PP y Vox no se ponen de acuerdo en la defensa del castellano en las aulas como lengua vehicular

El PP vota en contra de la proposición de sus socios de investidura y plantea su propio texto. Justifica su decisión en que el texto no responde al pacto alcanzado

El PP se desmarca de la reforma educativa «unilateral» de Vox que ahora pide «cargarse» el Decreto de Mínimos: «Se acordó que las dos lenguas fueran vehiculares»

Vox se ha quedado solo este martes en el Parlamento balear en la defensa de su proposición de ley para modificar la actual Ley de Educación y reconocer el castellano como lengua vehicular en la enseñanza, al mismo nivel que el catalán. La iniciativa ha sido rechazada con los votos en contra del PP, del PSIB-PSOE y de los grupos nacionalistas, que han coincidido en criticar tanto el fondo como la oportunidad política del planteamiento de la formación de derechas.

El resultado ha puesto de manifiesto las tensiones que persisten entre los populares y Vox, sus socios parlamentarios, apenas unas horas después de que el PP registrara en solitario su propia proposición para modificar la Ley de Educación e incluir la vehicularidad de las dos lenguas oficiales. Una maniobra que Vox ha interpretado como una «jugada sucia» y una «deslealtad», mientras que el PP la defiende como un paso «coherente» con los acuerdos de gobernabilidad alcanzados.

El diputado de Vox Sergio Rodríguez ha sido el encargado de defender la proposición rechazada. En su intervención ha asegurado que «hoy es un día triste, porque se vota en contra de la libertad». «Que lo haga la izquierda está en su ADN, pero que lo haga un partido que se hace llamar liberal, no lo entendemos», ha lamentado. Rodríguez ha invocado argumentos jurídicos y pedagógicos para respaldar su posición: «Tanto la Unesco como la Convención de los Derechos del Niño consideran fundamental la educación en la lengua materna. Las lenguas no tienen derechos; los derechos son de las personas, de los niños a ser educados en su lengua materna y de los padres a poder elegir esa lengua».

El diputado ha insistido en que Vox «defiende el derecho de los ciudadanos españoles a educarse en la lengua oficial del Estado» y ha considerado que la propuesta presentada por el PP el lunes es «un cambio vacío». Para Vox Baleares, cualquier garantía real de la vehicularidad del castellano pasa por modificar el Decreto de Mínimos, que actualmente obliga a impartir al menos un 50 % de la enseñanza en catalán, pero no fija un máximo, y por revisar la «sacrosanta autonomía de los centros». Ambas cuestiones son consideradas por el PP como líneas rojas.

Desde las filas populares, la diputada Marga Durán ha defendido el voto en contra de su formación argumentando que «la lengua no puede ser una bandera para enfrentar a los ciudadanos» y que su grupo «mantiene la palabra dada» al cumplir lo pactado con Vox en el acuerdo presupuestario. Según Durán, la proposición presentada por su formación el lunes recoge el espíritu de ese pacto al blindar la vehicularidad de las dos lenguas oficiales, sin alterar el equilibrio actual ni abrir una nueva batalla lingüística.

«Despropósito»

El PSIB-PSOE ha calificado la iniciativa de Vox de «despropósito» y «disparate», y la ha interpretado como «un nuevo ataque al catalán». Acusan al PP de haber convertido la lengua «en moneda de cambio» por su dependencia de los votos de Vox para sacar adelante los presupuestos autonómicos.

Por su parte, los nacionalistas de Més per Mallorca, han acusado a Vox de pretender relegar el catalán «a un papel secundario y decorativo», así como querer «segregar a los alumnos en función de la lengua elegida».

El debate ha servido para visualizar, una vez más, el pulso político entre los dos partidos de la derecha. Mientras Vox reclama medidas inmediatas que garanticen la presencia equilibrada del castellano en las aulas, el PP opta por una vía más gradual, consciente de la sensibilidad social y jurídica de un asunto que históricamente ha generado divisiones en Baleares.

La propuesta de Vox ha sido finalmente rechazada, pero el debate sobre el modelo lingüístico balear seguirá vivo en el Parlamento, donde en las próximas semanas se discutirá la iniciativa presentada por el PP. Desde la oposición ya han avanzado que tampoco la apoyarán, por lo que el consenso en torno a la enseñanza en las dos lenguas oficiales parece, por ahora, tan lejano como al inicio de la legislatura.