Banderas de Ucrania ondean ya en Jersón tras la entrada de sus tropas en la ciudad

El colapso del único puente de Jersón deja a la capital incomunicada por carretera. Kiev y Moscú se culpan mutuamente del derrumbe

Banderas de Ucrania, en el centro de Jersón Parlamento de Ucrania

El Ministerio de Defensa ruso informó en su parte diario matinal que a las cinco de la mañana de hoy (hora de Moscú) se completó el repliegue de las tropas rusas a la orilla izquierda del río Dniéper. La retirada de las fuerzas rusas de la margen derecha, es decir, la rendición de la ciudad de Jersón, el único centro administrativo regional capturado desde el comienzo de la invasión de Ucrania, fue anunciada por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, este pasado miércoles.

«Durante el traslado a la orilla izquierda del Dniéper, no quedó ni una sola pieza de equipo militar y armas en la orilla derecha, todos los militares rusos cruzaron al otro lado, no ha habido bajas de personal ni pérdidas de material o armamento«, asegura el departamento castrense ruso. Así mismo, en la nota se asevera que, durante la noche, »los militares ucranianos intentaron interrumpir la evacuación de civiles y el traslado de tropas rusas a la orilla izquierda del Dniéper».

Los pasos a través del río (puentes y pontones), según el Ministerio ruso, «fueron atacados cinco veces con lanzacohetes múltiples HIMARS, 28 proyectiles fueron derribados por los sistemas de defensa aérea y otro cinco se pudieron desviar de sus objetivos empleando equipos de guerra electrónica».

Según el ministerio de Defensa ucraniano, a través de Facebook, las tropas ucranianas están entrando ya en la ciudad de Jersón.

Lo cierto es que, según las imágenes mostradas hoy por las televisiones rusas, el puente Antónovski, que une la ciudad de Jersón con la orilla izquierda del Dniéper, ha quedado destruido en dos tramos, lo que deja la infraestructura inservible. Los rusos acusan del ataque a los ucranianos, que pretenderían así acorralar y cercar a las tropas de Moscú para evitar su retirada, aniquilarlas o hacer prisioneros, mientras que Kiev considera que, con la destrucción del puente, acción que atribuye al Ejército ruso, se intenta evitar que las fuerzas ucranianas continúen su progresión y amenacen la península de Crimea.

La enseña de los que no querían ser evacuados

El comunicado ruso de Defensa sostiene también que «en los últimos días, las tropas ucranianas han avanzado en ciertas direcciones en la región de Jersón, pero no más de 10 kilómetros». El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Valeri Zaluzhni, sin embargo, afirmó ayer jueves que, tras el anuncio ruso de retirada de la parte norte de la región de Jersón y de la ciudad del mismo nombre, sus unidades han conseguido recuperar el control sobre doce localidades en la zona y adentrarse unos 36 kilómetros.

Hoy, el Estado Mayor de las tropas ucranianas daban cuenta de la liberación de «decenas de pueblos en las cercanías de Jersón». Mientras, fotos y vídeos difundidos en las redes sociales mostraban multitud de edificios del centro de la ciudad, con las banderas ucranianas de nuevo en sus fachadas, colocadas por los residentes que rechazaron ser evacuados como querían las autoridades prorrusas.

La población de Jersón espera la entrada triunfal de las tropas ucranianas en la ciudad, aunque, según medios de comunicación ucranianos, ya lo están haciendo aunque de forma cautelosa y medio camuflada. Hay ya fotos de soldados ucranianos en uno de los barrios de Jersón.