El segundo hospital en activo más antiguo de España celebra su 600 aniversario

La andadura de este servicio comenzó en 1425, en tiempos del reinado de Alfonso V de Aragón, para concentrar en un solo inmueble la atención a gran parte de los enfermos de la ciudad

Oculto por un mar de calles del centro de Zaragoza pervive el segundo hospital en activo más antiguo de España, el de Nuestra Señora de Gracia, cuya memoria ha forjado un legado de amparo, resistencia bélica y avances en la medicina moderna para convertirse en un símbolo que, este 2025, celebra sus 600 años de historia.

No en vano, este edificio, apodado ‘el Provincial’ por su dependencia de la Diputación de Zaragoza, ha sido escogido este julio para protagonizar una exposición en la Gran Vía de la ciudad, nombrada también en honor a Santiago Ramón y Cajal, el ilustre nobel que permaneció entre sus paredes como ayudante interino de anatomía.

La andadura de este servicio comenzó en 1425, en tiempos del reinado de Alfonso V de Aragón, para concentrar en un solo inmueble la atención a gran parte de los enfermos de la capital, y así sustituir otras pequeñas consultas que poblaban el municipio, y lo hizo bajo el lema ‘Domus Infirmorum Urbis et Orbis’ -La casa de los enfermos de Zaragoza y el mundo-.

Esta vocación de caridad fue el epicentro de su labor, que, en sus comienzos, contaba con varias salas dedicadas a la cirugía, parturientas y pacientes con demencia. Dentro del conjunto, también se erigió una capilla y una Casa de Comedias, que sufrió un trágico final pasto de las llamas en 1778, donde perecieron más de setenta personas y que pudo inspirar un futuro óleo de Francisco de Goya, ‘Incendio de un hospital’. Fue precisamente a raíz de este suceso que la ciudad construyó el que sería su anfiteatro emblema: el Teatro Principal.

Los muros del hospital, decorados por dentro con pintura blanca y cerámica del municipio cercano de Muel, también fueron antaño derruidos en Los Sitios de Zaragoza. Por ellos, aún se respira ese ambiente tradicional, adornado también con varias vitrinas de cristal dispuestas con motivo del 600 aniversario, y en la que se exponen bombas de transfusiones, instrumental quirúrgico o dispensadores de suero.

El rescate de estos aparatos para celebrar esta efeméride no ha sido tarea sencilla, según ha relatado a Efe uno de los responsables de la exposición, Paco del Río, quien se encargó de rescatar estas reliquias de cajones y almacenes y entre las que destaca una consulta odontológica de mediados del siglo pasado.

A un lado del ala principal del edificio también está situado el comedor, sobre el que todavía cuelga una inscripción que reza ‘Hermandad de la Sopa’: una institución de voluntarios del siglo XVIII que ofrecía ayuda y alimento a enfermos y que aún prosigue con su labor. Al otro, permanece la farmacia del hospital, botica de referencia poblada con cientos de recipientes, balanzas y arcones que destilan historia médica. Incluso, se ha restaurado ‘in situ’ la antigua farmacia Ríos, que se situaba en el Coso zaragozano y cuyo interior fue donado tras su cierre en 1985.

Hoy en día, el hospital realiza más de 10.000 intervenciones quirúrgicas al año y 90.000 consultas. Entre sus características, cuenta con una sección de rehabilitación cardiovascular de referencia, así como otra de fisioterapia con programas novedosos, no solo dirigidos a enfermos quirúrgicos, sino también a lesiones deportivas.

Tradición y modernidad se entrelazan también en la veintena de puestos que integran la exposición al aire libre de la Gran Vía, y que narran su historia con imágenes originales. «Es una ventana al pasado y al presente de una institución viva que se ha ido reinventando con los siglos», ha narrado el gerente de Viamed Aragón, Luis Gómez San Martín, encargado de presentar la muestra.