Las Zonas de Bajas Emisiones han amargado la vida a muchos conductores que se han quedado sin coche. Afortunadamente aún quedan ayuntamientos que no pasan por el aro y no multan a los vecinos
La génesis de las Zonas de Bajas Emisiones está hoy en día más confusa que nunca, mientras que el Gobierno culpa a Bruselas de su entrada en funcionamiento, convendría matizar que en ningún momento han sido fruto de la obligación, sino que hace años que Bruselas viene anunciando que en 2027 comenzará a controlar la calidad del aire de las ciudades de más de 50.000 habitantes y que ligara ayudas a no superar determinados niveles de polución.
Un mensaje mal intencionado
De esta manera en España este mensaje se ha traducido de manera muy negativa, obligando a más de 150 ciudades a ponerlas en marcha y no solo eso, sino que se obliga a los ayuntamientos a multar a los conductores que no las cumplan.

El Gobierno obliga a que las ZBE acaben siempre en multa
Afortunadamente hay ciudades que desde el primer día se han negado a su puesta en funcionamiento, de hecho han diseñado Zonas de Bajas Emisiones pero se niegan a multar a los conductores, más aún si tenemos en cuenta que en muchas de ellas la calidad del aire es excelente.
Chantaje a los ayuntamientos
Hace solo unas semanas que el Gobierno de Pedro Sánchez descubría que dos años después de decretar su obligatoriedad ni un 40 % de estas 150 las han desplegado, por lo que amenaza ahora con sanciones y la retirada de subvenciones a algunos beneficios sociales como el transporte.
Afortunadamente algunas ciudades como Gijón o Ciudad Real se niegan a multar a los vecinos, de hecho su alcalde del PP, Francisco Cañizares, ha declarado que nadie ha medido el impacto económico de una medida extrema sobre las familias, pues muchas viven en el centro, tienen un coche sin etiqueta y no pueden gastarse 40.000 euros en uno nuevo, razón más que suficiente para que mientras permanezca al frente de la alcaldía se sigan usando estos coches.

Algunas ciudades sí quieren coches sin etiqueta
En paralelo, en principio los visitantes también podrán acceder y circular con coche sin etiqueta por Ciudad Real con una excepción, cuando los sensores desplegados por la ciudad digan que la calidad del aire ha empeorado y que es necesario reducir emisiones, períodos puntuales durante los que no podrán conducir coches sin etiqueta y que no se aplica a residentes.
Todo forma parte de un plan de movilidad sostenible que esperan que sea más que suficiente para cumplir con los niveles de calidad del aire que les exige Bruselas a partir de 2027, pues siempre están a tiempo de reforzarlo.