Pedro Sánchez no ha podido con las presiones de la clase empresarial y finalmente ha renunciado a subir el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros este ejercicio, tal como se comprometió con Unidas Podemos. El alza que se aplicará en 2020 será del 5,5%, lo que dejará este indicador en 950 euros. El incremento afectará a más de tres millones de trabajadores y tendrá efectos retroactivos al 1 de enero.
El incremento se hace con el acuerdo de los agentes sociales, que se han reunido esta tarde con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, curiosamente una de las defensoras del incremento de este indicador hasta los 1.000 euros. Subir el SMI es prerrogativa del Gobierno y probablemente será acordado en el Consejo de Ministros del próximo martes.
La fuerte oposición de la clase empresarial, las advertencias de organismos como el Banco de España y la intranquilidad generada por las consecuencias en el mercado laboral del aumento del 22% fijado por Pedro Sánchez para 2019 han estado detrás del cambio de criterio del Gobierno.
Yolanda Díaz ha subrayado que «este ministerio va a hacer grande el diálogo social, con mayúsculas». Tras afirmar que este Gobierno «es fuerte», confirmó la promesa de alcanzar al final de la legislatura el 60% de la media salarial.
«Nos hubiera gustado que la subida fuera algo menos», ha declarado el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y ha reconocido que en una negociación «algún pelo se queda en la gatera». Su vicepresidente y presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha insistido en que «los 950 euros no son buenos para las empresas, pero es menos malo que 1.000 euros».
Sobre el real decreto que tiene preparado el Gobierno para eliminar la potestad que tienen los empresarios para despedir a un trabajador por acumular bajas, Garamendi ha dicho que «nos hubiera gustado que se tratara en la mesa del diálogo social» y respecto a la derogación de las reformas laborales o de los aspectos lesivos de las mismas, ha afirmado que «preferimos hablar de la mejora de la reforma laboral».
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha explicado que el acuerdo «es positivo», tanto por la cuantía de la subida como por que se retoma la senda del diálogo social. Además, pedirá una reunión con el Gobierno «al más alto nivel» para analizar las reformas a realizar en el mercado laboral.
Unai Sordo, secretario general de CC.OO., también ha reconocido que en las negociaciones «todos ceden» y ha vuelto a negar que la subida del SMI «destruya empleo, al contrario».
Como curiosidad se puede mencionar que todos, comenzando por la ministra, pidieron disculpas a los numerosos periodistas presentes por las horas en las que se estaba celebrando la rueda de prensa. «No volverá a ocurrir», subrayó Yolanda Díaz.