Médicos del Clínico, pioneros en operar con exoesqueletos para reducir esfuerzo y evitar lesiones

Nueve y media de la mañana, un equipo de neurocirujanos del Clínico comienza a lavarse y a vestirse para afrontar una nueva operación de columna. Les esperan varias horas por delante, sin descanso, y con la tensión física que produce permanecer mucho tiempo en una misma postura. Para evitar ese desgaste físico, estos profesionales fueron ayer los primeros en Aragón, y casi con toda la probabilidad de España, en convertirse en una especie de ‘Iron Man’ y probar en quirófano exoesqueletos o estructuras ergonómicas que les ayuden a reducir molestias y el esfuerzo músculo esquelético. En definitiva, garantizar la salud para el futuro.

Ha sido la Unidad Básica de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) del sector sanitario Zaragoza III (hospital Clínico) la que ha dado el paso, con el apoyo de del servicio de Neurocirugía del centro y la Gerencia, en poner en marcha un Plan de Intervención Ergonómico con el objetivo de mejorar la «salud osteomuscular de los trabajadores». «La realidad es que los empleados sufren un montón de patologías causadas por el propio esfuerzo físico que hacen durante su trabajo. Muchas veces nos olvidamos de la salud de los profesionales y acaba resentida con el tiempo. Este proyecto piensa en eso, en evitar lesiones…», aseguran los responsables de Riesgos Laborales del sector sanitario III.

«Los trabajadores sufren patologías causadas por el esfuerzo que hacen durante su trabajo»

Para ello, la unidad de PRL se puso en contacto con varias empresas que elaboran estas estructuras y finalmente encontraron lo que buscaban en Iturri, una compañía que desde hace 70 años se dedica a la fabricación de equipos de seguridad laboral. Aunque esta firma lleva tiempo distribuyendo dispositivos similares en la industria para evitar lesiones de los trabajadores, desde enero comenzó a trabajar en el ámbito sanitario. Es la primera vez que estas estructuras, con un coste medio de unos 4.000 euros y menos de tres kilos de peso, se prueban ‘in situ’ en un quirófano.

«Queríamos una empresa con la que pudiéramos colaborar, que trabajásemos para ir mejorando cosas de las estructuras de acuerdo a las características de los profesionales sanitarios», explican responsables de PRL, que recuerdan que hace unos días también se hicieron algunas pruebas fuera de quirófano en celadores del hospital Clínico, que también soportan en su trabajo mucho peso al transportar a pacientes.

Columna y extremidades

Ayer, los neurocirujanos se enfundaron las estructuras portátiles en piernas y columna. En el primer caso, los dispositivos les permiten liberar las extremidades un tiempo e incluso poder sentarse durante algunos momentos de la operación para poder descansar. Mientras, en el segundo caso, la que descansa es la zona lumbar. Las operaciones se prolongan durante varias horas (tres o cuatro de media). «Hay estudios que demuestran que estos exoesqueletos reducen la fatiga lumbar hasta un 90%, incluso hay que pensar en que se reducen las bajas laborales», explica el director de operaciones de Iturri, Ramón Moreno. Hoy se probará otro tipo de exoesqueleto para descargar los hombros en una operación de cuello.

Aunque se ha pensado para este piloto en los neurocirujanos por ser los encargados de solucionar los problemas del neuroraquis, el objetivo de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales es poder ir extendiéndolo a otras especialidades quirúrgicas y profesionales del hospital y que todos los trabajadores puedan beneficiarse de este plan de prevención.