EE.UU. se moviliza para que Putin sea juzgado por sus crímenes de guerra

Estados Unidos tiene pruebas de crímenes de guerra cometidos por el régimen ruso en Ucrania y se dispone a compartirlas con los tribunales internacionales que están investigando esas atrocidades. Fue el presidente Joe Biden uno de los primeros líderes internacionales en denunciar que Vladímir Putin y su círculo de poder son responsables de crímenes de guerra, el 4 de abril, a lo que posteriormente añadió una acusación de genocidio. Ahora, la diplomacia norteamericana trabaja para llevar un registro de esos abusos de las tropas rusas, y apoyar las investigaciones judiciales sobre ellos dentro y fuera de Ucrania.

Según dijo este miércoles 20 de abril Beth Van Schaack, embajadora de EE.UU. para asuntos de justicia criminal internacional, EE.UU. ha visto

«una gran cantidad de brutalidad desatada en toda Ucrania». «El número de civiles muertos y heridos, incluidos mujeres y niños, aumenta. Putin, como sabemos, tiene la capacidad de controlar sus fuerzas para adherirse al derecho internacional y adherirse a los compromisos de los tratados de Rusia para defender las reglas de la guerra. Y sin embargo no lo ha hecho. Entonces deben ser responsabilizados por estas acciones tanto los líderes rusos y quienes han perpetrado esas atrocidades», añadió Van Schaack en una videoconferencia con periodistas internacionales.

Son varios los tribunales que están investigando las atrocidades rusas. Hay causas ya abiertas en la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Corte Penal Internacional, la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Los tribunales nacionales ucranianos también investigan esos abusos. Además, cualquier tribunal nacional de otro país puede ejercer lo que se conoce como jurisdicción universal sobre las personas acusadas de cometer crímenes humanitarios dentro de Ucrania.

Existen aun así limitaciones a las acciones de esos juzgados nacionales, ya que son pocos los países —entre ellos sí está España— que permiten juzgar a un acusado en ausencia. Esto es relevante porque según la embajadora Van Schaack «en este momento, Putin y su círculo íntimo son parias internacionales, y realmente no pueden viajar a ninguna parte del mundo, probablemente nunca más. Vivirán sus días en Rusia porque saben que están sujetos a órdenes de arresto de Interpol en todo el mundo».

Ejecuciones sumarias, tortura y agresión sexual

La diplomacia de EE.UU. asegura tener pruebas de ataques deliberados e indiscriminados contra civiles; abusos contra periodistas y organizaciones de derechos humanos; ejecuciones sumarias; tortura, y agresión sexual a mujeres y niños. Asegura la embajadora de EE.UU. que «estas atrocidades no son los actos de una unidad rebelde, sino que forman un patrón profundamente inquietante de abuso sistemático en todas las áreas donde las fuerzas de Rusia están desplegadas».

EE.UU. no es miembro de la Corte Penal Internacional, una excepción que le coloca junto a Irak, Israel, Libia, China, Qatar y Yemen. Aun así, la embajadora Van Schaack asegura que en el pasado, en otras causas como la del genocidio de Ruanda, EE.UU. ha ayudado a esa Corte «con intercambio de información, apoyo diplomático, y apoyo operativo en el terreno», y así lo seguirá haciendo en el caso de Ucrania. «En realidad tenemos una larga historia de apoyo a la Corte, y hemos acogido con satisfacción el anuncio del fiscal de que está abriendo una investigación a gran escala sobre la situación en Ucrania con el consentimiento de Ucrania. Y también hemos dicho que planeamos apoyar una amplia gama de iniciativas de rendición de cuentas, ya sea que avancen en tribunales internacionales o nacionales».