de PSOE y ERC han quedado para proseguir las conversaciones el martes de la semana que viene. Esta nueva reunión genera cierto optimismo en el Ejecutivo. «Es esperanzador y se están manteniendo puentes de diálogo, si hay nuevas citas hay nuevas oportunidades y ocasión de demostrar la apuesta por la convivencia y el respeto a la pluralidad», ha subrayado la portavoz del Gobierno. «Ayer se constató que hay posibilidades de seguir conversando para llegar a un acuerdo».

Moncloa se muestra de este modo volcada en la abstención de los independentistas como vía para que haya un nuevo Ejecutivo. Celaá ha evitado pronunciarse sobre las declaraciones esta mañana del ya ministro de Exteriores, Josep Borrell, sobre que ERC no es una fuerza «progresista» y ha señalado que es «su expresión» y que «no entramos en su tipificación». También ha rechazado profundizar en por qué el PSOE vuelve a hablar de la existencia de un «conflicto político» en Cataluña, como hizo el propio Gobierno en la Declaración de Pedralbes y como le pide ERC, y no de «crisis de convivencia», que es el término que Sánchez ha usado durante estos últimos meses en los que ha intentado alejarse de los partidos independentistas. «Pensamos que hay diferencias en las formas de sentir Cataluña, de relacionarse con España, que tienen que ser resueltas, y eso es una diferencia política. Hay un problema de convivencia y un problema político».

A pesar de que dirigentes como Borrell y otros en el PSOE piden la abstención del PP la portavoz del Ejecutivo ha manifestado que «no hay condiciones» porque apenas 10 minutos después de que se conocieran los resultados del 10-N en una comparecencia en Génova se reclamó la dimisión de Sánchez. Respecto a la posibilidad de que se abstenga Ciudadanos Celaá ha dicho que «se sigue pidiendo» ya que «no hay otra opción de Gobierno alternativa a Pedro Sánchez