Bruselas ya tiene el plan ibérico para poner el tope al gas y lo evaluará con urgencia

La Comisión Europea (CE) confirmó este viernes que ha recibido la propuesta de España y Portugal para limitar el impacto del gas en el mercado eléctrico y abaratar la factura de la luz y la estudiará «con urgencia» mientras continúan los «contactos técnicos» entre Bruselas, Madrid y Lisboa. Situación que puede trastocar los planes del Gobierno, ya que su objetivo era que Bruselas validara el sistema para que pudiera llegar al Consejo de Ministros del 3 de mayo en España, aunque ambos países enviaron más tarde de lo previsto la documentación y la vicepresidenta española, Teresa Ribera, dijo que creía que la aprobación se retrasaría «una semana».

«La Comisión ha recibido ahora información de las autoridades españolas y portuguesas, que evaluará lo antes posible. Sobre la base de la información proporcionada por España y Portugal, los contactos continuarán a nivel técnico«, declaró a EFE la portavoz comunitaria de Competencia, Arianna Podesta.

El Ejecutivo comunitario «mantiene su compromiso de evaluar con urgencia si las medidas temporales de emergencia en el mercado de la electricidad propuestas por España y Portugal se ajustan tanto a las normas sobre ayudas estatales de la UE como a la ley del mercado interior de la energía, en el marco del acuerdo político en principio alcanzado en el pasado semanas», agregó.

De la misma manera, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha corroborado que España y Portugal enviaron en la tarde de este jueves a Comisión Europea, «tras semanas arduas de negociaciones técnicas«, su propuesta conjunta. Lo ha dicho delante de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que ha recibido el II Premio Cercle d’Economia a la Construcción Europea.

Tras meses de presión liderada por España para intervenir el mercado eléctrico y abaratar la factura de la luz, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, logró que los Veintisiete dieran el visto bueno a una «excepción ibérica» en el Consejo Europeo del 25 de marzo.

Madrid y Lisboa quedaban a expensas de trabajar la propuesta a nivel técnico y enviar los detalles a la Comisión, que tenía que validar el mecanismo para limitar el precio al que se refleja el gas en el mercado eléctrico peninsular. La vicepresidenta española Teresa Ribera y el ministro portugués de Medioambiente y Acción Climática, José Duarte Cordeiro, se reunieron el 26 de abril en Bruselas con la vicepreseidenta comunitaria responsable del área de Competencia, Margrethe Vestager, y al término de la cita anunciaron que habían alcanzado un «acuerdo político» para aplicar la excepción ibérica durante al menos un año.

Las líneas maestras del acuerdo fijaban un precio máximo del gas que empezaría en 40 euros por megavatio y hora (MWh) las primeras semanas, para subir progresivamente hasta una media de 50 euros MWh en todo el período, frente a los 80 euros a los que se computa actualmente.

Las plantas de ciclo combinado serían compensadas por la diferencia, pero dado que la tecnología de generación más cara marca el precio del resto en la subasta energética en el sistema marginalista, el mecanismo debería de permitir rebajar el megavatio hora del mercado eléctrico en torno a unos 130 euros frente a los 200 a los que se paga en la actualidad, según fuentes del sector.