Los equipos negociadores han llegado a un acuerdo para la salida ordenada del Reino Unido de la UE, avalado por la primera ministra británica, Theresa May. El hecho de que ese acuerdo haya sido desvelado por un diario alemán ha obligado a la convocatoria urgente de una reunión en Bruselas de los embajadores de los otros 27 países miembros, a media tarde del domingo, para clarificar la situación y para anticipar la reunión de mañana lunes de los ministros de Exteriores en Luxemburgo, que debería perfilar los últimos detalles. El negociador británico, Dominique Raab, también se ha desplazado a toda prisa a la capital comunitaria para participar en las reuniones.
En el momento de conocerse la reunión extraordinaria de los embajadores no se había difundido ningún detalle esencial del acuerdo, aunque en medios bien informados de Bruselas se da por hecho que incluye que el Reino Unido permanecería durante un periodo transitorio en la unión aduanera europea, lo que serviría para resolver el complicado problema de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
También se incluiría un mecanismo de reserva para el caso de que el Reino Unido abandone esa unión aduanera y que consistiría en establecer ciertos controles en la circulación de mercancías entre la isla de Gran Bretaña y la provincia de Irlanda del Norte.
De confirmarse estos extremos, hay muchas posibilidades de que los partidarios del Brexit duro no acepten este acuerdo.
Por parte europea, la fecha límite está en la cumbre que empieza este miércoles por la tarde con una cena y que continúa el jueves en Bruselas. La fecha es importante, porque marca el comienzo del calendario de ratificaciones necesarias para que este acuerdo entrase en vigor antes del próximo 29 de marzo.
Pero la ratificación más compleja puede ser la que le corresponde al parlamento británico, donde no se vislumbra una mayoría para ninguna de las opciones, ni el acuerdo que propone May, ni la salida sin acuerdo ni la convocatoria de un segundo referéndum.
David Davis llama a la rebelión contra May
Entre tanto, el exministro del Brexit David Davis manifestó este domingo su oposición desde las páginas del dominical «The Sunday Times».
En un artículo recogido por Efe, Davis pidió este domingo a los ministros que ejerzan «su autoridad colectiva» y se rebelen contra los planes de May y reconoció que la idea de la unión aduanera es inaceptable porque hay peligro de que una situación temporal pueda convertirse en permanente, lo que impediría al Reino Unido negociar acuerdos comerciales con otros países.
La primera ministra celebrará una reunión del Gobierno entre conjeturas acerca de posibles dimisiones por estas nuevas propuestas sobre la unión aduanera temporal.