Italia, Francia o Alemania confían la Protección Civil de sus países a técnicos experimentados y no a perfiles políticos

Mientras que algunos países europeos cuentan con unos mandos de seguridad civil de prestigio, a España o Grecia no los dirigen profesionales

Cuatro directores de Protección Civil en los siete años de Sánchez, y la última «una pirómana más»

Italia, Alemania y Francia son algunos de los países europeos que entienden la seguridad civil como una responsabilidad que exige conocimiento y experiencia, no un asunto partidista. Así, sientan al frente de la Protección Civil a profesionales con una trayectoria técnica en emergencias, no a políticos. Esto no es lo que pasa en España.

Virginia Barcones, directora de Protección Civil y Emergencias, no llegó al puesto por su experiencia en asuntos de seguridad, porque no la tiene. Afiliada al PSOE y licenciada en Derecho, inició su carrera como funcionaria en la administración local, por lo que su perfil está ligado a la política. La protección civil no formó parte de su trayectoria hasta que fue nombrada por el Gobierno a propuesta de Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior, en 2023.

Mientras que otros países de Europa no conciben la dirección de su Protección Civil sin un profesional al mando, España o Grecia no pueden decir lo mismo. El país griego se suma a la línea española y también nombra a personas que nada tienen que ver con la gestión de emergencias: odontólogos, exjugadores de baloncesto y abogados.

Italia no vacila: técnicos, no políticos

En Italia se ha consolidado una tradición muy clara: en la Protección Civil no cuenta la retórica, sino la experiencia de quien debe tomar decisiones inmediatas. La elección de técnicos para este puesto no es un gesto simbólico ni una cuestión de neutralidad, sino de pura necesidad.

El último en llegar a esa responsabilidad, en 2024, es Fabio Ciciliano, médico de la Policía de Estado. Su carrera ha transcurrido casi siempre en escenarios de gran tensión: el dispositivo sanitario del funeral de Juan Pablo II, los terremotos de L’Aquila en 2009 y de Emilia-Romaña en 2012 y el comité científico para asesor al Gobierno durante la pandemia. Quienes lo conocen lo describen como un hombre sereno, meticuloso, habituado a manejar equipos en circunstancias límite.

Antes de él, fue también emblemática la figura de Fabrizio Curcio, ingeniero de emergencias. Ocupó el cargo en dos etapas, entre 2015 y 2017 y de 2021 a 2024. Su rostro se hizo familiar en las comparecencias tras los seísmos del centro de Italia en 2016 y en la dura logística del Covid. La transición entre Curcio y Ciciliano refleja bien la lógica del sistema: no importa el gobierno de turno, lo que se busca es continuidad de experiencia y profesionalidad. No en vano, la primera ministra, Giorgia Meloni, decidió mantener a Curcio casi dos años después de llegar al poder.

Orgánicamente, el Departamento depende de la Presidencia del Consejo de Ministros, lo que le otorga un rango operativo casi ministerial, aunque no lo sea formalmente. Esa dependencia directa le asegura autonomía y rapidez de decisión, sin el lastre de la burocracia. El jefe trabaja codo con codo con Interior, Defensa, Infraestructuras o Medio Ambiente, pero es la autoridad central en caso de crisis.

Ese modelo, consolidado durante décadas, es visto como una garantía. En un país expuesto a catástrofes recurrentes, la Protección Civil es mucho más que una oficina administrativa: es el nervio central del sistema de respuesta. Por eso, Italia entiende que la protección de su población no es un asunto partidista, sino una función especializada que exige conocimiento, sangre fría y visión estratégica. La política cambia, las emergencias no esperan. Informa Ángel Gómez Fuertes.

En Alemania tampoco importa el gobierno de turno

En Alemania, la gestión de la protección civil está en manos de Ralph Tiesler desde 2022. Sin pertenecer a ningún partido político, ha desarrollado una larga carrera de funcionario público bajo muy diversos gobiernos, pero siempre ligado a la protección civil.

El primer paso lo dio en 1992 como asesor en el Technisches Hilfswerk (THW), la agencia alemana de ayuda técnica. Un año más tarde, en 1993, se unió al equipo de coordinación de desastres de la ONU (UNDAC); y, en 1995, asumió el cargo de coordinador de misiones internacionales del THW.

El Ministerio del Interior, el cual coordina la protección civil también en Alemania, contó con sus servicios a partir de 2004. Ahí, empezó a desarrollar su trabajo en defensa civil, asuntos de la OTAN, ayuda humanitaria y sistemas de alerta. Además, lo nombraron jefe de la división de gestión de crisis en 2004 y, entre 2009 y 2016, fue el vicepresidente.

Durante la crisis migratoria de 2015-2016, lideró la coordinación federal de distribución de refugiados y la llegada de migrantes, convirtiéndose en el vicepresidente de la Oficina Federal de Migración y Refugiados hasta 2018.

Por último, ocupó el puesto de Director del Instituto Federal de Ciencias del Deporte entre 2018 y 2020. Su actual cargo —presidente de la Oficina Federal de Protección Civil y Asistencia en Casos de Desastre— se remonta a junio de 2022, cuando fue nombrado por la ministra del Interior, Nancy Faese. Informa Rosalía Sánchez.

Francia, una seguridad civil de prestigio

En el país galo tampoco está politizada la seguridad civil, considerada un servicio técnico que, de hecho, goza de un respeto cívico considerable. La Direction générale de la sécurité civile et de la gestion des crises (DGSSGC) hace décadas que no suscita críticas, debate ni controversia política de ningún tipo.

Ahora, Julien Marion, prefecto con carrera en la administración territorial y gestión de emergencias, es quien está al frente de bomberos y gendarmes —especialistas de muy distinta naturaleza, desde el socorrismo hasta la gestión de crisis urbanas y suburbanas—. Así, la DGSSGC se divide en distintas secciones para afrontar todo tipo de crisis —incendios, catástrofes naturales, prestación de servicios de urgencia—. Y, aunque dependa del Ministerio del Interior, cada gestión inmediata es responsabilidad de los prefectos del Estado en cada región.

Aun con el prestigio de los servicios de protección civil franceses, Marion anunció en 2024 una gran revisión: «Debemos comenzar a recurrir a nuevas profesiones de técnicos y especialistas para mejorar y anticipar las respuestas a unas exigencias de seguridad civil que se encuentran en una encrucijada histórica». Informa Juan Pedro Quiñonero.

Grecia: odontólogos, deportistas y abogados

En el Estado griego, el Ejecutivo conservador de Kyriakos Mitsotakis creó en 2021 el Ministerio de Protección Civil y Crisis Climática —que desplazó a la Secretaría General de Protección Civil, dependiente del Ministerio de Protección Ciudadana— para encargarse de la gestión de desastres naturales y la lucha contra los efectos del cambio climático.

El Ministerio ha estado dirigido por tres ministros desde entonces: Christos Stylianidis, odontólogo de formación y excomisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis; Vasilis Kikilias, doctor en medicina y exjugador profesional de baloncesto; y Yanis A. Kefaloyianis, abogado.

En los últimos años, ha reforzado su capacidad de respuesta ante los grandes incendios mediante la ampliación de su flota de aviones cisterna —incluidos los ‘Canadair’—, la incorporación de la IA en la detección y prevención de incendios o la implementación de sanciones severas a los propietarios que no limpien sus terrenos, entre otras medidas. Además, Grecia ha desplegado este año un número récord de efectivos —18.000 bomberos más miles de voluntarios— y ha duplicado su flota de drones.

Asimismo, tras el trágico incendio de 2018, que cobró la vida de 104 personas en Mati, al sureste de Atenas, los griegos reformaron su sistema de alertas. Por tanto, el 112 se ha consolidado como la principal herramienta de alertas geolocalizadas y ha permitido evacuaciones masivas que han salvado numerosas vidas en los últimos años. Aún así, los incendios forestales arrasaron más de 1.300 kilómetros cuadrados en Grecia en 2021, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, mientras que en 2023 la cifra ascendía a 1.745 kilómetros cuadrados. Informa Marta Cañete.