Los neurocientíficos piden más inversión para investigar el cerebro: «Es apostar por nuestro futuro»

La Sociedad Española de Neurociencia (SENC) ha lanzado un manifiesto en el que hace un llamamiento a las instituciones públicas, entidades privadas y a la sociedad.

«España cuenta con una sólida tradición y una comunidad neurocientífica de excelencia, heredera del legado de Santiago Ramón y Cajal, que nos sitúan en una posición privilegiada para liderar este avance global». Con este mensaje, la Sociedad Española de Neurociencia (SENC) ha presentado el Manifiesto por la investigación del cerebro, una iniciativa destinada a promover el reconocimiento del cerebro como «uno de los grandes desafíos científicos y sociales del siglo XXI». «Invertir en neurociencia es apostar por nuestro futuro», indican.

No en vano, avanzan desde esta sociedad, los recientes avances tecnológicos han abierto una nueva era en la neurociencia, con implicaciones profundas para la salud, la educación y la economía.

El presidente de la Sociedad Española de Neurociencia, Carlos Matute, reconoce que este manifiesto persigue hacer un «llamamiento» a las instituciones públicas, entidades privadas y a la sociedad en su conjunto con un triple objetivo: «reforzar la inversión en investigación neurocientífica, fomentar la colaboración internacional y potenciar la transferencia de conocimiento y tecnología al servicio de la ciudadanía». Porque, según añade: «Investigar en cerebro es apostar por nuestro futuro».

En este sentido, el manifiesto destaca el «valor estratégico, humano y social de la investigación del cerebro, esencial para el desarrollo presente y futuro del país, y pilar fundamental de las políticas de ciencia, innovación y salud».

«El cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo -señalan los neurocientíficos-. Es la base de nuestra identidad, conducta y bienestar. Comprender su funcionamiento y sus alteraciones no solo supone un reto científico apasionante, sino también una prioridad urgente para afrontar problemas de salud que afectan a millones de personas, como las enfermedades neurodegenerativas, psiquiátricas y del neurodesarrollo, la epilepsia, el dolor crónico, los traumatismos cerebrales, las patologías inflamatorias y vasculares del sistema nervioso o la esquizofrenia. Además, comprender el cerebro sano es fundamental para potenciar el capital cerebral, un recurso clave para el bienestar, la competitividad y la capacidad de innovación del país».

En el contexto del aumento de la longevidad de la población, además, la investigación en Neurociencia es «imprescindible para promover la salud cerebral y un envejecimiento activo y saludable, prevenir la dependencia y garantizar la sostenibilidad del sistema de bienestar».