Las fiestas de San Lorenzo cruzan los Pirineos para celebrar una historia de amistad que dura 60 años

Anécdotas y protagonistas de la entrega de la parrilla de oro a la ciudad francesa de Tarbes, a menos de 24 horas para el chupinazo.

A 23 horas y 30 minutos del lanzamiento del chupinazo, la emoción de la víspera de las Fiestas de San Lorenzo ya se palpaba en el ambiente en el Museo de Huesca, el escenario elegido para la ceremonia de entrega de la parrilla de oro. El galardón, que distingue la contribución de personas e instituciones a la semana laurentina, ha viajado este año al otro lado de los Pirineos, a la ciudad francesa de Tarbes, coincidiendo con el 60 aniversario del hermanamiento de los dos municipios.

El encargado de recogerla ha sido el alcalde de Tarbes, Gérard Trémège, quien ha estado acompañado de uno de sus concejales, Roger Calatayud. Una amplia delegación francesa visita estos días la capital oscense, como cada año desde hace 60. Su imagen ya es un referente más de San Lorenzo.

Trémège ha derrochado simpatía en el momento en que la alcaldesa, Lorena Orduna, le imponía la parrilla de oro en el Salón del Trono del Museo. Curiosamente, el dúo musical que ha amenizado el acto ha sido Gavarnie Ensemble, una formación de música de cámara fundada en París por las hermanas Ana y Carmen Mainer Martín, nacidas en Huesca.

El hermanamiento se firmó un 8 de agosto de hace 60 años. Los encargados de rubricarlo entonces fueron los alcaldes Mariano Ponz Piedrafita y Paul Boyrie con el fin de favorecer los intercambios culturales, económicos, turísticos y deportivos entre sus habitantes y mostrar la «fraternidad europea», cuando entonces todavía vivía el dictador Franco y España estaba fuera de la Unión Europea.

Invitados de excepción han sido los hijos de Mariano Ponz, Consuelo, Mariano y Francisco. Casualmente este se casó con una francesa, Josette Charré, «pero no de Tarbes sino parisina», ha aclarado. «Nos conocimos en unas fiestas de San Lorenzo, en el bar Mi Bar», ha comentado él.

Con «profunda gratitud y emoción» ha recibido la parrilla de oro el alcalde de Tarbes, un premio que simboliza, ha dicho, «el reconocimiento al trabajo en común y que refleja los fuertes lazos de nuestras dos ciudades». Representa para él «los valores de la solidaridad, la amistad y la cooperación».  

Gérard Trémège ha recordado además los 59 años de entrega del galardón, que ha premiado la contribución a las fiestas de personas e instituciones, como los Danzantes o la Cruz Roja. El único en recibirla dos veces ha sido el exalcalde Emilio Miravé, considerado el artífice del modelo actual de fiestas.

Anteriores galardonados con la Parrilla de Oro han asistido al acto en el Salón del Trono, junto a autoridades civiles y militares y exalcaldes. Allí han estado Luis Felipe y Ana Alós, que tantos momentos han compartido con Trémège y sus antecesores.

Por su parte, Lorena Orduna, ha comentado que precisamente un día antes de que el cohete anuncie la fiesta «como símbolo sonoro de esa ruptura entre el tiempo ordinario y el tiempo extraordinario», se celebra una historia de amistad, conmemorando los 60 años del encuentro entre dos ciudades, «seis décadas de descubrimiento mutuo entre los ciudadanos de ambas poblaciones».

Ha destacado que el hermanamiento ha tenido «cada fiesta de San Lorenzo en Huesca, y cada fiesta de San Juan en Tarbes, un simbólico momento de reunión y de renovación» y que sirvió «de primera experiencia más allá de los Pirineos para no pocos vecinos de Huesca». «De manera que la amistad entre oscenses y tarbesinos prolongada entre generaciones consolidó esta privilegiada relación entre ciudades».

Tras el acto, la corporación municipal ha querido brindar un reconocimiento a la restauradora del Museo de Huesca, María José Arbués, distinguida recientemente con la Orden del Mérito Civil de manos del rey Felipe VI.