Stellantis Figueruelas perderá casi 600 empleos por la caída de la producción

La planta prescindirá de personal temporal de aquí a otoño al reducirse el ritmo de fabricación, sobre todo por la marcha de dos modelos, pero se mantienen unas altas expectativas a medio y largo plazo

Vienen curvas para la industria del automóvil en Aragón. Se avecina un ciclo de vacas flacas como consecuencia de los problemas coyunturales que vive el sector, con un mercado de la movilidad eléctrica que ha entrado en barrena en cuanto a ventas, y por la propia reordenación productiva que afronta la fábrica de Stellantis de Figueruelas.

 Las turbulencias se van dejar sentir en el empleo, pero todo apunta a que será un bache coyuntural. La planta aragonesa ha comenzado ya a reducir el ritmo de fabricación, sobre todo debido a que dejará de ensamblar dos vehículos –Aircross y el Crossland– a mediados de julio. Como resultado, de aquí a otoño se perderán en torno a 600 trabajadores temporales, 350 de ellos en este mismo mes de junio.

La merma de mano de obra afecta al personal eventual, trabajadores con contratos temporales que se incorporaron el pasado año en varias oleadas para afrontar el repunte de la actividad que afrontaba entonces la factoría, con el lanzamiento de dos nuevos vehículos, el Peugeot 208 el pasado octubre y el Lancia Ypsilon hace apenas dos meses, ambos de motorizaciones eléctricas e híbridas. El volumen de plantilla recuperará así el nivel que tenía hace un año, antes de que se produjera este pico productivo.

El primer paso en la desaceleración de la actividad ha llegado esta semana. El turno de noche ha reducido el ritmo de montaje a la mitad –de 60 a unos 30 coches a la hora, aproximadamente–, lo que ha obligado a trasladar a 200 trabajadores a un equipo diurno. 

La planta parará tres semanas por las vacaciones de verano, a partir del 26 de julio. Unos días antes se detendrá la línea uno, la del Aircross y Crossland. Esto hará que una parte de los trabajadores –unos 300– inicien antes el descanso estival. La actividad se retomará el 19 de agosto con un ritmo de fabricación de casi 1.500 vehículos al día frente a los 2.000 actuales, un 26% menos. A nadie se le escapa que Stellantis Figueruelas ha vivido en los últimos nueves meses un periodo excepcional, con el lanzamiento en poco tiempo de los dos vehículos ya mencionados. Esto ha hecho que desde la primavera se estén produciendo de forma simultánea cinco modelos de coches de cuatro marcas diferentes, algo inédito en los más de 40 años de historia de la instalación fabril.

Esta variedad de productos surgió al retrasarse varios meses la marcha de los SUV urbanos Opel Aircross y el Citroën C3 Crossland, que dejarán de ensamblarse en tierras aragonesas a partir de la tercera semana de julio, algo que inicialmente estaba previsto para abril. Las próximas generaciones de estos dos vehículos se harán en la planta de Trnava (Eslovaquía) a partir de verano de 2024, como estaba previsto desde hace ya tiempo.

Con todo, Figueruelas sigue en sus cadenas de montaje con tres modelos de tres marcas distintas: el Lancia Ypsilon, el Opel Corsa y el Peugeot 208. No hay que olvidar además que el primero se encuentra en pleno lanzamiento, con una cadencia de fabricación que podría ir in crescendo, y los otros dos son los coches más vendidos del grupo en Europa, lo que dar una cierta estabilidad a una planta que goza además de una gran reputación en el grupo. Entre otros motivos, por la flexibilidad de la que ha demostrado tener a la hora de asumir de asumir retos productivos.

Aunque la pérdida de los 600 empleos temporales era algo ya previsto, la situación inquieta a los sindicatos, pero sin caer en el alarmismo. «Por desgracia son trabajadores que ahora mismo no pueden continuar», apunta Sara Martín, responsable de UGT en Stellantis Figueruelas, quien pide a la empresa que «tenga muy en cuenta a este colectivo para que vuelva lo antes posible».

En este sentido, destaca que algunos de los empleados temporales que sí han logrado entrar a formar parte de la plantilla fija a través de los contratos de relevo de carácter indefinido que se han ido firmando. «Es cierta medida es preocupante, pero no podemos olvidar que tenemos la cobertura de un convenio nos garantiza futuro a largo plazo», concluyen desde CCOO.

Las organizaciones sindicales mantienen su confianza en el futuro de la fábrica a medio y largo plazo, un porvenir avalado por el convenio colectivo pactado hace dos años. En el horizonte se adivina la implantación en este centro de una de las nuevas plataformas de producción del grupo automovilístico, la STLA Small, especializada en vehículos eléctricos de pequeño tamaño. Esto blindaría la producción y la viabilidad más allá de 2030.

También se espera la construcción de una gigafactoría de baterías junto a la fábrica de la Ribera Alta del Ebro, un proyecto casi atado a la espera de que se maximicen las ayudas del Ministerio de Industria a través del Perte VEC III. El resultado de la última convocatoria de subvenciones se conocerá este verano, un resultado determinante para amarrar una inversión que rondaría los 3.000 millones de euros, los cuales se sumarían los más de 1.000 que la compañía prevé destinar a la electrificación de la factoría aragonesa.

Aranceles: Fabricar coches chinos en Europa

El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, reconoce que están valorando la posibilidad de traer a Europa parte de la producción desarrollada de manera conjunta con la china Leapmotor para evitar la aplicación de los aranceles a las importaciones propuestas por la Comisión Europea. Este anuncio es una reafirmación de lo que ya dijeron los directivos de sendas empresas automotrices el mes pasado.

Ambas compañías habían anunciado el inicio de la comercialización de los primeros coches de la joint venture anunciada en octubre de 2023 tras la inversión de 1.500 millones de euros de Stellantis en el 21% de Leapmotor. Los modelos T03 y C10 serán los primeros en llegar a Europa y se presentará un coche nuevo cada año durante los tres próximos.

Dentro de esta hoja de ruta, la empresa ha dejado ver que su planta en Tychy (Polonia), donde actualmente se fabrica el Jeep Avenger, podría ser un emplazamiento potencial en el que podrían construirse estos vehículos.