El Gobierno retira de urgencia un lote de cientos de miles de mascarillas ‘fake’ que repartió a las comunidades autónomas

El Ministerio de Sanidad ha ordenado la retirada un lote de más de 350.000 mascarillas defectuosas que se habían repartido a varias autonomías, después de hacerles pruebas que han determinado que no «cumplen» los criterios para proteger a los profesionales sanitarios de la posible penetración del coronavirus.

En un correo fechado en la noche de este miércoles, 15 de abril, la directora general de Farmacia del Ministerio de Sanidad, Patricia Lacruz, pidió a las autonomías que procediesen «a la retirada inmediata de todas las mascarillas» tras constatarse el error y que no funcionan. Así lo confirman a EL MUNDO fuentes de las autonomías.

Fue el Hospital Parc Taulí de Barcelona el que pidió el análisis ante las dudas sobre su funcionamiento. También avisaron al Ejecutivo nacional la Generalitat de Cataluña y el Gobierno de Aragón. Tras ello, el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo, elaboró un análisis en el que comprobó que la partida de mascarillas protectoras contenidas en esos envases verdes no eran aptas para su uso entre el personal sanitario, por «una incidencia en un lote específico», en relación al «cumplimiento de las especificaciones de la norma sobre Dispositivos de protección respiratoria«.

Se trata de las mascarillas FPP2 de la empresa Garry Galaxy, un proveedor del ministerio que forma parte del listado de fabricantes de material sanitario autorizados por China. Pero sólo se han demostrado defectuosas las contenidas en «envases verdes».

Ese tipo de mascarillas, de alta calidad, debe tener un nivel de penetración de «material filtrante» menor al 6%, y en las pruebas realizadas el porcentaje superó el 18%, el 27% y el 29% en las muestras analizadas por el Ministerio de Trabajo.

Por el contrario, las otras mascarillas analizadas -las que sí funcionan- apenas dejaron penetrar el 1% o el 2% del «material filtrante» que les aplicaron.

En la tarde de este viernes, preguntado por la información de este diario, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado que su departamento «ha actuado con la máxima diligencia y se ha retirado este producto». «El Gobierno ha evitado que fueran usadas las que estaban en mal estado», ha defendido en una rueda de prensa en La Moncloa, pero todas las autonomías consultadas aseguran que no es así y que los profesionales sanitarios sí las han usado.

Pese a todo esto, Illa ha anunciado que el Gobierno vuelve a confiar en Garry Galaxy para que provea mascarillas:. «El lote será repuesto por parte del proveedor». El ministro ha recalcado que Garry Galaxy «cumple todos los requisitos» europeos.

El informe del Ministerio de Trabajo sobre las mascarillas detalla que se trata de una mascarilla «autofiltrante, plegada, con pinza nasal, con arnés de cabeza consistente en cintas elásticas que pasan por detrás de las orejas», y aporta imágenes de la misma.

DOS TIPOS DE MASCARILLAS DE LA MISMA EMPRESA

El otro modelo ni siquiera lleva envoltorio. El análisis -realizado en la sede sevillana del Centro Nacional de Medios de Protección– concluye, «a la vista de los resultados obtenidos de los ensayos realizados sobre los equipos recibidos», que son dos tipos de mascarillas de la misma empresa.

El análisis señala que «se trata de dos mascarillas de apariencia similar pero con niveles de protección muy distintos». «El modelo 1 no cumple con ninguna clasificación indicada en la norma», señala.

«Para verificar la diferencia se han realizado también los ensayos de resistencia a la respiración y se comprueba la coherencia con los resultados obtenidos en penetración», añade el análisis.

Las mascarillas se han utilizado en hospitales y también en residencias de mayores y de discapacitados, según denuncia el sindicato mayoritario de las Administraciones Públicas, CSIF. «Los trabajadores de las residencias tienen puestas estas mascarillas, y están en peligro claro de contagio», critica Elena Moral, del sindicato.

CSIF exige a las Administraciones la retirada inmediata de estas mascarillas y que se ponga «en cuarentena automáticamente al personal». «De nuevo, la improvisación y no testar el material han puesto en riesgo a los trabajadores», añade.

«Exigiremos responsabilidades al Ministerio de Sanidad; nuestros servicios jurídicos lo están valorando ya», advierten desde el sindicato. «Hemos tardado mucho en proveernos de mascarillas, y ahora que llegan, resulta que muchas no funcionan», lamentan en CSIF, que ya ha llevado ante el Tribunal Supremo a Sanidad por la gestión del coronavirus.

Castilla-La Mancha ya ha retirado e inmovilizado los productos existentes en los centros sanitarios. «Estas mascarillas inmovilizadas, que se han distribuido desde el propio ministerio a distintas comunidades autónomas, están siendo sustituidas por otras del mismo nivel de protección y con todos los permisos en regla», apuntan en la Consejería de Sanidad. Esta autonomía cree que ha podido frenar a tiempo el reparto de mascarillas fake.

La partida bloqueada se compone, cuando menos, de decenas de miles de mascarillas. Sólo Castilla-La Mancha recibió 82.000, de las que distribuyó 26.000 y tenía 56.000 en el almacén. «Y ya se han retirado y reemplazado», agregan las fuentes del Gobierno de Emiliano García-Page.

«UN ESCÁNDALO»

En Aragón, el servicio de Prevención del Departamento de Sanidad detectó «que podía haber un error en las equivalencias entre los modelos recibidos del ministerio y su efectivo nivel de protección», según fuentes del Gobierno de Javier Lambán. «El ministerio equiparó el nivel de protección de un modelo de importación a las mascarillas europeas FFP2 y FFP3».

Una vez detectado por el servicio de prevención, «se retiraron 15.000 unidades de los centros» hace una semana, agregan. Otras 20.000 estaban en el almacén. Sanidad «no ha pedido que se les devuelva», añaden las fuentes.

«Aragón no las va a usar, dadas las dudas sobre su nivel de protección, y que por ahora tiene material suficiente para no tener que contar con ellas», apostillan.

Fuentes de la consejería de Salud de Cataluña aseguran que la Generalitat recibió 492.000 mascarillas de Garry Galaxy. «De las cuales 200.000 se han retirado, todas con el etiquetado de ese lote», añaden.

En La RiojaGaliciaComunidad Valenciana (16.000 mascarillas de este tipo recibidas) y Castilla y León recibieron también este lote erróneo.

La consejera de Salud de esta última autonomía, Verónica Casado, ha asegurado: «Ya nuestros servicios de prevención nos habían dicho que dudaban mucho de que esas mascarillas enviadas por el Ministerio de Sanidad fueran correctas para su utilización, y ya las hemos retirado, porque no son aptas».

La Región de Murcia recibió 15.000 mascarillas de este tipo. «Ahora habrá que hacer muchas más» pruebas de Covid-19 entre los profesionales sanitarios, lamentan, ante el agujero de seguridad que se ha generado, apuntan fuentes del Gobierno de Fernando López Miras.

«Estas mascarillas las envió el ministerio el día 13 y ayer [este jueves] notificaron que fueran retiradas. Ayer mismo se comunicó a nuestros hospitales para que fueran retiradas de inmediato. Cada hospital está verificando si se habían usado, y cómo actuar con seguridad laboral, para verificar si ha habido algún contagio», alertan.

Andalucía también ha procedido a ordenar la retirada inmediata de las mascarillas. Fuentes de la Junta de Andalucía lo califican de «escándalo». Y el presidente del principal partido de la oposición, Pablo Casado, ha asegurado que «un país en la Europa del siglo XXI no puede comprar mascarillas a proveedores no homologables, fiables y honestos».

ALERTA ENTRE LOS SANITARIOS

Los colegios que representan a los sanitarios también han emitido circulares urgentes a los profesionales para que no usen estas mascarillas. Y las autonomías consultadas se quejan, además, de que Sanidad no especifica qué parte del material que les hace llegar proviene de donaciones y cuál de compras directas del mando único. De manera que no conocen el intermediario de esta adquisición, si lo hubo.

Esta partida defectuosa e inservible se suma a otros casos, como los más de 8.000 test piratas que el Ministerio de Sanidad le hizo llegar a la Comunidad de Madrid, que no llegaban al 30% de efectividad y tuvieron que ser devueltos.

Además, esa misma comunidad recibió un lote de 60.000 mascarillas FPP2 enviadas por el Ministerio de Sanidad que no respondían a las características que debían tener: «Nos han enviado 60.000 mascarillas fake. Se nos dijo que eran FPP, pero al abrir las cajas eran mascarillas quirúrgicas sencillas», explicaron. Así lo detalla, también, la documentación a la que ha accedido este diario.