Los candidatos protagonizan un debate anodino que no alterará la campaña

El primer cara a cara entre los seis principales candidatos a la Junta de Andalucía tuvo un desarrollo previsible y no supondrá una alteración notable en el desarrollo de la campaña. Se pudo ver a un Juanma Moreno (PP) conservador, sin asumir riesgos, evitando enfrentamientos directos y manteniendo perfil bajo incluso cuando el debate requería más intensidad. Juan Espadas (PSOE) buscó el cuerpo a cuerpo con Moreno pero sin llegar a acorralar en ningún momento al presidente. Juan Marín (Cs) se centró en defender la labor del Gobierno andaluz y mostró la agresividad que no quiso utilizar Moreno. Macarena Olona (Vox), con una oratoria en ocasiones sobreactuada, intentó acaparar protagonismo en todo momento y presentar a Vox como única alternativa frente al resto de formaciones, mientras que Inmaculada Nieto (Por Andalucía) se mostró solvente y prefirió manejar datos antes que una oratoria ideológica. Por el contrario, Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía), probablemente la más espontánea, apostó por una retórica más demagógica y mezcló datos con juicios de valor.

El primer bloque, el económico, definió lo que iba a ser todo el debate: el acoso a Moreno. «Soy el hombre de la noche», bromeó el presidente. Espadas, que fue el primer dirigente en tomar la palabra, no dio ni un minuto de respiro: desde el saludo inicial arremetió contra Juanma Moreno, al que acusó de ineficacia en la gestión. En todo momento buscó un cuerpo a cuerpo que nunca concedió Moreno, al que reprochó haber bajado los impuestos «a los que más tienen».

Olona, que apeló desde su primera intervención al «cambio real», marcó distancias permanentemente con el Gobierno del PP y Ciudadanos, señalando que los datos aportados por Moreno eran «hirientes» para los andaluces. La candidata de Vox disputó con Espadas el liderazgo de las críticas a la Junta e hizo un guiño a los agricultores, uno de los filones electorales de Vox, destacando que el campo andaluz está perdiendo la batalla ante el norte de África.

En la izquierda más radical, Inmaculada Nieto, que tuvo que comenzar explicando quién compone su coalición Por Andalucía, reprochó a Moreno que se haya dedicado a bajar impuestos en lugar de poner el dinero a disposición de los ciudadanos, «como recomienda el FMI», destacó. Teresa Rodríguez, por su parte, se mostró resuelta e incidió la acusación de que el Gobierno andaluz ha beneficiado a los más pudientes perjudicando al sector público.

Juanma Moreno, el único que se puso corbata para la cita televisiva, intentó en todo momento transimitir serenidad y explotar su rol institucional. Reivindicó en varias ocasiones la gestión del Gobierno durante la pandemia y resaltó que «uno de cada cuatro empleos que se crean en España se crea en Andalucía, tiene acento andaluz».

Fue Macarena Olona la que intentó reventar el primer bloque del debate provocando a Juan Espadas. Cuando el candidato socialista aludió a la intención de Vox de despedir a empleados públicos, Olona le replicó con desdén: «la banda del wordperfect», dijo varias veces, en relación a la mujer de Espadas, trabajadora de la Faffe. El ataque alteró visiblemente al candidato socialista, quien tuvo que pedir amparo a los moderadores para demandar «respeto a los telespectadores».

Durante el segundo bloque, dedicado a la sanidad y la educación, el nivel general creció, y trajo el único momento de tensión directa entre Moreno y Espadas. El presidente andaluz sacó pecho por la reapertura de nuevos hospitales y recordó con insistencia al candidato socialista su vinculación con la Junta de Andalucía, que en la etapa socialista no abrió centros. Espadas criticó el despido del personal contratado en la pandemia y logró al fin breve un intercambio de golpes con el presidente.

En esta segunda parte del debate Macarena Olona aprovechó para exponer el discurso de su partido sobre la violencia de género y el feminismo, intentando dividir el escenario entre Vox y el resto de partidos. Inmaculada Nieto ganó presencia en este bloque y acorraló a Moreno con datos económicos, mientras que Teresa Rodríguez empleó la mayor parte de su tiempo en confrontar con Olona. Marín, por su parte, defendió la gestión del Gobierno con más ahínco que el propio presidente de la Junta.

En el tercer bloque Moreno subió al fin un escalón de agresividad y atacó a Juan Espadas. Le reprochó que hubiese votado en contra de intereses de Andalucía en el Senado acatando la disciplina de voto socialista: «Usted no tiene carácter para enfrentarse a Pedro Sánchez», le espetó. Espadas tuvo que ponerse a la defensiva. En este bloque Olona buscó el apoyo de los cazadores, como antes los agricultores, enseñando un libro de texto escolar en el que se criticaba la actividad cinegética.

En definitiva, el primer asalto televisivo de los candidatos sirvió para que intercambiaran las acusaciones que vienen repitiendo estos días en sus respectivos mítines, pero sin modificar sustancialmente la trayectoria que está teniendo esta campaña electoral del 19-J.