El trágico último salto de la valla de Melilla, que se ha cobrado ya decenas de muertos y heridos, ha provocado una tensa situación en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que con motivo de la cumbre de la OTAN se ha celebrado este lunes, en lugar del martes, como es habitual. A la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, le acompañaban la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la titular de Igualdad, Irene Montero. Como ya ocurriera en otra rueda de prensa similar este mismo año, a cuenta de la división en el Ejecutivo por el envío de armas a la resistencia en Ucrania, Rodríguez ha evitado que Montero se pronunciase sobre otro asunto espinoso y que divide a la coalición.
Hasta en cinco ocasiones los informadores han intentado recabar la opinión de la número dos de Unidas Podemos (que presentaba el acuerdo sobre la ley trans) y hasta en cinco ocasiones Montero ha permanecido callada, después de intercambiarse palabras con el micro apagado con la portavoz, quien ha explicado que asumía, dada su condición, la respuesta colectiva del gabinete.
Ni siquiera ha contestado Montero cuando se le ha preguntado, al margen del fondo de la crisis migratoria, por las explicaciones sobre la misma que públicamente ha solicitado la vicepresidenta segunda e interlocutora de la coalición, Yolanda Díaz. Fuentes de Podemos aseguran que era lo convenido, que forma parte del funcionamiento colegiado del Ejecutivo y que la ministra explicará su postura a través de otros foros e intervenciones. Una prevención que no ha operado en la misma sala, en otras ocasiones, con Díaz y con la titular de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra. Tampoco, en su día, con el que fuera vicepresidente segundo, el ex secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias. Sin ir más lejos, el pasado martes Díaz, también ministra de Trabajo, opinó de todas las cuestiones que le pareció conveniente, incluidos ataques al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, siempre que las preguntas de los periodistas le dieron oportunidad para ello.
Por lo demás, Isabel Rodríguez insistió, como ha hecho en los últimos días el propio Pedro Sánchez, en señalar a «las mafias» como culpables de la situación creada. Sin embargo, evitó pronunciarse sobre si la actuación de Rabat se ajusta al respeto a los derechos humanos, incluido el posible enterramiento de las víctimas sin ser identificados. «Para que no quede ninguna duda: el Gobierno agradece la colaboración a las autoridades marroquíes en la defensa de nuestras fronteras» ha asegurado Rodríguez ante la atenta y silente mirada de Irene Montero.
