Vidal-Quadras, con protección policial en el hospital, no había denunciado amenazas antes de su intento de asesinato

La moto hallada en Fuenlabrada es de un francés en busca y captura y acababan de calcinarla. La Policía sigue investigando si es la usada por los sicarios

La pista iraní centra la hipótesis policial sin descartar otras; no se ajusta a la actuación del régimen de los ayatolás en el extranjero

Alejo Vidal-Quadras continúa «estable y sin riesgo vital» tras ser operado por una doble fractura mandibular

La moto hallada ayer en un polígono industrial de Fuenlabrada, horas después del intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras, es de un francés en busca y captura. Acababan de calcinarla pero la Policía no ha determinado aún si la Yamaha negra es la misma que utilizaron los sicarios que pretendían ejecutar al expolítico, según fuentes de la investigación, dado que no tienen la matrícula de la moto con la que huyeron los dos individuos tras disparar al político catalán. Esa pista trata de determinar también si había algún otro vehículo esperando a quien abandonó la Yamaha en un polígono industrial cercano a la A-42 (carretera de Toledo) que les diera cobertura para escapar de Madrid, es decir, que contaran con más cómplices.

Los agentes tienen claro que no fue un robo, que el pistolero actuó por encargo, un sicario «cutre» no tanto porque fallara, que puede ocurrir, sino porque ni siquiera esperó a ver cómo se desplomaba su víctima. El herido, asistido de inmediato en el lugar, dijo de forma clara: «Ha sido un disparo», cuando uno de los transeúntes le preguntó si lo que había escuchado era un petardo. También advirtió de que el pistolero podía volver. Otras fuentes sostienen que al fallar y ver gente, pudo optar por huir sin rematar el ‘trabajo’. No hay dudas, en cambio, sobre que el objetivo era asesinar a la víctima.

«Eso no es un susto o un aviso. El tipo de disparo y el arma es de ir a matar», explican estas fuentes; igual que la participación de dos personas a bordo de una moto de gran cilindrada para garantizarse la huida. Todos esos elementos se ajustan a las actuaciones del crimen organizado.

El pendrive no guarda relación

La sospecha, casi certeza, es que vigilaron a Vidal-Quadras y conocían sus rutinas, que eran férreas. Los investigadores analizan las cámaras del entorno en busca de esos posibles individuos que podían haberlo seguido o haber merodeado por la zona en los días previos. El pendrive encontrado por un ciudadano y entregado a la Policía no guarda ninguna relación con los hechos, tal y como ha podido confirmar ABC.

La pista iraní sigue centrando la hipótesis policial, basándose en lo que habría manifestado el propio Vidal-Quadras a los médicos del Gregorio Marañón (donde se recupera, bajo custodia policial, al estar libres los sicarios) tras los hechos (aún no se le ha podido tomar declaración), pero no se descartan otras. El expolítico no había denunciado amenazas, según las fuentes consultadas por ABC, ni se han encontrado deudas u otros asuntos turbios.

¿Por qué apuntó entonces a esa conexión con el régimen iraní? Hay varias teorías: una es que sí estuviera amenazado o le hubieran hecho llegar alguna advertencia, pero no lo hubiera puesto en conocimiento de la Policía. Otra, que fuera producto de la conmoción tras recibir el disparo en plena cara y al ser consciente de que el régimen de los ayatolas lo había puesto en su lista negra él relacionara ambos hechos.

«Salvo la manifestación de la víctima nada cuadra. No se ajusta a la forma de actuar del régimen en el extranjero»

Un equipo de Policía Judicial (el Grupo V de la Brigada) y de Información de la Jefatura de Madrid tratan de desgranar el misterioso intento de asesinato: quién está detrás y cuál es la motivación. Fuentes policiales consultadas por ABC ven con escepticismo la teoría iraní. «Salvo la manifestación de la víctima, nada cuadra. No se ajusta a la forma de actuar del régimen en el extranjero». Cuando han asesinado fuera de su territorio las víctimas han sido disidentes iraníes ( o con doble nacionalidad) o judíos. En contadas ocasiones han elegido otras víctimas, caso de la conspiración para matar a John Bolton, asesor de seguridad nacional del presidente Trump.

La diferencia es que Vidal-Quadras no está en primera línea política hace tiempo ni su figura encaja en ese perfil, salvo que haya recibido amenazas concretas por su apoyo a la disidencia iraní que no conozcan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El plan para ejecutarlo, frustrado, también restaría fuerza a esta teoría que involucra de pleno al régimen de los ayatolás con las consiguientes consecuencias diplomáticas.

Sin embargo, la investigación no pierde de vista otros elementos como la denuncia de la financiación de VOX en sus inicios con dinero de los opositores iraníes. Un asunto que ha refrescado el reciente libro de Macarena Olona, exportavoz adjunta del partido en el Congreso de los Diputados, en el que alude a la traición que sufrió Alejo Vidal-Quadras por parte de Santiago Abascal y que acabó con la salida del veterano político en 2015.

Las hipótesis están abiertas, a la espera de afinar la sucesión de hechos y de tomar declaración a la víctima, que continúa en el hospital Gregorio Marañón en situación estable. Fuentes de su entorno explicaron a ABC que el disparo no le ha afectado a la lengua y se espera poder desintubarlo en cuanto sea posible.