El centroderecha podría gobernar en España, pero Vox crece a costa del PP

En el ecuador de la legislatura, y en plena campaña electoral en Castilla y León, la encuesta de NC Report del mes de enero consolida una tendencia a la baja del PSOE PP, que ya recogía el sondeo de diciembre. La derecha, en todo caso, sigue estando hoy en condiciones de gobernar, de haber elecciones generales, gracias a que la caída del PP la compensa el ascenso de Vox. PP y Vox suman entre 176-180 escaños, alcanzan la mayoría absoluta. Y PSOE y Podemos, 122-126.

La evolución demoscópica confirma también que el PSOE tiene por delante la amenaza de que la mayoría de investidura que hoy le sostiene en Moncloa no sume para mantener a Pedro Sánchez en el poder debido al descenso en apoyos de los dos socios de coalición. La política del Gobierno no está sirviendo para romper la tendencia de la izquierda a estar mucho más desmovilizada que el votante del centro-derecha.

Así, a dos años de que se convoquen las elecciones, el PSOE cae otros dos escaños respecto al sondeo de diciembre. Hoy conseguiría entre 95/97 diputados, con el 25,3 por ciento de los votos y con 975.042 votos menos que en las generales de noviembre de 2019. La diferencia en escaños es de entre 23-25.

Podemos, sin embargo, crece con respecto al mes anterior, cuando ya también subía respecto a noviembre. Los datos demoscópicos avalan la teoría de que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, rentabiliza mucho mejor que Pedro Sánchez la acción en positivo del Gobierno de coalición. Mientras que el desgaste cae más sobre la parte socialista del Ejecutivo. En diciembre, Podemos tenía entre 24-26 escaños. La encuesta de enero le da en la horquilla de 27-29, lo que rebaja su caída con respecto a las generales a entre 6-8 escaños. En votos, la formación morada pierde 567.173. Más País podría subir dos diputados.

El desgaste de la imagen del presidente del Gobierno pesa en las filas socialistas, un problema que no ha conseguido corregir la drástica remodelación de su Gabinete que Sánchez impulsó antes del pasado verano. Más de medio año después, las tendencias en intención de voto dan la razón a las voces socialistas que ya entonces apuntaban que el problema estaba en Sánchez, y en la dificultad para corregir la falta de empatía y de credibilidad entre sus votantes.

En la derecha, el PP sigue como la fuerza que más voto recupera con respecto a las últimas elecciones generales. Pero los últimos sondeos señalan que el principal partido de la oposición parece que ha tocado techo en el voto que le llega del derrumbe de Ciudadanos (Cs). Y en este proceso de reequilibrio en el centro derecha, es Vox el partido que más mejoría experimenta, sobre todo gracias al voto que le llega de las siglas populares.

El PP conseguiría hoy 115-117 escaños, con 1.229.971 votos más que en 2019, y que le aportan a su grupo en el Congreso entre 26-28 diputados. El mes pasado, su crecimiento llegaba a los 36-38 diputados, y se movía en la horquilla de los 123-125 diputados. En los últimos meses el estancamiento en el crecimiento del PP se ha atribuido, principalmente, a la crisis de Madrid, pero justo en este arranque de año la dirección popular ha forzado la escenificación de una tregua con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para afrontar en mejores condiciones la campaña de las elecciones autonómicas en Castilla y León del 13 de febrero.

Vox, sin embargo, consolida su ascenso. En octubre pasado tenía entre 47-49 escaños. En noviembre, subía a los 49-51. En diciembre, hasta los 51-53. Y en esta última encuesta alcanza los 61-63, con 182.804 votos más que en las generales de 2019, que se traducen en un crecimiento de 9-11 diputados.

El partido de Santiago Abascal arrancó la campaña de Castilla y León con el anuncio formal de que su intención en este nuevo ciclo electoral es utilizar los escaños que consiga en las urnas para exigir cuotas de gobierno en aquellas plazas en las que el PP dependa de su apoyo parlamentario para poder gobernar. Dentro del pulso político que mantienen estos dos partidos en el centro derecha, el PP sostiene que no aceptará esta condición y que su objetivo es gobernar en solitario, forzando incluso a Vox a retratarse en la votación de sus candidatos a la investidura o haciéndoles responsable de una nueva convocatoria electoral. Son, en todo caso, discursos de campaña, que con los resultados electorales en la mano serán ajustados a las circunstancias que salgan de las urnas.

Ciudadanos se quedaría en el Congreso con un único diputado, y su futuro está en manos de lo que suceda en las próximas elecciones autonómicas y municipales. Si la marca naranja no aguanta territorialmente, esto tendrá consecuencias en sus expectativas a nivel nacional y también en la estabilidad de su ya muy debilitada estructura orgánica.

En el voto independentista y nacionalista no hay cambios notables. El PNV sube un diputado, pero las demás siglas catalanas y vascas mantienen su misma representación en la Cámara Baja.

El PP es el partido con más fidelidad de voto, y le siguen Vox y el PSOE. En el pulso en el bloque de izquierdas, la principal fuga socialista es a la abstención, hasta el 8,3 por ciento. Igual que ocurre con Podemos, que alcanza el 11 por ciento. Y en la derecha, el PP parece haber recogido ya el grueso del voto de Cs, ya que en este sondeo sólo recibe un 0,3 por ciento. De Vox le llega al 3,9 por ciento. Pero, al tiempo, Vox recibe del PP más del doble, hasta un 8,3 por ciento.