Luis del Val: «La UE preocupada por si habrá petróleo y llega Albares y propone lo del traductor del catalán»

El profesor pone el foco en el viaje de Albares a Luxemburgo mientras «los ministros de Exteriores de los países más importantes del mundo» estaban reunidos por la guerra en Israel

Tengo que preguntarle al embajador, Inocencio Arias, si existe alguna expresión fina, que explique esa circunstancia en la que un diplomático está haciendo el gilipollas. Y es que, ayer, los ministros de Asuntos Exteriores de los países más importantes del mundo, estaban reunidos en la ONU, con la grave preocupación de si se va a extender el conflicto que han provocado los terroristas de Hamás, pero nuestro ministro de Asuntos Exteriores no viajó a Nueva York, sino a Luxemburgo, con un asunto que le había encargado su señorito, Pedro I, El Mentiroso.

¿Y cuál era el asunto que debía plantear y defender el ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España, Excelentísimo señor, don José Manuel Albares Bueno? Pues que si un diputado español, elegido para el Parlamento Europeo, es catalán, hable en catalán en Estrasburgo, que España pondrá y pagará traductores para que el Parlamento Europeo se parezca al estúpido festival de traductores que se ha implantado en el parlamento español.

La respuesta de Europa a Albares y el uso del catalán

¿Y qué hicieron los europeos? Pues pusieron cara de planta herbácea anual, del género Vicia, de la Familia Fabaceae, o sea, pusieron cara de haba. Eso, los más educados, que se limitaron a pedir más informes -que es la manera diplomática de no aceptar- mientras los menos corteses dijeron que, estando tan caliente lo de Ucrania, y Gaza e Irán, no era un asunto importante, vamos, que es como si en la reunión del bloque de vecinos, alarmados por el principio de incendio en dos edificios vecinos, llega el tonto del tercero izquierda, y propone que se cambie la bombilla de la puerta del garaje.

Ya había advertido Pedro I, el Mentiroso, en la escenificación con la comunista Yolanda Díaz -que parecía que les había convencido el consejero matrimonial y no se divorciaban- que se iba a superar y lo iba a hacer todavía mejor. Desde luego, la misión que le encomendó al ministro es difícil de superar. Está toda la Unión Europea con la sospecha de si se cierra el estrecho de Ormuz, no hay petróleo, y nos tenemos que calentar este invierno acercando las manos ateridas a la llama de una vela, y llega el ministro de España y propone lo del traductor del catalán, “Manda huevos”, que dijo, siendo presidente del Congreso, don Federico Trillo Figueroa. Por cierto, los de gallina van a subir.