La técnica, la ingeniería y la fregona

No solo es uno de los ingenieros más reputados del país, sino editor de la prestigiosa publicación Técnica e Ingeniería en España, presentada esta semana en Madrid por el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque. La serie la coordina el catedrático de la Universidad de Zaragoza Manuel Silva, y en ella participa la Institución Fernando El Católico, es única en el mundo. Comprende diez tomos con más de 7.000 páginas de información acerca de la evolución de la técnica y la ingeniería en España, del Renacimiento a las puertas de la Transición.

Cuenta con más de un centenar de colaboradores externos y presenta un análisis multidimensional de la técnica y la ingeniería, considerando tanto análisis técnicos como lingüísticos, filosóficos, científicos, estéticos, económicos y sociológicos. De esta manera, no solo se estudia la historia de la técnica en España desde una perspectiva interna, la referida a los artefactos y procesos en sí, sino que también se analizan algunas de sus relaciones con la sociedad.

«La idea es reivindicar que la historia de la técnica está insuficientemente tratada. Es un recorrido que arrancamos en el Renacimiento y nos lleva, de momento, hasta la crisis del petróleo de 1973, momento en el que los factores de producción técnica cambiaron radicalmente, a la vez que estaba a punto de producirse un cambio político fuerte en España», explica el académico, que refleja las reseñas que, ya sea en francés, inglés, español o ruso, la han calificado como una colección «única» porque, normalmente, las historias de la técnica se circunscriben a lo que es el desarrollo propiamente técnico. Sin embargo, «la técnica aparece muchas veces como cultura y como motor cultural, de tal manera que modifica la historia cuando aparecen los aviones, los buques… y cambian las distancias en el mundo. La técnica también es la maquina de escribir, la radio o el teléfono, claro».

Los tres lenguajes básicos de la técnica son el dibujo, la matemática y la lengua. ¿Qué es la técnica, entonces? Contesta Silva con una evocación en poesía de Fernando Villalón: «El barquito de vapor está hecho con la idea de que echándole carbón navegue contra marea». O sea, «hacer un invento que,  usando las fuerzas de la naturaleza, adapto a mis necesidades».

El catedrático esgrime que el sistema productivo español le ha dado «poca importancia» a la producción técnica. «Además, aquí, cuando hay una obra importante, como es tan buena se dice que tiene que ser de de un extranjero. En el siglo XX, por ejemplo, se pusieron de moda las bodegas de diseño cuando en el segundo tercio del XIX ya se había hecho una en Jerez, una bodega redonda construida en acero que inauguró Isabel II. Es tan interesante que aquí decimos que la hicieron los ingleses, cuando en realidad la hizo una empresa de Sevilla, Portilla & White. Por cierto que esta empresa tenía un equipo de fútbol. De ahí salió el Sevilla FC, que dicen que se disputa con el equipo de las minas de Río Tinto, el Recre, cuál es el decano del fútbol español. Eso es lo que interesa culturalmente en este país. En vez de decir que era una empresa que tenía nada menos que 900 obreros a mediados del siglo XIX, hablamos de fútbol».

Entre la comunicación y la biología llegará el futuro. De momento, hay «sobreinformación». «Como decía Umberto Eco, el problema de las redes sociales es que le ha dado la misma voz a un premio Nobel que a un descerebrado. Habrá que adaptarse, crear nuevos mecanismos», explica Silva, que no se atreve a elegir el ingenio español de la historia. Al final, barre para casa con la fregona. «Hay cosas muy poco valoradas que han tenido un enorme impacto como la fregona española de Manolo Jalón, que hizo un diseño que tenía su complejidad técnica, convirtiendo una idea en algo tan innovador que cambió radicalmente el mundo de la limpieza. Hay que recordar que antes había que tirarse al suelo. Él lo calculó con un método de elementos finitos para que salieran unas tiras que tuvieran muy poco peso, que fueran flexibles, que no se rompieran… Ahí detrás había ingeniería fina de algo aparentemente sencillo pero que hasta entonces a nadie le había funcionado»

El ingeniero ya trabaja en el tomo número 11 de la serie, que es el volumen X. «Habría que hacer otros tres más para terminar hasta 1973, pero ya veremos, esto no es como ir a la churrería. Necesitas ganas, salud y muuucho tiempo», concluye con énfasis el catedrático de la Universidad de Zaragoza.