Merkel pide a Turquía que se implique militarme en Afganistán

Alemania está ya retirando sus últimos mil soldados de Afganistán y desea preparar el terreno para que no se produzca un peligroso vacío de presencia pacificadora en el país. La ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK), declaró durante una visita oficial a Estambul que Berlín apoya la intención de Turquía de fortalecer su rol en Afganistán una vez que la OTAN se vaya retirando. «Una vez que se haya completado la misión de la OTAN, habrá que garantizar la seguridad de los representantes diplomáticos, para que puedan realizarse trabajos de infraestructuras e inversiones», dijo AKK, en presencia de su homólogo turco Hulusi Akar y refiriéndose concretamente a garantizar la seguridad del aeropuerto de Kabul. «Hemos estado de acuerdo en que el primer paso será proteger las misiones diplomáticas y en que en una primera fase habrá que proteger el aeropuerto de Kabul y las infraestructuras básicas. Y le he dicho que estaríamos agradecidos si Turquía da pasos para asumir un importante rol en esa tarea», informó la ministra alemana, que añadió que «no hablamos de combates, si hubiera problemas deberán resolverse en el marco del derecho internacional».

La canciller Merkel trató este asunto este viernes con Macron, en la cena que ambos compartieron en Berlín y con la que reanudan los contactos presenciales, sustituidos por videoconferencias desde que la pandemia impedía los viajes. Ambos desean llevar también la cuestión al próximo Consejo Europeo de los días 24 y 25 de junio, en el que consideran como dos grandes desafíos las relaciones con Rusia y con Turquía. «Por una parte, hay todavía desacuerdos, por otra dependemos todos los unos de los otros», avanzó la dificultad del debate europeo, «pero hay aspectos que de cualquier forma hemos de tratar juntos, como la cuestión de la inmigración, o la cuestión del futuro de Libia y el futuro de Siria». «Estoy plenamente de acuerdo con todo lo que ha dicho la canciller al respecto», respaldó su posición Macron, «en relación con Turquía hay que aclarar las posiciones de países europeos, Grecia y Chipre, así como una posición europea común estratégica sobre el Mediterráneo Oriental y en lo que respecta a Libia y el Cáucaso».

Merkel y Macrón tendrán ocasión también de volver a hablar sobre el asunto con el máximo representante de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, que se reunirá con los dos por separado la próxima semana para terminar de ajustar posiciones después de la visita de Joe Biden a Europa. Turquía y Rusia formarán parte de esa agenda.

Pasos en el buen camino

El reencuentro de los jefes de Gobierno de Alemania y Francia, tres años después de que hiciesen aquel altisonante anuncio de su intención de «refundar Europa», ha servido para hacer balance del propósito formulado en Meseberg, el 19 de junio de 2018. Ambos se han felicitado por los progresos y, aunque reconocen que la pandemia se ha cruzado en el proyecto, consideran que «se han dado muchos pasos en el buen camino». El balance, en términos de prosperidad, de seguridad y de tecnología «es positivo», asintieron los dos. Precisamente la pandemia «nos ha llevado a desarrollar nuevos mecanismos de coordinación, que todavía no son perfectos pero que funcionan», señaló Merkel. Ambos insistieron en la necesidad de «mantener una estrecha vigilancia ante las nuevas mutaciones» y la canciller alemana se refirió expresamente a la variante Delta, «mucho más agresiva y contagiosa». En este sentido, apuntó que la evolución de la pandemia es alentadora, «pero la experiencia del Reino Unido nos obliga a mantener la alerta».

En este punto de las declaraciones, los periodistas destacados en la Cancillería de Berlín quisieron saber la opinión de los dos sobre el hecho de que el final de la Eurocopa, según lo previsto hasta ahora, vaya a jugarse en Londres. «Bueno, pues ya que Francia ha ganado el último partido, que conteste a esto Emmanuel», se zafó Merkel, que por cierto unos minutos más tarde confesó a los mismos periodistas, ya en el pasillo, que verá hoy el partido de Alemania pero por televisión, dado que la pandemia hace desaconsejable el viaje. «Estamos observando la evolución de la variante Delta en Reino Unido y está claro que debemos mantener muy alta la vigilancia para evitar la extensión de estas mutaciones», coincidió Macron, que recordó que su país mantiene las máximas restricciones a los viajeros procedentes de Reino Unido, igual que sigue haciendo Alemania. Macron explicó que, en todo caso, «algunos países han abierto sus fronteras antes por razones relacionadas, con el sector turístico y es posible que tengan que volver a cerrarlas», dijo en referencia velada a Portugal, «pero es importante que los países coordinen esas reaperturas de fronteras» y señaló que debería ser la ONU la que coordinase a nivel global los cierres con criterios fijos. «Nosotros en la UE carecemos de información fidedigna sobre los índices de vacunación en otros países extracomunitarios o sobre la incidencia de las mutaciones en otros continentes», reforzó Merkel su argumento acerca de que se ocupen de establecer criterios las organizaciones internacionales con mayores recursos.

Viaje de Biden a Europa

Más tarde, durante la cena, ambos tuvieron ocasión de poner en común sus impresiones sobre el reciente viaje de Joe Biden a Europa, todas ellas muy positivas. Estuvieron de acuerdo en el «nuevo clima de cooperación» percibido y se felicitaron por la presencia pacífica y atlantista de la nueva administración estadounidense. Merkel se molestó en señalar que, en esta nueva relación más cercana con Washington, no priman las relaciones bilaterales entre Washington y París o entre Washington y Berlín, sino la relación estratégica en la OTAN y en el G-7. «La creciente fuerza china en el Pacífico es un reto y eso significa que los europeos tenemos que mostrarnos más fuertes y que debemos asumir determinadas tareas», dijo la canciller alemana, que mencionó expresamente el avión FCAS, en el que participa España.

Otra de las posiciones conjuntas que defenderán en el Consejo Europeo será la de mantener abierto el diálogo con Rusia, a pesar de las grandes diferencias sobre cuestiones de seguridad y los conflictos en Ucrania y Siria según Merkel. «Rusia es un gran desafío para nosotros, pero también es un vecino continental de la UE y debemos asegurarnos de que se detengan todos los ataques híbridos», subrayó, «necesitamos el diálogo con Rusia si queremos seguridad y estabilidad en la UE, por difícil que resulte». «Acabamos de ver al presidente de Estados Unidos reunirse con el presidente de Rusia y mantener un diálogo abierto, que es muy importante para nosotros los europeos. ¡Hagamos lo mismo!», añadió.