Esta es la nueva Unión Europea que perfilan Merkel y Macron

Angela Merkel y Emmanuel Macron acaban de trazar el mayor paso adelante en la integración de la UE que se ha intentado en años. Una profundización de la eurozona, que contará con un presupuesto propio, un sistema común de asilo, una mejor vigilancia de las fronteras exteriores y, a largo plazo, un ejército común. El eje franco-alemán lo quiere dejar todo bien atado para las elecciones europeas de mayo, donde el repunte de los euroescépticos puede bloquear en la práctica cualquier esfuerzo integrador.

El presidente francés lo ha dejado bien claro este domingo. La UE, ha explicado durante una visita a Berlín, se encuentra en una «encrucijada» llena de «desafíos» a los que debe encontrar respuesta. Y la solución pasa, a su juicio, por ahondar la integración: «Necesitamos más soberanía europea». Debemos lograr «una Europa más soberana y más fuerte», ha asegurado Macron, que ha apostado por romper «tabúes». Francia y Alemania, asumiendo su «responsabilidad» especial en la UE, lanzan esta propuesta conjunta con los «elementos de soberanía» común que precisa el bloque para encarar los retos actuales, para los que no fue concebida. La Unión tiene que actualizarse. «Tenemos esa responsabilidad. Se lo debemos a Europa», sentenció Macron.

Los peligros a los que se enfrenta la UE provienen tanto del exterior como del interior, apuntó el presidente francés. En el seno del bloque está el germen del «nacionalismo y el fanatismo», advirtió, pero también hay actores extranjerosque suponen un riesgo para el bloque. Hay «muchos poderes» que quieren frenar a la UE, que «atacan» a la democracia europea, que quieren «dividir» a los estados miembros para impedir que avance y tenga una voz unívoca en la arena internacional. Necesitamos, concluyó, «una Europa más soberana» que «no se deje abusar».

El calendario y los euroescépticos

Merkel respaldó las palabras de Macron en su intervención conjunta y abogó por «resolver juntos» las «nuevas tareas» que el continente tiene ante sí. Así se podrán poner los «fundamentos» con los que pertrechar al bloque para un futuro incierto. «Europa debe reafirmarse en el mundo actual», argumentó la canciller.

Su calendario común es ambicioso: «Sólo tenemos seis meses», ha avisado Merkel. El objetivo es presentar esta propuesta consensuada ya entre París y Berlín al resto de socios y trabar un consenso urgente para que los puntos clave puedan ser aprobados en el Consejo Europeo de diciembre, en apenas un mes. Los detalles se irían perfilando después, pero todo tendría que estar cerrado antes de mayo, para las elecciones europeas, avanzó la canciller.

Lo que no dijeron expresamente ni Merkel ni Macron es que quizá es ahora o nunca. El auge del euroescepticismo, de los populismos de derechas a los partidos ultraderechistas, pasando por los ultraconservadores, cotiza al alza en el continente y, si se materializan en las urnas los peores augurios, estas formaciones podrían lograr el peso específico suficiente en el Parlamento Europeo como para bloquear cualquier iniciativa que signifique una mayor integración. De ahí las prisas.

Profundizar la eurozona

Uno de los elementos clave de este salto adelante es la profundización de la eurozona, la culminación de la Unión Económica y Monetaria, según algunos. Los países que comparten el euro tendrán finalmente, tal como exigía Macron, un presupuesto común, una «capacidad fiscal», según ha trascendido este fin de semana tras la filtración de un documento interno consensuado entre París y Berlín y que han publicado entre otros el Financial Times y el Süddeutsche Zeitung.

Este presupuesto, al que no se ha puesto cifras esperando a que se posicionen primero el resto de socios, servirá para financiar inversiones en economías de la eurozona para promover «la convergencia y la competitividad». Además, agrega el texto, el presupuesto podría tener una «función estabilizadora».

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona diseñarían las partidas de este presupuesto, que después tendría que ratificar la Comisión Europea (CE), según el borrador franco-alemán, que pretende incluir esta capacidad fiscal dentro de los presupuestos plurianuales de la UE. Los fondos provendrían de los países que comparten el euro y mediante nuevos impuestos de carácter europeo, como el que se quiere imponer a las transacciones financieras.

La propuesta franco-alemana fue enviada el pasado jueves a los demás socios para su estudio. Entre los que la han aplaudido, apunta el Süddeutsche Zeitung, se encuentran países como España e Italia. Entre los más escépticos destacan quienes más recelos han puesto desde el principio al plan originalmente lanzado por Macron: Holanda y Finlandia. Además, se deberán superar los posibles recelos de países como Polonia, República Checa y Dinamarca. Éstos últimos no ven con buenos ojos la iniciativa y, aunque no están en el euro, pueden echarla atrás porque, al estar incluida dentro del presupuesto comunitario, la deben aprobar todos. Berlín y París cuentan con poder convencerlos.

Un Fondo Monetario Europeo

En este contexto, el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, explicó la semana pasada que ya ha consensuado con su homólogo francés, Bruno le Maire, un catálogo de reformas para la eurozona que incluye la reconversión del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), conocido como el fondo de rescate, en una versión comunitaria del Fondo Monetario Internacional (FMI) al dotarlo de más competencias. Entre otras herramientas, el nuevo MEDE dispondría de la capacidad de ayudar de forma preventiva a alguna entidad bancaria del bloque que se encuentre en dificultades financieras coyunturales. También han acordado medidas para reducir los riesgos de las entidades bancarias, una reivindicación alemana para la culminación de la unión bancaria y de mercados de capital.

También en este ámbito económico, Merkel se refirió en su comparecencia con Macron a la necesidad de que la UE se prepare para dar una «respuesta» al «mundo digital». Apuntó la posibilidad de poner en marcha un «impuesto digital», idea que suscribió Macron. Asimismo, defendió la idea de invertir estratégicamente en investigación y desarrollo, y de potenciar el desarrollo de la Inteligencia Artificial para mantener la competitividad económica del continente.

Asimismo, los líderes de Alemania y Francia apostaron por avanzar hacia una política común en inmigración. Macron mencionó de pasada la posibilidad de una «oficina comunitaria de asilo» y afirmó que es posible dar «pasos significativos hacia adelante» en este ámbito, aunque evitó dar más detalles a respecto a esta polémica cuestión, que ha dividido profundamente a la UEdesde la crisis de los refugiados en 2015.

También abogaron Merkel y Macron por intensificar la cooperación europea en seguridad y defensa. Se refirieron en primer lugar, como tarea más inmediata, a la protección conjunta de las fronteras exteriores comunes, pero con la mirada puesta, «a largo plazo», en «una armada europea», como apuntó la canciller. El presidente francés abordó asimismo el potencial de los esfuerzos conjuntos en la transformación del modelo energético y en la lucha contra el cambio climático.