El bloque de derechas se acerca a la mayoría absoluta

Al filo de la tercera ola de la pandemia, o posiblemente ya dentro de ella, depende de a quien se escuche, el Partido Popular consigue por primera vez desde el verano superar la barrera psicológica de los cien escaños. Éste era el objetivo que se marcó Pablo Casado en las primeras elecciones generales a las que se presentó como candidato, y en las que las siglas de su partido se quedaron en los 66 escaños, con sólo el 16,9 por ciento de los votos nacionales.

Según el último sondeo de NC Report del mes de diciembre, el PP se recupera con respecto a los meses anteriores y vuelve a los apoyos que consiguió agarrar antes de septiembre, coincidiendo con la desescalada y el fin del estado de alarma. Esta encuesta sitúa al PP en la horquilla que se mueve entre los 102 y los 104 escaños.

El arranque del curso político en septiembre vino marcado por un ascenso de Vox, tendencia que no se rompió con la derrota en octubre de la moción de censura de Santiago Abascal contra el Gobierno de coalición, en la que lo más reseñable fue el duro y rupturista discurso contra Abascal que pronunció Casado en el debate parlamentario.

Pero esta última encuesta sí detecta el principio de un nuevo giro en la derecha a favor de los populares. Suman ya el 24,3 por ciento de los votos válidos, lo que representa el mayor crecimiento de todos los partidos si se toma como referencia las últimas elecciones generales de noviembre de 2019. En concreto, el PP sube 3,5 puntos y gana entre 13 y 15 escaños. Esto se vuelve contra las demás fuerzas del bloque del centro derecha, que muestran tendencia al estancamiento con respecto a los comicios del 10-N. Vox mejora solo 0,1 puntos. Y en la misma proporción es la caída de Ciudadanos. Mientras que Navarra Suma se mantiene en el 0,4 por ciento.

Trasvase a favor del PP

El ajuste interno dentro del bloque se sustancia en un trasvase a favor del PP del 18 por ciento de los votantes de Ciudadanos y del 8,7 de los votantes de Vox. En diputados, sin embargo, Ciudadanos podría ganar uno, y Vox, sin embargo, perderlo.

En su conjunto, la derecha avanza del 43,1 por ciento al 46,6 por ciento, y de 153 escaños a 165/169. Esto significa que les faltan entre 7 y 11 diputados para la mayoría absoluta. Pero la izquierda y el independentismo seguirían teniendo más votos para aupar a Pedro Sánchez de nuevo a La Moncloa.

En esta encuesta de diciembre, la izquierda pierde un mínimo de 13 escaños y un máximo de 16, es decir, baja de 158 a 142/145 diputados. Los socialistas se dejan 1,8 puntos. El retroceso de Unidas Podemos es de 1,2 puntos. Más País, 0,3 puntos. Y únicamente Compromís se queda con el mismo porcentaje que el 10-N. En el juego de trasvases no hay movimientos sustanciales que impliquen una alteración de los equilibrios de fuerzas dentro del bloque y, de hecho, a estas alturas de la Legislatura sólo el 3,7 por ciento de los votantes de Unidas Podemos declaran que votaría al PSOE, y a la inversa, el 1,3 del voto socialista admite que podría votar a los morados.

Situación en la izquierda

En la izquierda se constata que el votante antes de cambiar de marca prefiere irse a la abstención. Aun así, el desgaste sufrido por la coalición de gobierno no la descabalgaría todavía de La Moncloa, pero para mantenerse en ella tendría que volver a atar el pacto de investidura con nacionalistas, independentistas vascos y catalanes, además de otras minorías que ya sumaron a favor, como Compromís o Teruel Existe. Contando con todos esos votos, Sánchez tendría hoy el apoyo de 167/171 escaños.

En el análisis detallado, con los Presupuestos ya en la mano, el PSOE tendría 110/112 diputados frente a los 120 de las últimas elecciones generales. Podemos estaría entre los 30/31, mientras que hoy ocupa 35 bancos del Congreso. Es decir, esto confirmaría que la estrategia del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, de mantener el pulso a la parte socialista del Gabinete en los temas sociales le está sirviendo para aguantar el desgaste que se deriva de la gestión de la pandemia, y que paga más caro el PSOE. Las alianzas con ERC y Bildu también le están resultando más cómodas de manejar, lógicamente, a los morados que a la parte socialista del Gobierno de coalición.

Estos datos demoscópicos apuntalan el malestar socialista con la imagen que deja el PSOE en el Gobierno. «No podemos ser la parte mayoritaria del Gobierno y permitir que nos coman siempre la merienda. Ya con los Presupuestos aprobados, hay que dar un golpe en la mesa, recuperar la iniciativa y reivindicar el compromiso social de la socialdemocracia», comentaban en una de las baronías socialistas estos días de atrás.

El año amenaza con venir con curvas para el Gobierno por más que Moncloa busque refugio en las vacunas y en los fondos europeos para afrontar el destape del alcance del daño económico que deja la pandemia. Para la fecha en la que expira el estado de alarma en vigor se habrán levantado también las medidas que mantienen anestesiada a la economía y que cubren las cifras reales de paro, de cierre de empresas o de créditos ICO que terminarán en impago, por ejemplo. Y el presidente Sánchez puede verse solo, sin Podemos y sin la mayoría de los Presupuestos, para asumir las decisiones más dolorosas de la crisis sanitaria que todavía no ha terminado.

Independentismo

El independentismo mantiene sus trincheras de poder en el Congreso e incluso podría reforzarlas, de celebrarse hoy elecciones. La encuesta concede la posibilidad de un diputado más a ERC y a JxCat. Mientras que, en la pelea vasca, PNV y EH Bildu mantienen sus graneros intactos. Esto suma para Moncloa porque el PSOE no tiene otra alternativa para seguir en el poder que la de consolidar la llamada «mayoría Frankenstein». Este sondeo confirma la relevancia de las próximas elecciones catalanas del 14 de febrero, salvo cambio impuesto por la pandemia, para la estabilidad de Sánchez. Esa estabilidad depende de que el PSC sea llave de la gobernabilidad de la nueva Generalitat y de que ERC se imponga con suficiente distancia sobre el partido de Puigdemont. Esto es lo único que daría sentido al pragmatismo de ERC de buscar por otra vía la independencia a cambio de que desde Madrid se siga avanzando en la política de «destensar» Cataluña, con indultos y reforma del Código Penal en el paquete de negociación.

La encuesta se hizo entre el 18 y el 30 de diciembre y apunta una participación del 62,8 por ciento, 3,3 puntos menos, es decir, 1.292.300 votantes menos que en las anteriores elecciones.

En el trasvase de votos entre partidos se mantienen las tendencias. El Partido Popular es el que confirma una mayor fidelidad de voto con respecto a las últimas elecciones. Le siguen Vox y el PSOE. Los votantes que pierde Santiago Abascal se van mayoritariamente al PP, igual que los que pierde Inés Arrimadas. La fuga de voto del PP es residual, pero sigue siendo mayor al partido de Abascal que a los naranjas.