La Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) afronta la recta final de sus preparativos a poco más de un mes para su celebración, del 26 al 30 de abril de 2022. El certamen estrella del calendario ferial aragonés acaricia su edición número 42 en un contexto plagado de adversidades, con la pandemia todavía coleando y la incertidumbre internacional provocada por la guerra de Ucrania, unos imponderables que dificultan la presencia de expositores y la llegada de participantes extranjeros. Así las cosas, la organización prevé recibir unos 100.000 visitantes, es decir, en torno a la mitad de los alcanzados en la cita de 2020, que fue de récord.
Ante este panorama, la propia celebración de la feria se considera un éxito en sí misma, más teniendo en cuenta que otros certámenes del sector, como el de Alemania, han decido tirar la toalla y suspender sus ediciones.
En estos momentos, está confirmada la presencia de 900 marcas expositoras, que han reservado en torno a 60.000 metros cuadrados de superficie, unos números que quedan lejos de los logrados en la anterior edición. «Son unas cifras magníficas dadas las circunstancias», afirmó el presidente de la Feria de Zaragoza, Manuel Teruel, en declaraciones a este diario.
La FIMA iba a abrir sus puertas inicialmente del 8 al 12 de febrero, pero la explosión de contagios provocada por la variante ómicron en la última ola de la pandemia obligó a posponerla a a abril. El cambio de fechas jugó en su contra, ya que hizo que se perdiera un número importante de expositores. A pesar de ello, el comité organizador ha seguido adelante gracias al importante apoyo sectorial recibido y por «lo mucho que hay en juego» para la ciudad, dado el elevado impacto económico que deja, sobre todo para el sector de la hostelería.
«No tenemos dudas de que va ser una gran feria, potente e importante, pero está claro que el tema de Ucrania y otros problemas globales no nos ayudan», apuntó, al tiempo que confió en que la situación internacional se estabilice de aquí al inicio de la cita.
La organización sigue trabajando en la acción comercial y se está volcando en atraer visitantes, algo que resulta más difícil con el público de otros países, ante las limitaciones en la oferta de vuelos y la «aversión» a viajar que aún perdura por el coronavirus. La guerra también puede restar algo de participación por las dificultades de movilidad en los países próximos a Rusia y Ucrania.
Más de 30 jornadas y 32 misiones comerciales
La presencia de expositores también se ha frenado por los problemas coyunturales que sufren los fabricantes de maquinaría agrícola, un sector donde los plazos de entrega de algunos equipos son superiores al año por los cambios tecnológicos y la escasez de microchips. Por este motivo, las marcas hacen «una apuesta menos potente por las ferias», explicó Teruel. «Aún así todas las firmas están de acuerdo en venir, porque somos una referencia», precisó.
Lo que no perderá fuelle es el contenido congresual que desarrollarán en el marco de la feria las diferentes instituciones y organizaciones, con más de 30 jornadas programadas. Además se llevarán a cabo 32 misiones comerciales inversas.
