El Mercado de las Tres Culturas concluye este domingo
Faltan unas horas para que caiga el sol en Zaragoza. Os Fillos d’o Sobrarbe conquistan a un numeroso grupo de visitantes que, atraídos por su música folk y medieval, no apartan su mirada y hacen corrillo a sus protagonistas en la plaza San Bruno. A escasos metros, junto a la Seo, tiene lugar una escena itinerante: Hércules y Caco por Aragón. La sintonía es la misma, otro grupo de gente rodea a los actores mientras el bullicio de los puestos de artesanía es constante.
Parece un momento aislado, pero esta ha sido la tónica del Mercado de las Tres Culturas que ha vuelto este fin de semana a Zaragoza. Durante tres días, ha vuelto a servir de deleite de miles de zaragozanos y visitantes que se mantienen fieles a una cita que no para de ganar adeptos. Y es que con esta cita cultural se rememora la historia y el pasado de la capital aragonesa, lugar en el convivieron en su tiempo las culturas judía, cristiana y musulmana.
Si bien los actos musicales o teatralizados, que parecen improvisados, acaparan la atención en cada esquina y en cada plaza de un mercado medieval que abarca desde el Pilar, el entorno de la Seo e, incluso, el balcón de San Lázaro al otro lado del puente de Piedra, los puestos de artesanía, agroalimentación y todo tipo de creaciones son también siempre de lo más demandado.
Ahora tan solo quedan por delante unas horas para que esta puerta de nuestra historia cierre sus puertas este domingo a medianoche y se despida hasta el año que viene. Sin embargo, todo aquel que lo desee todavía tiene tiempo de recorrer una última vez este mercado medieval, no sin antes recordar que cualquier espacio es bueno para recrear una justa de caballeros o sufrir con las audacias de Fakir Testa.
