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El Papa Francisco cede de nuevo la lectura de su catequesis: “Estoy un poco resfriado”

El Papa Francisco ha reaparecido este miércoles en la audiencia general después de cancelar su agenda el pasado lunes debido a su estado de salud, que aún le ha impedido leer de propia voz la catequesis sobre la envidia y la vanagloria prevista para hoy dentro del ciclo dedicado a los vicios y virtudes.

“Queridos hermanos y hermanas. Todavía estoy un poco resfriado, por eso he pedido a Mons. Ciampanelli que lea la catequesis de hoy”, ha explicado el Papa Francisco a los fieles presentes en el aula Pablo VI al inicio de la audiencia.

No es la primera vez que Mons. Ciampanelli se hace cargo de la lectura de la catequesis en una audiencia general. Así lo hizo en noviembre de 2023, tras la cancelación del viaje a Dubai y a inicios del pasado mes de diciembre. El Papa Francisco también se vio obligado a repartir el discurso previsto a los participantes en un simposio universitario el pasado 12 de enero.

El pasado sábado la Oficina de Prensa del Vaticano anunció la suspensión de actividades del Papa debido a “un leve caso de gripe”. Tras rezar públicamente el ángelus el domingo, el lunes volvió a cancelar su agenda ya que persistían “síntomas leves parecidos a la gripe, sin fiebre”.

Envidia y vanagloria

En la catequesis, el Papa Francisco expone la envidia es “uno de los vicios más antiguos”, como se refleja en el pasaje del asesinato de Abel a mnos de Caín, recogido en el Génesis:  “El rostro del envidioso es siempre triste: su mirada está abatida, parece estar continuamente observando el terreno, pero en realidad no ve nada, porque su mente está absorta en pensamientos llenos de malicia”.

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El Papa ha alertado de que la envidia “si no se controla, lleva al odio del otro” y se trata de un vicio en cuya raíz “está una falsa idea de Dios: no se acepta que Dios tiene sus propias ‘matemáticas’, distintas de las nuestras” como se explica en la parábola de los trabajadores que llegaron a diferentes horas a la viña. “Nos gustaría imponer a Dios nuestra lógica egoísta, en cambio la lógica de Dios es el amor”, ha añadido a este respecto.

Sobre la vanagloria, el Papa Francisco ha afirmado que “va de la mano con el demonio de la envidia, y juntos estos dos vicios son característicos de una persona que aspira a ser el centro del mundo, libre de explotar todo y a todos, objeto de toda alabanza y amor”.

Tras afirmar que “la vanagloria es una autoestima inflada e infundada” y quien la padece “es un perpetuo mendigo de atención” que “se enfada ferozmente” cuando los demás no le reconocen sus cualidades.

Para el Pontífice, “el mal de la vanidad tiene su remedio en sí mismo: la alabanza que el vanidoso esperaba cosechar del mundo pronto se volverá contra él”.

“La instrucción más hermosa para superar la vanagloria se encuentra en el testimonio de San Pablo”, prosigue la catequesis. Así, tras pedirle a dios que le librase de un defecto, Jesús le respondió: “Te basta con mi gracia porque la fuerza se manifiesta plenamente en la debilidad”, recuerda el Papa.

“Desde aquel día, Pablo fue liberado. Y su conclusión debería ser también la nuestra: ‘De buena gana, pues, me gloriaré de mis debilidades, para que habite en mí la fuerza de Cristo’”, concluye la catequesis.

Durante el resumen de la catequesis en español, el Papa ha considerado que “nos vendría bien en esta Cuaresma meditar con frecuencia las ‘Letanías de la humildad’ del cardenal Merry del Val, para combatir los vicios que nos alejan de la vida en Cristo”.

En el saludo dirigido a los peregrinos en lengua italiana, el Papa ha renovado su llamamiento a favor de la paz. Así ha citado los casos de Ucrania, Palestina e Israel y ha pedido rezar “por las víctimas de los recientes atentados contra lugares de culto en Burkina Faso” y “por el pueblo de Haití, donde continúan los crímenes y secuestros por parte de bandas armadas”.