Reino Unido, preparado para una solución no negociada si fracasan las negociaciones sobre Gibraltar

GRAF3817. LA LÍNEA DE LA CONCEPCIÓN (CÁDIZ), 31/12/2020.- Ciclistas pasan por la frontera con Gibraltar, en la Línea de la Concepción, Cádiz, este jueves. El peñón y el Campo de Gibraltar llegan al último día del año sumidos en la incertidumbre sobre las posibilidades de que se alcance un acuerdo antes de que esta medianoche expire el plazo dado para que España, Reino Unido y Gibraltar dibujen el futuro del anclaje de la colonia británica fuera de la Unión Europea. EFE/A.Carrasco Ragel.

Pese a que la consumación del Brexit se produjo finalmente en diciembre del año pasado, más de cuatro años después del referéndum en el que la mayoría de los británicos lo aprobaron, lo cierto es que se ha convertido en el cuento de nunca acabar. En un capítulo más de esta novela sobre un divorcio, Reino Unido está preparado para el fracaso de las negociaciones con la Unión Europea sobre Gibraltar, cuyas relaciones quedaron fuera del acuerdo del Brexit, y está preparándose para una solución no negociada. Así lo confirmó la secretaria de Estado británica para Europa y las Américas, Wendy Morton, quien aseguró ante los parlamentarios el miércoles que aunque es «importante» intentar avanzar en las conversaciones sobre el estatuto de este territorio en esta era post-Brexit, lo cierto es que, advirtió, «es igualmente importante que al mismo tiempo hagamos preparativos en ese sentido».

Estas declaraciones llegan mientras Londres sigue rechazando el mandato de la Comisión Europea publicado en julio, por considerar Morton que «socava la soberanía del Reino Unido sobre Gibraltar y no puede ser la base de las negociaciones», por lo que indicó que es necesario que las autoridades comunitarias «resuelvan lo que consideramos defectos en el borrador del mandato». Hasta el momento, una frontera dura entre Gibraltar y España ha podido ser evitada gracias al acuerdo de última hora al que llegaron Madrid y Londres en el 2020, pero que solo supuso una solución temporal mientras se llega a un pacto internacional definitivo.

En todo caso, las conversaciones no pueden comenzar hasta que los Veintisiete aprueben el mandato, que contiene algunas cuestiones polémicas que el gobierno británico no acepta, como el hecho de proponer que sea España quien emita los visados o permisos de residencia en el Peñón o tomar decisiones sobre solicitudes de asilo. Asimismo, en su opinión, «ignora el papel crucial» de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, en la realización de los controles Schengen al proponer que sean funcionarios españoles quienes lleven a cabo esa labor y también «sobreinterpreta significativamente el marco al proponer una aplicación a gran escala de la legislación de la UE, que es totalmente desproporcionada con respecto a la pequeña escala de bienes que fluyen realmente entre Gibraltar y la UE».

«Los gobiernos del Reino Unido y Gibraltar están trabajando muy, muy de cerca para asegurarse de que tengamos planes sólidos y de que estemos bien preparados para cualquier eventualidad», aseguró Morton al Comité de Control Europeo de la Cámara de los Comunes, y añadió que «eso incluye» la posibilidad de «encontrarnos» en un punto «sin acuerdo». La secretaria de Estado explicó que «en marzo tuvimos el consejo ministerial conjunto de Gibraltar en el Reino Unido y luego se emitió una declaración, acordada entre el entonces secretario de Relaciones Exteriores y el primer ministro (Fabian) Picardo, en la que se acordó un enfoque conjunto para el avance de las negociaciones» y aseveró que »estamos comprometidos» con un tratado que «salvaguarde la soberanía británica de Gibraltar, que también apoye la prosperidad de Gibraltar y la región circundante». En todo caso, aún si no hay acuerdo, «el Reino Unido respaldará completamente a Gibraltar y su gente y su economía en cualquier escenario», afirmó Morton.