Historia en el fútbol femenino: el Barcelona, primer equipo español en una final de Champions

Hubo un tiempo en el que España no existía: años y años de desaparecer en apenas tres partidos. Le ocurría a los mejores equipos de entonces, el Levante, el Athletic, el Espanyol, para los que cruzar la primera fase de grupos ya era muchísimo. A Europa se iba a aprender, si acaso a soñar, pero nunca a conseguir, a celebrar. Cuando un equipo español apareció por primera vez por los cuartos de final de la Champions femenina ya se habían disputado 12 ediciones de la competición y en el palmarés ya había banderas de Alemania, Suecia, Inglaterra o Francia.

Lo consiguió el Barcelona en 2014 y ya entonces se podía advertir el futuro: un bloque joven con talento, tres o cuatro fichajes de nivel y los medios de un gran club, es decir, personal de sobras y la Ciudad Deportiva. Era un equipo con ambición. Tanta que tres años después, en 2017, fue el primer español en semifinales y que cinco años después, es decir, este domingo, se convirtió en el primero en clasificarse para una final de la Champions.

En un Mini Estadi lleno, con un ambiente de fiesta -al que ayudó el alirón del masculino en Liga unas horas antes-, el Barcelona venció y eliminó al Bayern de Múnich con cierta tranquilidad. Un disparo lejano a la cruceta de la capitana alemana Melanie Leupolz en el minuto 30 y un remate desviado dentro del área de Sara Däbritz al empezar la segunda parte provocaron dos sobresaltos, pero no hubo más.

Antes del descanso, en el minuto 45 de la primera parte, Lieke Martens, la estrella azulgrana, algo gris en el partido de ida, ganó un balón a Gina Lewandoswki, provocó un penalti de ésta y las semifinales terminaron en ese preciso momento. El gol desde los 11 metros de Mariona Caldentey colocó un 1-0 en el marcador, que unido al 0-1 de la ida invitaba a empezar los festejos. Durante casi toda la segunda parte se bailó la clasificación para la final en las gradas y ni la expulsión de Kheira Hamraoui en el minuto 70 pudo frenar la euforia.

El próximo 18 de mayo en el Ferencváros Stadium de Budapest -la final femenina se separa de la masculina- el Barcelona se enfrentará al vencedor del duelo entre el Olympique de Lyon y el Chelsea este mismo domingo. Con la ida a favor de las francesas (2-1), si finalmente cumplen en la vuelta, el equipo que dirige Fran Sánchez encontrará ante el máximo título continental un muro altísimo. El Lyon no sólo ha ganado las tres últimas Champions, también es el club más laureado en la competición con cinco copas.

Para ser campeón el Barcelona necesitará exagerar su mejoría en una competición en la que se asomó al abismo muy pronto. Irregular durante la temporada (de hecho en Liga es segundo por detrás del Atlético), el equipo azulgrana debutó en Champions con derrota ante el modesto BIIK Kazygurt kazajo y necesitó una cruda remontada en la vuelta para mantenerse con vida. Luego, eso sí, en octavos de final y cuartos, con cierta fortuna en los cruces (Lyon, Wolfsburgo, Chelsea y PSG cayerond el otro lado), se dehizo del Glasgow y el LSK Kvinner noruego con facilidad.