Las consecuencias catastróficas que un Brexit sin acuerdo puede tener para el Reino Unido, repetidas como llamada de atención por los diputados contrarios a una salida abrupta y por los partidarios de la permanencia, eran conocidas por los miembros del Gobierno británico desde el 2 de agosto. Así se supo este miércoles por la noche, cuando se publicaron los documentos de la «Operación Yellowhammer», un análisis sobre el día después de una salida caótica de la Unión Europea (UE). El pasado lunes, durante una votación en el Parlamento británico, el gran freno de Johnson en sus planes para el Brexit, salió adelante una moción que forzaba al Ejecutivo a que los papeles vieran la luz.
El texto de la «Operación Yellowhammer» se divide en varios puntos encargados de desentrañar diferentes temas, entre los que destaca la descripción casi apocalíptica que hace del futuro que aguarda a Gibraltar, de la violencia y la necesaria represión policial en las calles del Reino Unido, del aumento del precio de la electricidad para individuos y empresas y del deterioro de la seguridad, por el freno del intercambio de información de diferentes fuerzas del orden.
El punto 12, que es el encargado de analizar las consecuencias del Brexit sin acuerdo en el Peñón, toca tres temas fundamentales. El primero de ellos, el descenso en el suministro de productos básicos para el territorio, entre los que están incluidos la comida y las medicinas. «Gibraltar, debido a la imposición de controles fronterizos en la frontera con España, verá una alteración para suministrar bienes (incluidos alimentos), medicinas y el traslado transfronterizo de residuos», se lee literalmente en el documento, redactado de forma escueta y contundente.
Perjuicios económicos
No solo el estómago y la salud de los gibraltareños sufririrían por una ruptura abrupta con Bruselas. Los trabajadores fronterizos, explica el documento, junto a los residentes y los turistas, se verían obligados a padecer retrasos de más de cuatro horas durante varios meses en su paso a través de la Verja. «Los prolongados retrasos fronterizos provocarán probablemente un efecto adverso en la economía de Gibraltar», sentencia también el documento.
El tercer aspecto crítico tampoco es desdeñable. La inestabilidad política sería otra de las repercusiones de la salida con portazo propugnada por Londres sin pensar en la capacidad del resto de territorios de la Corona para seguir su ritmo. El documento lo explica así: «Hay preocupación de que Gibraltar no haya aprobado toda la legislación necesaria para un No Acuerdo, abriendo riesgos potenciales para el Gobierno de Gibraltar».
Por si fuera poco, y como contó ABC en su día, el Campo de Gibraltar vive con gran inquietud la amenaza del Brexit abrupto que impulsa Johnson para el próximo 31 de octubre. Según los últimos datos, el impacto de Gibraltar en esta comarca es de unos 700 millones de euros al año y dependen de la última colonia de la UE 15.275 trabajadores transfronterizos, 9.726 españoles.
Mención aparte merece el misterioso punto 15 del texto, que apareció publicado tapado por rayas negras en un primer momento. Según la información revelada posteriormente por una periodista de «The Sunday Times», ese apartado contiene datos referentes a la carestía de gasolina y las huelgas que podría provocar. En efecto, el Gobierno era muy consciente de la inestabilidad social que un Brexit sin acuerdo puede causar, a juzgar por el documento al que hacemos referencia.
En ese sentido, el número 13 es significativo y desde luego preocupante, porque da por hecho que se producirá un incremento de los choques violentos en el Reino Unido después del Brexit, ocasionado por las dificultades a las que se enfretará al país y la disconformidad de parte de la población con la salida, hasta el punto de que recurrir a la Policía será imprescindible. «Las protestas y contraprotestas tendrán lugar a lo largo del Reino Unido y podrían absorber bastante cantidad de recursos policiales. Puede haber también un aumento de los desórdenes públicos y las tensiones comunitarias».
El Parlamento ha asestado varias derrotas al Boris Johnson, por la oposición de los diputados, incluso de los de su propio partido, a respaldar una salida de la UE sin acuerdo. Los temores a ese Brexit abrupto se relacionan con las trágicas consecuencias que puede conllevar para el Reino Unido, posiblemente abocado a una desplome de su economía. Con la revelación de estos documentos, el «premier» tendrá que dar explicaciones y enfrentarse a las críticas de la oposición, tanto interna como externa.
Piden dimitir a Johnson
Las primeras reacciones han venido del Partido Laborista.
El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, ha respondido a la publicación de estos documentos acusando Johnson de querer «beneficiar a sus amigos adinerados», con una salida abrupta de la Unión, siendo los más castigados «aquellos que menos pueden pagarlo».
El diputado Keir Starmer ha señalado los graves riesgos de un Brexit abrupto: «Estos documentos confirman los graves riesgos de un Brexit sin acuerdo, que los laboristas han trabajado para bloquear».
«Es completamente irresponsable que el gobierno haya tratado de ignorar estas advertencias severas y evitar que el público vea la evidencia», continuaba Strarmer. Además, pedía la inmediata dimisión de Boris Johnson ya que «ha sido deshonesto con el pueblo británico sobre las consecuencias de una Berxit sin acuerdo».
También, la secretaria del Interior en la sombra, Diane Abbott, ha acudido a Twitter para responder al lanzamiento de la «Operación Yellowhammer» denunciando la «evidencia de falta de seguridad que habría en el país si se cumple un Brexit caótico».
Por parte de los «tories», el exministro de educación Sam Gyimah, uno de los 21 rebeldes conservadores ha acusado al gobierno de querer minimizar el documento filtrado en agosto.
