De ‘esquiador secreto’ a tenista «aficionado»: la pasión deportiva que marca a dos Papas

Dos estilos, dos épocas, pero una coincidencia llamativa: tanto Juan Pablo II como León XIV han hecho del deporte un interés reconocido, incluso desde el Vaticano

Ya son muchas las voces que dicen que hay un gesto facial de León XIV que recuerda al de Juan Pablo II. La curiosidad es que, sea o no cierto para algunos, a los dos les une una afición insólita para muchos: el deporte.

Como era de esperar, el mundo entero se puso a investigar quién era el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost cuando fue escogido como sucesor de Pedro. Su vida, sus gustos y sus aficiones salieron a la luz. Y el mundo del deporte no se quedó al margen: León XIV mostró un interés especial por varias disciplinas, aunque por encima de todas destaca el tenis.

León XIV y su «excelente revés»

«Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú, he tenido pocas oportunidades para practicarlo, así que estoy deseando volver a la cancha», confesó Prevost en una entrevista para The Augustinian Order.

Pero sus obligaciones como prefecto del Dicasterio para los Obispos no le dejaron mucho tiempo libre para su deporte favorito. Ahora, como León XIV, difícilmente podrá retomar su pasión. La parte positiva es que el Papa también disfruta «leyendo, dando largos paseos y viajando, conociendo y disfrutando de lugares nuevos». «Me relajo con amigos y disfruto conociendo a una gran variedad de personas», afirmó el cardenal, algo que ahora podrá cumplir con más facilidad, ya que su propia agenda como Papa se lo exigirá.

No muchos han tenido la suerte de verle jugar, pero quienes lo han hecho, como recogió la Gazzetta dello Sport, destacaron que cuenta con «un excelente revés y es un competidor formidable». Además, apenas una semana después de ser elegido Papa, recibió en el Vaticano a Jannik Sinner, el joven italiano quien actualmente lidera el ranking de mejores tenistas del mundo. Durante el encuentro, mostró un interés sincero por el torneo que se disputaba en Roma y alentó al campeón con un cariñoso «Coraggio!».

Jannik Sinner le regala su raqueta al Papa León XIV

Jannik Sinner le regaló su raqueta a León XIVEFE

El polifacético Juan Pablo II

Pero si León XIV es un amante del tenis, Juan Pablo II llevó la pasión deportiva a otro nivel, siendo quizá el Papa más activo deportivamente de la historia reciente. Durante sus 27 años de pontificado, Karol Wojtyla no dudaba en aprovechar sus días libres para practicar deporte.

Claudio Paganini, director espiritual del Centro Deportivo Italiano, reveló en 2011 que el Papa se ‘escapaba’ los martes —la jornada en la que los Papas no suelen tener audiencias— para esquiar en distintos puntos de Italia, como los Apeninos abrucenses, llegando a hacerlo hasta en 115 ocasiones.

San Juan Pablo II paseando por los lagos de Covadonga, en Asturias

San Juan Pablo II paseando por los lagos de Covadonga, en Asturias EFE

Joaquín Navarro Valls, su portavoz durante 22 años, confirmó en una entrevista que Juan Pablo II solía salir en coche durante horas para deslizarse por la nieve. «Iba en un vehículo sin matrícula vaticana para pasar desapercibido», relató.

Pero su afición no se limitaba al esquí. Wojtyla fue también un apasionado del senderismo y el kayak. Para él, la fe, la cultura y el deporte eran inseparables. «Un hombre como él demuestra que el deporte es clave en la formación. La plenitud llega al unir actividad física, oración y cultura», subrayó Paganini.

León XIV también lo dejó claro este domingo pasado durante la misa para el Jubileo del Deporte: este no es solo competición, sino un puente entre personas y culturas. Desde el interior de la basílica de San Pedro, afirmó que el deporte una forma de entrega a los demás «por el propio crecimiento, por los aficionados, por los seres queridos, por los entrenadores, por los colaboradores, por el público, incluso por los adversarios», señaló. Y añadió: «Si se es verdaderamente deportista, esto vale independientemente del resultado».